ONE SHOTS ° [A.G]

14. «BROMAS: "VUELVE A CRECER"»

AIDAN X PERSONAJE FICTICIO
ADVERTENCIA: Parece que hoy es la muerte de Aidan. Sam lo matara.

Sam:

Después de media hora terminé de alaciar mi cabello, deje la plancha encima del burock y después tomé el sombrero blanco que mi amiga Lizie me había mandado. No era que fuera fanática de poner cosas en mi cabeza, que realmente no era así, pero desde que el idiota de mi novio se le había ocurrido la estúpida grandiosos idea de pintar mi cabello de arcoiris tenía que soportar verme tan ridícula. Aún recuerdo la primera vez que me presente a clases teñida. Iba mentalmente preparada, lo veía venir todo. Esperaba que los alumnos se rieran… pero no los maestros. No hubo ni un maestro que no se riera de mí. Malditos. Con el pasar de las semanas había mejorado la situación. Los colores se despintaban una tonada menos y se veía mejor si lo arreglaba con peinados y máquinas eléctricas que le dieran forma.

—No puedes traer siempre el cabello así, Sam.—Me dijo Sury, mi compañera de cuarto.

La miré por el espejo. Estaba preparando su mochila.

—¿Qué esperas que haga?— Pregunté despectiva. Últimamente me ponía de mal humor hablar de mi cabelleo. Aparte, ahora no me sentía bien físicamente.—. Tan sólo me queda esperar. No quiero dañarlo más.

Le hizo una seña a donde caía mi cabello.

—Puedes cortar la parte de abajo, esa fue la más dañada.

Gire a verla sobresaltada.

—Amo como se me ve largo.

Sury se dio cuenta de mi arrebato por lo que rodó los ojos divertida.

—Era sólo mi opinión. Aparte, vuelve a crecer.

—¿En cuatro años más? Déjame pensarlo— intente meditar su consejo como si realmente me importará, luego reaccione con total obviedad.—No.

—Te seguirás viendo bonita. Algunos inicios son buenos y mejores.

Le lance una mirada osada y rechazo sus palabras—. No ¡Estas loca!— chille antes de salir de la habitación.

Al bajar al comedor para desayunar busco a Aidan después de obtener mi comida. No tardo mucho en verlo entre la multitud de alumnos recién levantados. Esta con sus amigos de hockey sentado. Voy hacia él, cuando llegó me hace un campo entre las bancas.

—¿Cómo has amanecido?—Me obsequia una rosa roja de papel bien elaborada como un "buenos días".

La acepto, sabiendo que él la hizo en el taller de manualidades.

—Amaneci acostada, supongo.— Respondí juguetona y él rodó los ojos por mi repuesta.

—No me digas.

—Aunque hubiese sido mejor tenerte a mi lado.—Besé su mejilla.—Buenos días para ti también, gruñón.—Le digo en voz baja. Él me sonríe.

—No me hagan vomitar.—Pide uno de los chicos en la mesa solo que no se cuál de todos había sido.

Lo ignoramos y empezamos a comer.
En la mesa hay pláticas de los próximos partidos que la Academia hará. Cada uno está inmerso en éso pero ni Aidan ni yo hablamos. No es hasta que alguien me nombra.

— ¿Barnes hasta cuando se caerá el tinte de tu cabello?— Pregunta Nethan, amigo de Aidan y novio de Sury.

Llevo una tostada con mantequilla derretida a mi boca, la mastico y sin explicar porqué golpeó el hombro de Aidan, quien suelta un quejido y ahora mira molesto a Nethan.