30. «COMPAÑEROS DE SET»

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AIDAN X LECTORA
ADVERTENCIA: Ninguna. Para @consuelo1710: 1 One Shots dedicado.

—Patán.—Salude al verlo. Aidan estaba en su silla con una botella morada en sus manos. Tomé asiento a su lado, la intriga apenas floreciendo en mis emociones. Su semblante deprimido me avisó que no estaba bien.

—Hola, idiota—. Me devolvió el saludo en una mueca triste. Él ni yo nos ofendimos. Solíamos llamarnos así luego de conocernos, cabe destacar, no de la mejor manera.

—Diablos.—Bufe cuando un puñado de cabellos intervino en mis ojos. Retiré el flequillo de mi frente. No me gustaba ese aspecto pero tras entrar al elenco de la serie de Umbrella Academy tuve que hacerlo. Era un requisito para mi personaje. Ya sin obstáculos visuales me permití examinarlo mejor. Usaba el vestuario perteneciente de número cinco. Pero su rostro era sombrío, sus ojos apagados.—¿Y ahora qué te sucede? —busque el mejor adjetivo mientras lo miraba de pies a cabeza.—Te vez más Driki que nunca… Muy vampiro resguardo, una pared gris, un día lluvioso—elevó su ceja—; zombie entra en la lista.

Vacío una porción en su boca. El jugo resbaló por su barbilla. La limpió molesto con el respaldo de su camisa blanca.—Termine con Ann. Es lo que me pasa. —La revelación salió de sus labios en una nota triste y quedó colgando en el aire por varios momentos.—Es por eso que no me veo tan irresistible como es usual.

Baje mi mirada consecutivamente.

No quería alegrarme pero lo hacia. Irónicamente también me sentí mal. Algo raro. Avergonzada bajé las mangas del saco negro en una acción de distracción. Me asusté por la sensación egoísta que me atravesó, no me gustó sentirme efusiva por algo tan doloroso para otra persona.—…Debió ser algo fuerte para estar tomando jugo cítrico de uva en líquido.—Repuse.

Su sonrisa se expandió lentamente hasta dejar de soslayo aquel oyuelo en su mejilla. Contagiada por eso, sonreí. —Es de Robert. Se lo robe.—Elevó su botella.—Tenía que hundir mis penas en algo, ya sabes, tradición. Fue algo serio y supuse que debí hacer la despedida como tal.

—De eso estoy segura.—Conocía su relación ahora acabada. Aidan no tomaba, a pesar de su corta edad, el amor como un juego de niños. Era un adolescente muy responsable y serio.—Has estado compartiendo vídeos de canciones de The Script.

Justo entonces una persona paso aceleradamente cerca de la puerta abierta.—¡¿Quién tiene mi botella de jugo?!—gritaba éste. Sus pasos retrocedieron del pasillo rápidamente para dar reversa a nuestros lugares. Robert se paró en el marco de la puerta. Miró solo a una persona.—¿Así que tú eras quien tomó a mi botín?—lo señaló, sus párpados entrecerrados al mirarlo receloso.

—Hum…—Aidan le regresó su botella. —Lo siento.

El actor negó al fijar sus ojos en el ladrón de su botella de chocolate líquido. —El que debería decir eso soy yo. ¿Mal de amores?—adivinó y soltó una risita que me pareció cruel en ese instante.—No, no, más bien la pregunta es ¿el todas mías llorando por una?—Mi criterio se borro y termine riendo en compañía.

Aidan se llevó una mano al rostro. —¿Tanto se nota?

—Sí.—Contestamos Sheehan y yo al usismo.

—Dios… Se supone que debo separar lo personal de lo laboral…No debería de traer mis problemas al rodaje.

Justo enmedio de su lamentación se escuchó a alguien correr. Los tres dirigimos las miras a esa dirección. Detrás de la puerta se situó la imagen de Ellen Page como la responsable.  —Comenzaremos a rodar, es su escena, chicos.—Nos alertó.—Dense prisa.

Robert fue el primero en salir, no sin antes darle unas plasmaditas a Aidan antes de perderse en el corredor junto con Ellen.

—No te mortifiques.—Apreté su hombro.—Aparte de desenvolverse en un set también hay amigos que están dispuestos ayudarte. No puedes evitar traer cargas aquí, todos tenemos un mal día. Puedes tener la plena  seguridad de que en mí puedes confiar. —Me dedico una diminuta sonrisa. Pude sentir la gratitud desprenderse de él. Supe que la plática había acabado. No quise indagar más y causar sufrimientos al notarlo mejor. Me levanté, adelantándome unos metros. Al no sentir su presencia di media vuelta. —Vamos, anciano.—Lo vi ponerse de pie—.  Number Five necesita darle su dosis a sus fans. Morirán.

Rodó los ojos por la lección de mis palabras pero tenía una sonrisa juguetona.

ONE SHOTS ° [A.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora