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Josie despertó a la mañana siguiente al ser golpeada por el brazo de su hermana que cayó de golpe sobre su abdomen. Sintiendo como está refunfuñaba en sueños contra su cuello.

Miro hacia su cama donde las Mikaelson dormían abrazadas y apretujadas, al haberse negado con todas sus fuerzas a dejar a la loba sin vigilancia. Keelin rodeando protectoramente a Freya que le aferraba con adoración. Y por un momento se dejó imaginar de la misma forma con Hope.

Sonrió sintiéndose tonta y escapó del agarre de su hermana. Sentándose sintiendo como sus pies acariciaban un pelaje antes que el suelo. Miro hacia abajo y encontró a Hope dormida a su lado de la cama aun cuando había sido depositada en la suya.

Josie se levantó casi saltándole y se agachó a acariciarle. Preocupada porque no se hubiera movido ante el ruido. Suavemente paso sus dedos por su cabeza y cuello sin que hubiera más reacción que un pequeño quejido, y una lucha silenciosa dónde la cabeza trato de elevarse pero solo lo logro por algunos centímetros antes de volver a golpear la madera.

-Está bien. Descansa. Ya volverás cuando estés lista... –. Susurro la morocha y le dio un suave beso en su mejilla –Yo te esperaré.

Se puso de pie y tomo su bata para luego salir de la habitación a buscar el desayuno de la loba. Supuso que hoy necesitaría un poco más de lo normal.

Y mientras pensaba en que llevarle ignoro como Keelin le había observado desde que dejó su cama. Sonriendo en secreto y casi feliz de que el corazón de su sobrina parecía estar seguro.

***

Freya yacía sentada en el suelo con las piernas dobladas, entre las camas de las gemelas que ya se habían tenido que ir a clases hace un rato. El que Hope estuviera inconsciente había hecho imposible el sacarle de la habitación, en especial con todos los estudiantes así que las Mikaelson se habían quedado a cuidarle.

Demasiado preocupadas por la falta de señales de que despertara.

La rubia había elevado la cabeza del lobo y le había recostado en su regazo. Pasando suave y sin parar, los dedos entre su pelaje. Preocupada por como notaba de nuevo poca magia en su interior y frustrada por no poder hacer algo.

-¿Intentaras forzar el cambio de nuevo? –. Keelin se hayan sentada frente a ella. Recargando su espalda en la cama de la morocha.

-No. Al menos no hoy –. La rubia suspiro –Pero creo que tendré que hacerlo pronto y usando el método agresivo. Eso, o cortar el vínculo esperando que sea suficiente.

La castaña negó –Son pésimas opciones.

-Lo sé. El cambio le lastimara tanto que su cuerpo básicamente se tendría que recuperar de un atropellamiento de camión y cortar el vínculo es...

-No te lo perdonará –. Soltó Keelin con seriedad dejando en claro su postura.

Freya le miro con enojo –¿Crees que no lo sé? Está enamorada de esa chica, demasiado enamorada como solo un adolescente puede amar. Básicamente le arrancaría el corazón.

-Si lo sabes, deja de pensar en ello como una opción –. Gruño su esposa –No se tu pero para mí es claro que Josie le hace bien. Le hace intentar ser menos agresiva. Ser alguien digno. Si se lo quitas, podrías convertirla en lo que todos hemos tratado de evitar. En especial sus padres.

-¡Lo sé! –. Exclamó Freya y negó –Pero estoy más asustada de lo que se convertirá si continúa como lobo.

-No será peor a lo que será si le arrancas el corazón –. Afirmo Keelin.

Lobo SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora