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Las mellizas se encontraban sentadas en el suelo con varios libros a su alrededor. Se habían quedado en el interior de la barrera con la loba que atrás había dejado sus intentos de marcharse.

Estaba echada junto a ellas pero Josie miro con tristeza el espacio de separación. Aun cuando estaba cerca, no estaba dándole su calor como el día anterior o aquella mañana. Al principio creyó que era solo para darles espacio para trabajar o no asustarlas pero cuando intento llamarla para que se acercara la loba solo le había dado una mirada corta sin moverse de su sitio aunque si mantenía su atención en los adultos.

Estos, especialmente Alaric había intentado atravesar la barrera pero cuando apenas se acercaba la loba saltaba para gruñirle y mostrarle sus colmillos mientras avanzaba amenazantemente hacia él. Lo mismo había pasado con sus tías aunque ellas entendieron más pronto el mensaje. Aun así no dejaba de vigilarles.

Hope suspiro "Esta oscureciendo".

El lobo gruño como respuesta. Llamando la atención de las mellizas.

"Sabes que tiene que volver. No le dejarán quedarse con nosotros, y menos sola."

El lobo bajo la mirada dolorosamente y bufo dolorosamente.

"No hagas eso. No nos pertenece..."

El lobo enojado se puso de pie de un salto y comenzó a caminar con frustración evidente. Rodeando a las mellizas que lo miraban confusas al igual que los adultos.

Alaric dio un paso al frente llamando la atención del animal –Chicas. Es hora de volver, se está haciendo tarde.

Lizzie no se quejó. En silencio comenzó a guardar sus cosas mientras Josie volteaba a ver a su padre con enojo y luego hacia el lobo.

-Vamos Jo –. Susurró Lizzie poniéndose de pie. Notando como los ojos ámbar seguían sus movimientos pero no se detuvo –Necesito una ducha caliente.

Josie imitó a su hermana casi por inercia y le siguió hacia la barrera junto al lobo que le seguía. Su mirada se mantenía baja mientras su cabeza se aceleraba sabiendo lo que vendría.

Lizzie cruzo y su padre le abrazo con firmeza dando un pequeño suspiro de alivio pero luego miro a su otra hija que se había detenido a un par de pasos de la barrera. Su ceño se frunció con preocupación.

-¿Josie? –. Le llamo Alaric y extendió su mano hacia ella.

Ella negó al instante y les miro con firmeza –Me quedó.

Su padre apretó sus labios y soltó un suspiro silencioso –No. No pienso permitirlo.

-No me importa –. Respondió al instante la morocha –No pienso dejarla de nuevo. No la abandonaré.

Hope suspiro en su interior sintiendo como su corazón revoloteaba con demasiada fuerza pero negó en silencio. La esperanza siempre era algo peligroso a su parecer y Josie tenía el poder de generarla tan fácilmente que le aterrorizaba.

Sabía que solo quería ser una buena amiga. Que solo era su naturaleza bondadosa hablando pero aun así no pudo evitar sentir demasiado. Algo molesto al instante en que recordó que solo eran amigas y nada más. Convencida de ello. Bajo su mirada y negó con más firmeza a la vez que se ponía de pie y le daba la espalda a la ventana que le dejaba ver el exterior.

"Déjala ir."

El lobo quiso quejarse. Quizás negarse pero no pudo. El sentimiento y pensamiento era firme en su interior.

Alaric miro a su hija con severidad –Josie...

Se quedó en silencio al ver a la loba acercarse. Esta se situó tras la joven y con la parte superior de su cabeza le empujó hacia la barrera haciéndole dar un pequeño salto.

Lobo SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora