ONE SHOTS ° [A.G]

40. «EL CONTRATO: PRIMERA PARTE»

AIDAN X LECTORA
ADVERTENCIA: Este OS contiene el tema del matrimonio arreglado y se menciona algunos referencias al mundo ilegal.

***

-Es hora.-Anunció Adrien.

-¿La hora de qué, papá?-Preguntó inocentemente su hijo de seis años, Aidan.

-Debes seleccionar a tu futura compañera para el resto de tu vida.-Le contestó el hombre.

-¿Compañera? ¿Cómo una amiga de diversión?-Aidan ladeaba su cabeza confundido.

-Algo así.

-Dime, cariño, ¿a quién eliges?-Había preguntado la mujer pelinegra a su hijo.

Aidan miró a las personas frente a él, estaba otro matrimonio con sus tres hijas. Conocía a la familia Shey y a las pequeñas hermanas Shey desde siempre. Emile era la mayor de ellas, tenía nueve años y poseía una inteligencia mayor que la de él. Regularmente ambos hablaban de las estrellas y los planetas pero el tema principal eran las matemáticas. Rudd tenía siete años y era muy sensible. Aidan la hacia llorar en cada broma inofensiva. Y luego estaba T/N, la menor de todas. Tenía cinco años. El cabello le caía hasta la espalda y siempre estaba a su lado, quejandose de sus acciones pero apoyando cada juego que él inventaba. Si tomaba a Emile él estaría privado de diversión y se quedaría atascado en libros numéricos toda su vida. Pero si elegía a Rudd él siempre la haría llorar y nunca podría buscar la manera de tranquilizarla. Con T/N podría encontrar la locura y lealtad. Aparte, Aidan amaba sus manos tan suaves y pequeñas, el brillo en esos ojos que él comparaba con la noche estrellada.

-Ella, mamá.-Señaló a T/N, quien se le sonría tomada de la mano de su propio papá.-Quiero a T/N.

-Bien, ella será tu esposa.

-¿Esposa?-Inquirió alarmada la niña.

-¿Cómo ustedes y mis padres?-Hizo una mueca.- ¡Yo no lo quiero! ¿Qué dirán mis amigos? Se van a reír. Soy muy pequeña.

-No hoy, amor.-Le explicó la madre ella.-Algún día serás su esposa. En un futuro lejano.

-¿Y cómo lo voy amar? Tú y papá se aman.-Refuto molesta. Ella era muy lista.

-Con el tiempo.

No muy convencida la niña asintió y volvió a sonreír a Aidan.