ONE SHOTS ° [A.G]

34. «LA NOCHE ES VULNERABILIDAD»

AIDAN X PERSONAJE FICTICIO
ADVERTENCIA: Basada  en una captura de pantalla.

Aidan:

—¿Hola?—Su pregunta sale en un susurro somnoliento y es lo único que oigo en las cuatros paredes de la habitación.—¿Aidan? —Me congelo.—¿Eres tú?

La escucho y parece que todo sigue igual pero mi racionamiento me afirma que no es así.

Yo aún tengo su contacto pero ella apenas reconoció el mío en su pantalla.

Soy yo el atascado en el pasado, no Jossy.

—Te vi y se sintió como un golpe interno.—Musito, atareado de lo que pasa por mi cabeza; embaucando por mis sentimientos—.Verte esta mañana riendo y usando un vestido de puntos negros provocó una punzada en mi pecho. Una sensación de necesidad.—Le explico.—Quería hablarte pero no supe si era una treta de mi cabeza, te sentías tan, tan irreal…—Incosientemente siento nuevamente nublarse mi vista. Las cosas y colores que me rodean se tornan oscuridad.—Te juro que quise reconocerte pero me costó aceptar que eras tú sin tus amados vaqueros y camisas de cuadros…Son las tres, lo sé ¡joder! y yo sigo pensado miles de cosas. Hace mucho tiempo que nos perdimos el uno al otro. Nunca entendí muy bien porqué. Un día tan sólo nos distanciamos, dejamos de hablar.—Trago la amargura que hay en mi saliva, no confiando en mí, en que podré hablar. Me toma un par de segundos más pero lo logro. Al final consigo tranquilizar mis emociones.—Jossy, tú lo sabes, siempre fui un niño asustado que guardo silencio a lo que sentía. Si te soy honesto sigo buscando la repuesta del porqué ahora no dejo de hablar. Tal vez es la vulnerabilidad de la noche que trajo esa horrible sensación melancólica que me hizo buscar tu número. Realmente nose si vayas a reconsiderar esto, no tengo la esperanza de que lo hagas pero si lo haces dime qué hago ¿Te espero? ¿Te busco? ¿Me voy? ¿Te olvido? ¿Te dejo en paz? ¿Te importo? Dime qué quieres porque porque no se que hacer… Enserio me importas.

Se sintió real cuando ella suspiró a través de las bocinas. El recuerdo de las veces en que hacía eso en mi cuello expandió el presente. Su tenue respiración caló tan real en mi piel.

—Lo siento tanto pero ya tengo alguien más. Perdón, Aidan.

Los pitidos de la llamada finalizada drenaron toda mi alma en ellos.