32.«DOS ROSTROS IGUALES, UN AMOR INIGUALABLE: SEGUNDA PARTE»

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AIDAN X LECTORA
ADVERTENCIA: OS basado en la percepción de Aidan.

Aidan se odiaba pero principalmente a su hermano gemelo, Caspian.

Sabía que tenía que cumplir los dos obligatorios eventos que ese día se encontraron en su agenda. El primero se trataba de ejercer su papel como embajador de la ONU, el segundo suceso se debía a su bonita novia. Aunque ella era comprensible no quería defraudar la fecha de su cumpleaños. Cuando él cumplió años ella había planeado una fiesta un mes antes con la ayuda de sus hermanas y amigos ¿Cómo iba a fallarle?

—Irás tú.—Había señalado al otro pelinegro que en aquel momento tomaba un refresco.

Caspian solo había reído, incrédulo.
—¿Bromeas, no?—Todavía tenía esa sonrisa que pocos segundos después  decayó hasta hacerse una mueca.—¿Tú silencio es un no, verdad?

—Te necesito.

—Pero tu idea es muy absurda, ¿Lo sabes, no? Ella lo sabrá.—Caspian lo siguió con la mirada.

Aidan en ese instante corría de aquí para halla tratando de que el tiempo no se lo comiera. Sacaba uno y otro atuendo formal del closet.

—No lo sabrá porque vas a fingir tan bien que…¿Has visto mi saco de Luis Vuitton?—Sacó la mitad de su cabeza por la puerta del closet.—¿Lo has usado?—Caspian señaló el cesto de ropa sucia, él negó rodando los ojos. Se volvió con una corbata y un chaleco negro.—¿Así que sí vas aceptar? Por favor, Cas.

Fue el turno de que el otro rodará los ojos. Aidan aún recordaba la cara de fastidió y fatiga en el rostro de su hermano.—Bien pero me tendrás que dar tu consola de videojuegos antigua.

—¡No! Tiene valor sentimental.

—¡Tú me quieres exponer como un novio de plástico a tu novia!

—Mejor hagamos otra cosa.

—Ya que. De todas formas me vas a mandar a su casa a darle tu regalo.

—¿Qué tal dos boletos de cine para ir a ver la Mujer Maravilla y un combo de comida rápida para ti a cualquier tienda que quieras ir? Yo pago.

Caspian se lo pensó unos instantes para luego asentir.— Gal Gadot es hermosa. Esta bien para mí.

Y se suponía que Caspian solo iría un rato lo más apartado pero normal con su chica. Pero claro, éso se fue a la borda.

Estaba sentado en una silla, una de esas que utilizan los directores se películas, la silla encima de una tarima mientras escuchaba la conferencia y veía a las personas que prestaban atención. Su celular vibró casi al finalizar, esperó al punto de culminación para no ser grosero, tomó su botella de agua que siempre cargaba y estuvo a punto de escupirla estrepitosamente al desbloquear la pantalla.

Al abrir el mensaje su chica había mandado una fotografía de ella y su gemelo abrazados, pegados, besando su mejilla. Sus dedos mandaron una serie de emojins furiosos. Él se encontraba ligeramente consumido por un piquete de celos. Sabía que era estúpido pero lo estaba. Al regreso a casa llamó el número de quien llevaba su misma sangre.

—Hey, ¿Qué cuentas? ¿Todo salió bien?

—Impostor roba novias.—Masculló en un gruñido.—Se me olvidó decirte que no podías besar a mi novia.

—-Ella lo hizo, no yo. —Se defendió divertido.—Aparte tú dijiste ser su Aidansito. Eso mismo hice.

El otro bufo.—Idiota. Estoy apunto de llegar.

—Diablos.—Se oyó un ruido apresurado y tan sólo unos momentos posteriores la llamada se cortó.

El taxi frenó en la casa #205 de Fisherman. Aidan pagó pidiéndole que se quedara con el cambio y caminó a la verja, abriendo la puerta y trotando los escalones. Sus nudillos golpearon enmedio de la puerta. Tuvieron que pasar unos minutos para que alguien saliera. Al ver a su bonita chica allí recibiendolo él se lanzó a besarla y abrazarla. Ella estaba genuinamente feliz. Seguía el gesto sin objeción.

—Feliz diecisiete.—Susurró éste contra las comisuras de sus labios. Ella sonrió.

—Tú sí eres mi Aidan original.—Le tocó la nariz riendo adorablemente que se le derrito el corazón. Aidan podía escucharla horas enteras y no aburrirse de estar hipnotizado por esa risa.

—¿Mi hermano?—Preguntó ya sin interés.

—Salió huyendo por el jardín trasero con Rachael. Es mi prima.

Aidan tiró de sus labios en una sonrisa tierna, parecía avergonzado. —Me gusta más cuando soy yo el que te envuelve en sus brazos.

Ella negó sonriente y lo abrazo.

ONE SHOTS ° [A.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora