-¿Dónde demonios estaban?
Se quejó Lizzie en cuanto les vio aparecer por el pasillo. Sorprendidas miraron a su alrededor buscándole hasta que notaron sus piernas bailando colgadas de uno de los sofás frente a la crepitante chimenea. Dieron algunos pasos al interior de la sala y con suspicacia notaron el vacío a su alrededor aunque pronto su atención estuvo en la rubia que tranquilamente hojeaba una revista de modas que cerro de golpe.
Dio un suspiro cansado y la lanzo sin cuidado a la mesa de centro para luego girar con elegancia en su sitio y ponerse de pie en un movimiento fluido que finalizo con su mano haciendo volar su cabello por sobre su hombro. Hope no pudo evitar sonreír de costado con incredulidad ante todo ello.
-Entonces ¿Dónde estaban? –. Volvió a preguntar con cierta molestia dejando su imagen de modelo en un segundo. Tan de golpe que casi asusto a las chicas –Díganme que no estaban buscando un hueso por ahí, porque iu.
-¡Lizzie! –. Exclamo Josie a la vez que un sonrojo aparecía en su rostro súbitamente. Instintivamente mirando a sus lados, dejando ir un suspiro aliviado al no encontrar a nadie. Miro a su hermana con molestia –Tus comparaciones cada vez son peores.
La rubia con una mueca asintió levemente –Si. No... –. Se encogió de hombros y sonrió con simpleza –No sé, solo vino del fondo de mi alma.
-Que sin duda es del tono contrario que tus impecables deportivas –. Agrego por lo bajo la cobriza sin mirarle.
-Ja. Ja. Ja –. Lizzie le miro con ojos entrecerrados con cierta fiereza pero poco duro. Al acercarse un poco, término encogiéndose de hombros –Que puedo decir, solo es algo gris. Y ni se te ocurra poner tu pata en mis adidas o te trasquilo.
Hope había estado acercando sutilmente su pie pero se detuvo al escucharle y dejo ir un sonoro respingo indignado. Rodo los ojos y se dio la vuelta, volviendo al camino hacia las escaleras.
-¿A dónde crees que vas? Tenemos cosas que hacer.
Josie casi dejo ir un gritillo de terror al escucharle y volteo a verle con pánico, dejando de seguir los movimientos de la cobriza que se detuvo al escucharle. Esta soltó un quejido que se convirtió a la mitad en un gruñido que lanzo a los cielos siguiendo en movimiento para girarse a verle.
-¿Qué hay que hacer? –. Pregunto la morocha con miedo en su tono bajo.
-Sesión de relajación con los chicos y Pedro –. Respondió con simpleza –Veremos algunas películas. Tranquilas, ya luche por una de terror entre la multitud de superhéroes –. Soltó un suspiro y sonrió con orgullo –Por fortuna los ñoños no pudieron evitarlo... Como sea, ya que son las ultimas les toca ir por el helado –. Comenzó a andar hacia el pasillo donde paso a un lado de la cobriza –Y yo que soy un alma caritativa me ofrecí a esperarles y ayudar.
La morocha dejo ir un suspiro siguiéndole con una pequeña sonrisa cariñosa oculta –Querrás decir que te escapaste de ayudar en la habitación, no.
Su mentón se elevó –Tu lo llamas así. Yo le digo servicio de búsqueda intensa.
-Pero si estabas acostada –. Refuto enseguida la mayor.
-Las encontré, no.
La orgullosa simpleza fue obvia en su tono y su andar que no se detuvo, evitando que vieran la sorna oculta en sus facciones. Su hermana casi podía ver la sonrisa pícara en su rostro que desapareció al notar algo. La rubia detuvo sus pasos y miro a su alrededor para al final ver hacia su espalda.
Hope soltó un suspiro profundo y siguió su camino hacia las escaleras haciendo una pequeña mueca mientras movía su hombro adolorido.
-¡Fido! ¿A dónde crees que vas? –. Exclamo haciéndole detenerse.
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Lobo Suelto
RomanceLiteralmente lo que el título dice. Lo que pasa cuando se hacen hechizos sin pensar