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El cambio fue instantáneo, o eso le pareció a Lizzie.

A la mañana siguiente; Josie despertó de golpe cuando una almohada le dio en la cabeza con relativa suavidad. Su cerebro aun adormilado apenas y pudo registrar lo que ocurría antes de que el mullido objeto volviera agredir su cuerpo. Los gritos acelerados de su hermana terminaron de arrancarle del mundo de los sueños donde cabello cobrizo, ojos azules y sonrisa arrogante eran un hermoso toque prevaleciente.

-Demonios, Jo. ¡Despierta! –. Grito Lizzie histérica –Nos perdimos la primera clase y vamos por la segunda –. La morena se sentó de golpe aunque se detuvo un momento cuando el mundo dio vueltas. Lizzie corrió al baño –No escuche mi alarma ¿Cuál es tu pretexto?

Josie trato de salir de su cama con un salto pero sus piernas se enredaron en su manta y termino cayendo a un lado solo con sus rodillas en un golpe seco que le saco un quejido. Con una mueca aun en su rostro tomo su teléfono que seguía junto a sus almohadas y le dio un vistazo.

Al instante, soltó un resoplido –No tengo batería. Esta muerto.

Dejo el aparato en su mesa de noche donde su lámpara seguía encendida, provocándole una sonrisa al cerciorarse que nada de lo ocurrido había sido un sueño. Se apresuró a apagarla antes de que su hermana lo notara y luego conecto su teléfono al cargador. Lucho para escapar de sus mantas con infantil desesperación mientras Lizzie corría en ropa interior por todos lados buscando su uniforme.

Un suspiro escapo de sus labios –Voy a darme un ducha.

Lizzie se detuvo de golpe y volteo a verla con incredulidad –Espera. Ya tuvimos mala suerte ¿Y aun tomaras un baño?

Elevo los hombros con desinterés –Seré rápida, y como dijiste ya perdimos dos clases. Llegar a la mitad de la segunda no lo cambiara.

-Supongo –. Lizzie se encogió de hombros y volvió su vista a su closet.

En ese momento, Josie se apresuró a quitarse la sudadera de la cobriza antes de que su hermana la notara y volvió a esconderla bajo sus almohadas. Tomo el montón de mantas del suelo y desordenadamente las lanzo sobre su cama.

La rubia giro con hacia su cama con dos blusas entre sus manos que levanto frente a sus ojos y les miro con indecisión pero por el rabillo del ojo vio algo que le hizo saltar.

-¡¿Y eso de dónde salió?! –. Soltó un grito mirando al lobo de peluche en la cama de su hermana que le miraba con cierta burla a su parecer y que sin duda no había estado antes en la habitación.

Josie bajo su mirada con timidez y sonrió levemente –Hope.

-¿Cómo que Hope? ¿A qué hora? ¿Cuándo...? –. Dijo la rubia mirándole con suspicacia y el ceño levemente fruncido. Su hermana rio por lo bajo ante su confusión y negó terminando de tomar sus cosas para el baño. La rubia soltó una exclamación de horror –¡Lo sabía! Felpudo sí era un gremli y cuando lo moje... dios, es mi culpa. El mundo se acabara solo porque quería que oliera rico y jugar con su pelaje.

Josie no pudo aguantarlo más y soltó una carcajada –Basta. Hope no se multiplica con el agua... lo envió a cuidarme...

-¿Cuidarte de qué? –. Pregunto la rubia con mirar confuso.

-Pesadillas –. Respondió la morocha tajantemente. Dejando en claro con su mirada tensa que no quería hablar del tema.

Su hermana le miro con preocupación pero solo asintió, volviendo a la ardua tarea de elegir su atuendo ahora que tenía tiempo.

-Bueno. Espero que este no se atreva a babear al sr. Stef, o lo exploto en mullidos pedazos –. Soltó la rubia distraídamente mientras se ponía unos pantalones.

Lobo SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora