ONE SHOTS ° [A.G]

50. «THE BOY & GIRL »

NÚMERO CINCO X LECTORA ADVERTENCIA: No quise basar estrictamente el OS en el personaje de Five porque yo escribo de Aidan (pero en otros mundos). Este sería el segundo apartado que hago. Creo que no cumplo con las expectativas que me has pedido momazobb_xd
También quiero confesar que ya no me siento bien escribiendo. Es decir, estoy cansada, no tengo tiempo, no me siento bien físicamente ni emocional y tampoco me atrae mucho ya Aidan. Espero que entiendan ❤.

¿Cómo describir la situación que se creó en la habitación?

La escasez de luz los rodeaba.
Sólo existía una luz fosforescente de color verde proveniente de un letrero que colgaba de la pared. El alumbrado titilando por su mala calidez hacia juegos de sombras en las pieles de los dos adolescentes.

T/N retuvo una bocanada de aire cuando sintió la frialdad en que la tocó. Un escalofrío recorrió su espalda haciendo un arco leve debajo de esta, mientras Cinco, encima de ella, con toda la lentitud que pudo tocar, acarició la tersa piel de su cadera e hizo con las yemas de sus dedos círculos sin forma, todo esto sin perder atención de sus movimientos y pescando cada temblor de la chica. T/N mantenía los párpados cerrados. Su respiración era pausada y retraída. Es un rayo de sol, pensó el emblemático asesino. La joven brillaba pero no de la forma cegadora. Más bien se comparaba al brillo que irradia una piel aperlada y cubierta por aceites esenciales. Recapitulo brevemente todos los detalles que la imagen frente a él tenía. Se detuvo apreciar el panorama para guardarlo en los confines de sus infinitas memorias. Cuando al fin se encontró con la acalorada escena su pecho se oprimio de una rara sensación. Se fijó primero en el espeso cabello regado y las mejillas rojas. Incluso pudo jurar contarle las pestañas y lunares repartidos a través de las clavículas, cuello y cara; buscando la forma de media lunas en las pálidas manchas cafés. Estaba hipnotizado, atraído a esa mirada cristalina, de iris que dejaban ver la inocencia y la tranquilidad de un lago tranquilo. No, es más bien una constelación de estrellas, se dijo. Porque definitivamente ella no era el mar turbulento que es él. Es la espuma que asalta la arena tras una ola salvaje. Es la belleza entre el huracán.

Para Número Cinco, T/N es el concepto de la torpeza andando.

Es linda… A su manera.

Pero también es distraída y un manojo de nerviosos.

Ahora recuerda vagamente los puntos que unen ese largo viaje a donde han llegado.

Parados a dos días del apocalipsis.

En una década mucho más antigua a la que él apareció tras tratar de impedir el primer apocalipsis al aparecer en el funeral de su padre Reginald Hargreeves, donde su antigua familia estaba peleando, como siempre. Después de explicarles que había venido del fin del mundo fue que la vio. Estaba sentada en una esquina con Klaus, quien palmeaba la cabeza de la muchacha y reía de sus estúpidas ocurrencias dado que, accidentalmente, le había dado unas pastillas para relajarse y no precisamente de las que son para curar una inflamación. A Klaus no le había quedado de otra más que estar cuidando de T/N, la cual hacia pucheros y berrinches, también lloraba y reía al mismo tiempo, decía algo totalmente sin sentido como por qué si cerramos los ojos no vemos nada. Era más alta por centímetros que él, bonita figura y rostro refinado, de una dulzura incriptada en las expresiones y un comportamiento corporal incrustado en una timidez notoria.

—¿Quién es la drogadicta?—Preguntó al verla. Su entrecejo se fruncio al oír su sollozo mientras arrebató la taza de café de las manos de la chica. Allison se cruzó de brazos e hizo una pequeña mueca en los labios.