Capítulo 4

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Que noche la que pasamos. La verdad que las amistades de Pablo nos cayeron muy bien. Como tenemos planeado un tour hacia Chefchaouen, quedamos en ir con ellos a un club cerca del hotel en la noche.

– Que bueno que está el Pablo, ¿vieron cómo me miraba? – pregunta Joselyn. – Sí, de la misma manera que lo mirabas a él – dice Beatriz. – Y tú no te quedabas atrás con su amigo Esteban – digo riendo. – Sí, pero yo no voy a terminar en la cama con él – comenta. – Pues yo sí, no puedo desaprovechar esta oportunidad – dice Joselyn haciéndome reír. – Ay Lyn tu no cambias – digo negando con la cabeza. – ¿Y ser una mosquita muerta como Bea?...no creo – dice haciendo muecas. – No soy mosquita muerta...solo que respeto a mis hijos – dice Beatriz. – Pero si ellos están lejos, aprovecha y hazte un cambio de aceite y filtro... y tú también Bel – nos dice Joselyn. – Anabel no puede, ella sigue casada, no ha firmado los papeles de divorcio – dice Beatriz. Me asombro al ella decirlo - ¿Cómo lo sabes? – pregunto un poco enojada. - Eh...me lo supuse... - responde. - ¡Bea... sí que eres inoportuna! Bel, no le hagas caso. Ella sólo está preocupada por ti... - dice Joselyn y la interrumpo. – Necesito estar sola – digo, tomo mi bolso y salgo del cuarto.

Espero encontrarme a Nasire, necesito de su compañía. Me hace olvidar mi situación y me ayuda a traerme a la realidad. Camino, y camino, pero no lo encuentro, tampoco quiero preguntar por él y crear mal entendidos. Me acerco a recepción y me tiento a preguntar, pero cuando se acerca la chica le pido que llame a Hadir para que nos venga a buscar.

– Bel, te he estado buscando – dice Joselyn al encontrarme en recepción. – Lo siento Lyn, he estado muy sensible. Por alguna razón no puedo dejar de pensar en Sam – me disculpo. – Yo sé que es difícil, pero tú fuiste la de la idea de hacer algo diferente para olvidar nuestras penas y eres la menos que has disfrutado. Tal vez te olvidas de él cuando por fin firmes los papeles...yo pensé que ya lo habías hecho – dice ella jugando con mi cabello. Niego con la cabeza sintiendo cómo mis ojos se llenan de lágrimas. – Te entiendo Bel, realmente sí...aunque parezca que no. Yo fui testigo de tu relación, pero te confieso que te admiro por tu fortaleza en hacernos creer a todos que estas bien cuando no lo estas. Por favor Bel, nosotras somos tus amigas y para eso estamos, para apoyarnos, cuidarnos... - dice abrazándome. – Y regañarnos también – dice Beatriz uniéndose al abrazo. Luego llega Hadir y nos vamos a disfrutar de nuestro tour.

- Bienvenidas a la Perla Azul – nos dice Hadir cuando llegamos. – ¡Que hermoso! – decimos las tres a la vez. Le llaman así por lo que las edificaciones están pintadas de azul. Es una ciudad situada entre un escenario montañoso realmente increíble.

Después de recorrer las tiendas y comprar cada curiosidad que nos ponen de frente, almorzamos en un restaurante donde nos sientan en una terraza en el segundo piso. Nos tomamos tantas fotos y la pasamos tan bien que el mal rato de la mañana se desaparece. Pedimos una ensalada de queso dejándonos con la boca abierta de tan deliciosa que es, tiene queso de cabra, pasas, nueces entre otras cosas, es muy refrescante y llena de muchos sabores.

Antes de regresar al hotel pasamos por una tienda donde hay unos vestidos típicos que me llaman mucho la atención, en especial uno azul con detalles negros. – Este me quiero comprar – digo con emoción. – ¿No te bastó con el azul de la ciudad? – pregunta Beatriz al salir del probador, ella se está midiendo uno amarillo que le queda espectacular. – Yo quiero este rojo pasión porque es lo que le voy a dar a mi Rodolfo Sancho – dice Joselyn haciéndonos reír.

Al regresar al hotel, siento un poco de ansias por ver a Nasire para contarle lo hermoso que me pareció Chefchaouen, disimuladamente me tomo mi tiempo en caminar hasta el elevador, pero no lo veo. – Disculpe, ¿el señor Nasire no se encuentra en el hotel? – le pregunto al chico de servicio que nos ayuda a llevar las compras a nuestra habitación. – El señor no viene hoy, ¿necesita algo? ¿Algún problema con el servicio o su suite? Con mucho gusto le puedo asistir – responde. – No al contrario todo está de maravilla – respondo haciéndolo sonreír con orgullo.

Llegamos y luego de que nos ayuda a poner todo dentro de la habitación se marcha. – Bueno Bea, avanza tú primero así tienes más tiempo para arreglarte – digo abriendo un sobre que me dio el chico del servicio cuando llegué, ella responde haciendo una mueca y entra al baño.

Al abrir el sobre es un mensaje que lee "Recibí tu mensaje, por favor llámame...Sam", trago fuerte al leerlo. – ¿Todo bien? – dice Joselyn asustandome. – Que te puedo decir – digo poniendo los ojos en blanco enseñándole el mensaje. - ¿Lo llamaste? – pregunta. – Sí como idiota – respondo. – Ven vamos a tomar una copa de vino – sugiere y nos vamos al balcón.

– Este lugar es mágico – comenta mientras ambas miramos hacia el atardecer, yo solo asiento con la cabeza. – No dejes que Sam te siga destruyendo amiga, él no merece tus lagrimas ni tu tristeza... - dice tomando un sorbo de vino, vuelvo y asiento con la cabeza.

- ¿Tienes interés en Nasire? – pregunta, esta vez volteo a mirarla. - ¿Por qué lo preguntas? – cuestiono. – No me respondas con uno pregunta – dice sonriendo. – Para nada – respondo. – Solo que me siento cómoda con él, no sé, tal vez por su amabilidad y su respeto – continúo tomando un sorbo de vino. – Jumm...la verdad que sí es muy respetuoso... – dice y enciende un cigarrillo. – Dame ese maldito mensaje – me pide con el cigarrillo en la boca. – Esto es lo que tienes que hacer con los recuerdos – dice mientras le prende fuego al papel y lo quema. – Dame uno – le pido y se asombra, pero me lo da. – Ah...realmente me hacía falta fumarme uno – digo sonriendo haciéndola reír. - ¿Y tú fumando? – pregunta Beatriz envuelta en una toalla. – Pásame uno – le pide a Joselyn y nos quedamos en el balcón disfrutando de una copa de vino y un cigarrillo como lo hacíamos en nuestra juventud

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