5. «RELOJ: SEGUNDA PARTE»

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AIDAN X PERSONAJE FICTICIO
ADVERTENCIA: Saquen sus pañuelos. Contenido Sad. (Para que les cale peor escuchen Blue Neón o el tributo que le hizo Billy Elish a Xxx Tentación).

Aidan:

¿Qué harías si hoy fuera el último día de tu vida? ¿O a quien verías por última vez? ¿A quién le darías tu último aliento? Me hago estas preguntas mientras corro sin detenerme. Es media noche y no importa nada. La lluvia a comenzado a caer fríamente. Mis tenis están mojados y por lo tanto los pies me duelen en cada charco que salto. Todo mi cuerpo se siente congelado, algo en mi pecho y tórax aprieta tan fuerte que parece que no corre perfectamente el oxígeno. Sé que eso es todo lo que mantiene intacto en la realidad. No es un sueño. Es verdad lo que sucede. Dani, ella está en peligro. Justo cuando llegó a ese parque cerca del hospital juraría que estoy por detenerme de lo cansado que estoy y porque me siento cobarde. Bajo la velocidad para tomar una bocanada de aire que me he estado negando a absorber. Al parecer eso ayuda mucho porque cada vez todo se vuelve claro. Las ideas se van aclarando dándome un tiempo para analizar la situación. Y eso me asusta. Cada pensamiento y sensación se vuelven legibles. Quiero verla. Tengo esa desesperación por tocarla y decirme a mi mismo que está bien;  pero a la vez no ¿Qué pasa si llego y ella no está para mirarme con esa sonrisa de todo estará bien? Sólo sé que salí tan rápido de casa por los padres de Daniela al llamar. Nunca habían hablado para otra cosa. La primera excepción fue cuando la rubia había desaparecido una tarde de agosto luego de ser diagnosticada con cáncer. Se había marchado a este parque. Estuvimos buscándola horas hasta que la encontramos sentada bajo un sauce en una banca mirando al lago y los patos que flotaban sobre el agua. Recuerdo que sus padres se sentaron al lado izquierdo y yo al derecho. Ninguno dijo nada. Sólo nos quedamos callados haciéndole compañía hasta que volvimos a su casa y ella se fue a su habitación. Y ahora… Me niego a siquiera considerar esa posibilidad. Tiene que estar bien. Ya ha sucedido. A recaído en sus episodios débiles pero siempre vuelve.

Cuando empujó las puertas me quedo unos momentos parados en la recepción. Allí está la mujer que le a dado la vida a mi rubia amiga. Ella me ve. No paso por alto su semblante serio y preocupado.

—Aidan, ven.— Hace unas señas para que me acerque y comenzamos a caminar. Me da su gabardina café para cubrirme pues sólo llevó una camisa pegada a mí y unos pantalones de dormir.

Detrás de mí va quedando un corredor de agua gracias a la ropa empapada.

—¿Qué pasó señora Muller?—Preguntó totalmente asustado.

—Ella quería verte.—Responde con voz quebrada. Me aterroriza esa manera de responder. Algo sabe. Algo la está destruyendo y algo también inicia ha derrumbarse dentro de mí.—Es lo último que pide.

Sus palabras me dejan estático.

«Es lo último que pide»

«¿Por qué último?»

Último es el final de todo.

Último me suena a perder.

Es de esas noticias que te dejan en un trance.

No sabes si tomarlas, digerirlas y aceptarlas, o simplemente seguir flotando en lo irreal.

Ella me guía por un pasillos hasta la segunda planta y de allí a una habitación cerrada. Durante todo el camino me quedo atascado con un nudo en la garganta y cuando la mujer abre la puerta aumenta mi tortura. No entro como aquel día. Estoy asustado, aterrado hasta el nervio más duro de mi cuerpo. Un grupo de personas está allí a los pies de la camilla. Ambas abuelas, dos competidoras por su nieta, están pegadas a la chica enferma dándole caricias y besos en las manos. Analizo al resto con tal de no verla pero cuando me topo con ella mi mundo queda quieto y amenazado por mi cordura. Me quedo de pie como una estatua al notar su imagen. Esta peor. Pero que la última vez. Esta pálida, hecha un desastre con los tubos que se pegan bajo su piel y ya no tiene esa melena de risos que caía por su espalda. A perdido mucho. No queda nada de su encanto. Sus ojos ya no brillan ahora sólo queda un rastro de todos los sueños que se perdieron. La señora Muller se acerca a ella, le dice algo y Dani me mira sonriendo.

ONE SHOTS ° [A.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora