- Hola Bel, ¿cómo te fue en Marruecos? Pensamos que te habías quedado por allá. Hace tiempo que no vienes - dice Sheila, la chica del club cuando entramos. - La pasé increíble, tanto así que por poco me quedo - respondo sonriendo. - Te presento a Nasire, el responsable de que la pasara tan increíble en mis vacaciones - le digo.
- Mucho gusto Srta. Sheila - dice Nasire extendiendo su mano. - Encantada y bienvenido - responde sonriendo estrechándole su mano. - ¿Listo para bailar? - ella pregunta mientras nos lleva a nuestra mesa. - Más que listo - responde haciéndome reír. - César los atenderá, disfruten - nos dice Sheila y se marcha. - ¿De verdad que estás listo para bailar? - pregunto riendo. - Sí, bailar es mi talento oculto - responde sonriendo.
- Hola Bel un gusto verte, ¿qué desean tomar? - pregunta César. - Un gusto verte también, dos cervezas por favor - respondo. - Muy bien - dice y se marcha. - Me gusta la música - comenta Nasire. - Joselyn y yo veníamos siempre después de que me separé, es nuestro lugar favorito. Siempre bailábamos solas, hasta que aprendimos el baile y me conseguí una pareja. Ojalá venga para que lo conozcas - digo sonriendo. - ¿O sea que aquí todos bailan el mismo estilo? - pregunta confuso. - Sí, Kizomba - respondo. - ¿Kizomba? Nunca lo he escuchado...algo me dice que me voy a arrepentir de haber dicho que estoy listo para bailar - dice haciéndome reír.
César nos interrumpe para traernos las cervezas, le agradezco y se marcha. - ¡Ah! mira ahí va una pareja - comento. Se comienzan a mover y veo cómo se le abren los ojos. - Creo que necesitaré más que una cerveza para que mi cuerpo se mueva así - comenta haciéndome reír a carcajada.
Mientras más baila la pareja más sexy se comienzan a ver. - ¿Y con quién tú bailabas así? - pregunta con el ceño fruncido. - Con un hombre que baila increíble y además es muy guapo - respondo para molestar. - Sí, me gustaría conocerlo para decirle que ahora tienes con quien bailar - dice tomando un sorbo de cerveza. - Descuida no tienes por qué preocuparte - digo guiñando un ojo. - Yo no estoy tan seguro de eso, este baile es demasiado sensual - comenta tomándose el resto de la cerveza de un solo sorbo. - Lo sé y no puedo esperar a bailarlo contigo - respondo mordiendo mi labio. Él voltea la mirada para mirarme y sonríe. - ¿Desean otra cerveza? - pregunta César. - Mejor un whisky en las rocas, gracias - dice Nasire. - Una cerveza para mí, gracias César - digo sonriendo. - Creo que te voy a sorprender - comenta Nasire haciéndome casi escupir el sorbo de cerveza. - Tomemos nuestros tragos e intentamos a ver si me sorprendes - digo con emoción.
Sonriendo me avisa que está listo para bailar, y creo que el alcohol le ha hecho efecto, sus ojos brillan de una manera diferente. Nos levantamos y cuando vamos a caminar hacia la pista de baile, mi pareja de baile se acerca.
- Cariño ¿cómo estás? Me has hecho mucha falta - dice Daniel. - Yo también te he extrañado muchísimo - digo abrazándolo. - Ya veo que tienes pareja - dice sonriendo mirando a Nasire. - Nasire, te presento a Daniel mi pareja de baile. Daniel, él es un hombre maravilloso que conocí en Marruecos - digo sonriendo. - Mucho gusto - ambos dicen a la misma vez estrechando sus manos. - Me alegra que hayas conocido a alguien Anabel, hacen una pareja muy bonita - comenta Daniel haciéndome sonreír, miro a Nasire y está sonriendo de lado a lado. - Yo también conseguí pareja, pronto ha de llegar - comenta. - Me encantaría conocerla - respondo. - Bueno, vayan a disfrutar - nos dice sonriendo y se marcha. - Ya sé porque me dijiste que no me preocupara - comenta Nasire en mi oído haciéndome sonreír. - A pesar que es mayor y que puede ser mi padre se mueve muy bien, ya verás - digo tomándolo de la mano para irnos a bailar.
Nos comenzamos a mover, al principio estamos un poco desincronizados, causándonos gracia. - Creo que necesito otro whisky, me tengo que soltar más. A ver quiero verte - dice sonriendo. Me sorprende la forma tan distinta que es este Nasire al Nasire de Marruecos, está como más jocoso, dejándose llevar por el momento y me fascina, bueno ambas personalidades me fascinan.
- Está bien - respondo, me despego y comienzo a moverme, al principio estoy un poco apenada, pero luego me dejo llevar por la música. Él me disfruta, me mira de arriba abajo sonriendo muy sensual y yo excitándome con cada movimiento que hago. Me volteo y de pronto él se pega por detrás - Ya memoricé tus movimientos - dice con voz ronca en mi oído. ¡Ay mi madre! Mi cuerpo lo pide a gritos. Me volteo para quedar cara a cara, ahora sí nos movemos, su cuerpo lee mi cuerpo. - Siento que estamos haciendo el amor con ropa - dice en mi oído haciéndome jadear. Lo miro y cuando estamos a punto de besarnos Daniel nos interrumpe para presentarnos a su pareja, así que nos vamos a la mesa nuevamente para poder conversar mejor.
Después de conversar un rato con ellos regresamos a bailar. Esta vez nos vamos intercambiando de parejas durante la canción, la estamos pasando de maravilla. Lo observo mientras baila, él me observa mientras bailo. Finalmente nos toca a nosotros juntos.
- Mmm...Princesa que rica eres - dice oliendo mi cuello, su aliento huele a licor. - ¿Estás ebrio? - pregunto. - Un poco - responde sonriendo y me besa intensamente. - Nasire estamos es público - digo pegado a sus labios. - Pues entonces vámonos porque no puedo dejar de besarte - responde besando mi cuello. - ¿No quieres tener sexo conmigo? - continúa. - Claro Ojitos - respondo sonriendo. - Vámonos - dice con travesura tomándome de la mano, nos despedimos de todos y nos marchamos.
- ¿Falta mucho para llegar a la casa? Me has dejado muy mal, no puedo esperar Anabel - dice Nasire poniendo su mano muy cerca de mi intimidad. - Tu trasero se veía...ufff...rico para morderlo mientras bailabas y yo con miedo que fueran a notar mi excitación - comenta mirándome con ojitos ebrios. - Ahora el que necesita comer algo eres tú - digo riendo. - Sí, necesito comer pero a ti...quisiera ser caramelo para deshacerme en tu boca - dice haciéndome reír. - Nasire...eres otro - comento entre risas. - ¡Estoy loco por ti Anabel...loco! Quiero darte todo, pídeme lo que quieras. ¿Quieres que deje el hotel y me mude para acá?...lo hago preciosa, lo hago por ti - continúa. - Nunca te pediría eso Ojitos - respondo acariciando su barbilla.
- Aquí...vamos a este hotel, quiero sentir tu cuerpo...wow esa primera vez cuando estabas encima de mí pensaba que eras demasiado mujer para mí, estabas tan caliente, tan húmeda, tus senos excitados. Tus caderas moviéndose, tu rostro de placer, tu mirada buscando mis ojos y ahí fue cuando sentí como tu sexo y mi sexo se volvieron uno...como el amanecer - dice humedeciendo sus labios. Sus palabras hacen que mi intimidad se descontrole más de lo que estaba con lo que acaba de decir, así que me apresuro y acelero mi Cayman para llegar a la casa lo más rápido posible.
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Azul
RomanceAzul es una historia de romance que comienza cuando Anabel Montoya, una mujer de 40 años, sugiere un viaje a Marruecos con sus dos amigas en una noche de borrachera. Un viaje el cual les cambia la vida a estas tres amigas, en especial a Anabel al c...