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-¡Lizzie!

La rubia sonrió brillantemente en cuanto escucho la voz que le llamaba. Girándose para ver el auto de lujo que acababa de detenerse frente a las puertas de la escuela. Tenía las ventanillas bajas para permitir que la voz saliera pero enseguida le imito su dueña con sus tacones haciendo crujir la grava bajo ellos.

-¡Tía Becks! –. Exclamo feliz en respuesta. Volteando solo un momento hacia su hermana –Josie despierta. Tía Becks está aquí.

Soltó descuidadamente volviendo su mirada hacia la mujer que le dio la vuelta al auto con elegante paso. Robando la admiración de la más joven solo con su andar y su corazón con su sincera sonrisa y abrazo firme.

Lizzie se acomodó en este como un lindo gatito que Rebekah acaricio con cariño y una sonrisa maternal que no oculto aunque perdió algo de fuerza al ver a la otra melliza.

Distraídamente Josie miraba hacia el interior de la escuela. Sus puños apretados sobre su falda y su ceño fruncido en combinación con su puchero malhumorado. Mostrando con claridad su estado de ánimo.

-¿Qué pasa? Josie. ¿No estas emocionada por buscar vestidos? –. Pregunto desconcertada y casi horrorizada.

Esta salto volviendo su atención al escuchar su nombre a la vez que su hermana daba un resoplido y giraba sus ojos.

-Está molesta porque no ha visto a Fido en todo el día.

-Lizzie... –. Refunfuño.

Rebekah volvió a sonreír con suavidad. Alejándose de Lizzie para dar un paso hacia la morocha y abrir sus brazos donde esta se acomodó con su puchero de vuelta y semblante entristecido.

Le consoló en silencio pasando su mano por sus cabellos y espalda –Debe estar ocupada. Está bien, querida, de ahora en adelante será solo para ti.

-Si... –. Respondió sin ánimo.

Sintiendo que algo no estaba bien. Molestándose más porque al no verle no podía saber que era y no podía hacer nada.

-Mira. Ahí está.

Rebekah aflojo su agarre para no interferir en la vista de la morocha que enseguida se fijó en la loba.

Hope dejo el último escalón de las escaleras. Poniéndose su chaqueta de cuero mientras andaba con seguridad. Sacando sus cabellos con un simple movimiento elegante de su mano que los lanzo por los aires para luego rebotar a su espalda.

Los ojos de Josie le recorrieron lentamente. Deleitándose ante la clara belleza y sensualidad que la ropa ajustada y el carisma irradiaba. Le robo el aliento. Agitando su corazón y fabricando burbujas que explotaron en su estómago mientras su mente no dejaba de absorberle.

Ignorando como Rebekah soltaba una risilla baja siendo completamente consciente de todo y su hermana resoplaba volviendo a rodar sus ojos. Al menos, hasta que le dio un manotazo.

-Lizzie.

-Pasas demasiado tiempo con Fido. Babeas igual –. Soltó con juguetona molestia.

Hope se unió al grupo y elevo su ceja con curiosidad ante la risilla de su tía y la mirada de muerte que la morocha sonrojada le daba a su hermana que sonreía con suficiencia.

-¿De qué me perdí?

-Nada, cariño –. Dijo su tía aun entre sonrisas. Alejándose de las mellizas para atraparle entre sus brazos y darle un momento a la sifón para que se recompusiera al ocultarle por completo.

-Te tomaste tú tiempo, Fido –. Soltó Lizzie con molestia ante la amenaza de su hermana que encaro casi burlona porque realmente el puchero no era muy intimidante –Uno pensaría que andarías por los alrededores de mi hermana...

Lobo SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora