38. «NUNCA SERAS: PRIMERA PARTE»

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AIDAN X PERSONAJE FICTICIO
ADVERTENCIA: Una dosis poderosa de celos por Aidan. Os basado en Heather de Conan Grey.

Cuatro tickes para ver una película, dos combos de palomitas y refrescos, un sin fin de caramelos y dos parejas.

Aidan—mi amigo chrus— y Enid —su perfecta novia—.

Yo y Harly —mi mejor amigo gay—.

Debo aceptar que no me gusta estar aquí. Aidan había propuesto esta salida conmigo pero después resulto que llevaría a su novia, y por supuesto, yo no podía ser un tercio por lo que invite a mi otro mejor amigo. Era como tener a una amiga haciéndome reír. Harly era increíble pero ni sus chistes hacían que dejará de ver las manos unidas de Aidan y Enid. Los dos estaban en su burbuja, bailando de imprevisto a medio estacionamiento, comiéndose la cara o arrollando sus cuerpos con abrazos fuertes.

—Todavía falta quince minutos para nuestra películas.—Comentó Harly. Me separe de su brazo y miré los papelitos que nos habían dado.

Función a las 2:00 P.M decía.

Solté involuntariamente un rugido entre dientes. Los pies me dolían por estar de pies casi cuatro horas y mi humor no era el mejor.

—Bien, podemos por mientras ir buscando la sala y esperar un poco más.—Sugirió Aidan a dos pasos delante de nosotros.—¿Les parece? Porque por mi no tengo problemas.—Beso cortamente a la rubia y sonrió.—Tengo un hermoso  pasatiempo.

Los celos me traicionaron, gruñi.
El castaño a mi lado golpeó mis costillas dándome a entender que no fuera tan obvia.

—Tranquila.

Pero no podía. Harly no entendía el fuego que me estaba consumiendo.

—Yo tengo que ir al baño.—Avise, me aleje y di media vuelta al pasillo de los baños.

Una larga fila de chicas esperaba afuera de los cubículos, otras tantas estaban frente a los espejos retocando sus rostros. Espere a que una se apartara de uno de los grifos. Me dirigí a él y lo abrí. El agua fresca corrió por mis manos, tomé un poco y lo lleve a mi cabello para aplastar los mechones rebeldes que se salían de mi coleta.

—¿Me puedes hacer un favor?—La voz a mi lado me asusto. Eleve rápidamente mi cabeza en el espejo para notar la presencia de una chica a mi par. Ya no estaba la misma mujer. Enid estaba abriendo un glosh rosa en sus manos.

—¿Qué haces aquí?

—Quería decirte algo, y claro, ponerme más linda.

—¿Qué es lo que quieres?—Pregunté tosca.

—Deja de verlo como lo ves.—Chistió lento y amenazadora.

Mi garganta se seco.

Algo me alertó.

Dentro de mí estaba segura a que se refería porque un solo nombre, una imagen y un chico rondaba en mi mente.

—¿Qué quieres decir?—Mi voz se perdió casi con el aire del secador de manos pero ella alcanzó a oír.

No giró su cabeza hacia mí. Desde el espejo me vio y elevó una ceja.

—Ya sabes de lo hablo… Yo soy de Aidan y él mío. Tú nunca serás nada de Aidan más que su amiga, solo eso.—Tomó aire y suspiró.— Tal vez en otro momento todo termine pero por mientras estamos juntos… Aunque tampoco voy a dejar que todo acabe tan rápido.—Sus ojos se despegaron de mí y se pusieron fijos en su acción. Paso el palito por sus labios dejando suavemente el color chicloso. Se besó los labios tratando de dejar el producto perfectamente. Cuando terminó soltó:—Así que por favor deja de mirarlo como lo haces, ¿sí? Mira que si todo termina, bien. Es tuyo. Quédatelo.—Esta vez volteo a verme. Su rostro muy cercas del mío. Su nariz fina rozaba la mía junto con sus labios. Apenas nos separaban centímetros. Había peligro en su rostro y en sus palabras. Era como un animal marcando su territorio de otros depredadores.—Pero ahora si no dejas de hacerlo él se dará cuenta. Y no, creme que no se dará cuenta de lo tontamente que estuvo enamorado de ti, eso solo pasa en novelas, sino que él se dará cuenta de lo patética que eres. Te hago un favor. —El aliento de ella es empalagoso, su mirada intimidante.—¿Quedó claro?

Retiro mi rostro al lavabo y siento las lágrimas acumularse. El enojó y la humillación incrementan a pasos agigantados.

Siento como se va.

Tallo mis ojos con agua y salgo cinco minutos después luego de calmarme. Al volver Harly me ve preocupado, pasa su brazo por mi hombro y me abraza.

—¿Todo bien, linda? Te vez menos preciosa, ¿debemos golpear a alguien?

—No creo, aunque quiero.

—¿Segura que estas bien?

—No. Ella lo sabe.—Murmuró.

A la lejanía Enid me lanza una miradita, se inclina a Aidan y lo besa sin cerrar los ojos. Nunca deja de verme.

—Bueno, ella si es una perra.— Murmura Harly.

—Es normal.

El chico me mira elevando una ceja.

—¿De qué hablas?

Me hundo en mis hombros.

—Es su novia y se siente amenazada. A ninguna le gusta que otras chicas ronde a su novio.—Mi voz tiembla.—Yo lo quiero mucho pero no voy a pelear por un chico.

Harly sonríe orgulloso.

La pareja comienza a caminar y los seguimos a pasos lentos.

—Eso está bien.—Me abraza levemente. —Ninguna chica debe pelear con otra chica por un chico.

ONE SHOTS ° [A.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora