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Las luces traseras se perdieron en la oscuridad. El ronroneo del motor se difumino entre la fría ventisca del invierno dejando solo un silencio ensordecedor a la vez que el aroma a bosque, tierra y una pizca de chocolate se disolvía hasta no haber nada más que frio.

Fue entonces cuando el golpear de rodillas contra el suelo y un sollozo lastimero rompió abruptamente el silencio. Alaric y Lizzie saltaron casi a la vez por la sorpresa pero no lo pensaron antes de correr hacia Josie que se aferraba a sí misma casi con desesperación. Tratando inútilmente de recuperar la calidez que había confortado su interior.

Se había ido con ella. El frio helado atravesaba su sistema como una espada afilada que poco a poco iba rasgando su corazón y mientras lo comprendía; su mente al fin volvió a formar pensamientos coherentes...

"Solo tuve un crush de ti cuando era una niña..."

"No importa. Solo era una niña..."

"No. Ya no veo a Hope de esa forma"

"No. Jamás pensaría en tener algo con ella..."

"No. No estoy obsesionada con ella"

"No. No la admiro"

"No. No me agrada"

"No me gusta"

"No pienso en ella"

"No la extraño"

"No la quiero..."

Todas las mentiras que su boca había soltado. Todo lo que dijo por temor. Todo lo que intento por escapar del revoloteo de su corazón que siempre volvía a agitarse por ella.

Por estar a su lado y no atreverse.

"No me dejes"

"No quiero estar sin verte sonreir"

"No quiero que dejes de hacerme sonrojar"

"No alejes tu mirada de mi"

"No hagas que tenga que estar sin escuchar tu voz"

"No me dejes sola"

"Te quiero"

Todas sus verdades se arremolinaron en su pecho. Presionando a su garganta para que las liberada pero no había quien las escuchara.

Hope se había ido.

Dejándole con el dolor de que sus sentimientos quizás jamás fueran oídos.

Dejándole en el helado silencio.

***

Sus ojos se abren con pesadez. Cerrándose de golpe casi al instante para tratar de escapar de la luz del día aunque sus párpados no pueden hacer demasiado. La brisa húmeda se cuela por la ventanilla y un escalofrío recorre su cuerpo haciendo que su piel se erice.

Gira hacia un lado sintiendo como el cansancio abruma su mente pero sobre todo su cuerpo adolorido hasta el punto que le hizo soltar un quejido.

-Cariño. Qué bueno que despiertas, estamos llegando –. Informo Freya girando sobre su asiento y con una sonrisa suave ofreció un conjunto de ropa.

Hope no le vio. Su atención se vio atraída por los restos de cristales que decoraban el suelo del vehículo y al elevarse un poco sobre sus brazos, noto los grandes cortes que desgarraban el asiento de cuero sobre el que descansaba. Miro sus manos y piernas buscando la certeza que la suciedad que los cubría enseguida le dio y un bufido escapó de su pecho.

Lobo SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora