Capítulo 35

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Todos en el hotel se recuerdan de mí y me saludan muy amablemente. Y en lo que Nasire atiende unos asuntos en su oficina yo salgo a caminar por el hotel para recordar cuando lo conocí. El olor del hotel me transporta rápidamente a esos bellos momentos.

- Buenas tardes Srta. Montoya - escucho y al voltearme es Ismail. - Hola Ismail ¿cómo estás? -pregunto estrechándole mi mano. - Muy bien...un gusto volverla a ver. Si necesita cualquier cosa me deja saber, voy a estar por esta área - dice servicialmente. - ¿Sabes? Sí, me encantaría una copa del vino local que me fascinó - le pido. - Con mucho gusto - dice asintiendo con la cabeza y se marcha. - Voy a estar en el área de la piscina - le aviso, él asienta y se marcha.

El hotel está repleto pero encuentro una mesa disponible y me siento a admirar el paisaje. Pensar que aquí empezó la mejor etapa de mi vida me hace apreciar el paisaje mucho mejor. El aire entra y sale de mis pulmones libremente porque he dejado liberar este sentimiento tan agudo que siento por mi Ojitos.

- Hermosa mujer... ¿me extrañaste? - dice Nasire parándose detrás de mí. Miro hacia arriba encontrándome con su bella sonrisa. - Te amo Ojitos - sale de mis labios sin pensar ocasionando que me bese. - Ten, te traje tu copa de vino, ¿te puedo acompañar? - pregunta. - Por supuesto galán - respondo. Lo observo cuando se sienta, está increíblemente bueno y no lo puedo evitar. - Salud - dice levantando su copa, yo hago lo mismo y tomamos un sorbo. - Exquisito...- lo saboreo.

- ¿Nos quedaremos aquí? - pregunto acariciando su mano. - No, ya verás... - responde con mirada traviesa. - Jumm... - digo mirándolo con curiosidad. - Me gustó que me llamen Srta. Montoya - digo sonriendo. - He dado instrucciones muy específicas - responde tomando un sorbo del vino. - Siempre procurando que me sienta cómoda - comento. - Esa es mi meta Srta. Montoya - responde guiñandome un ojo alborotando mis hormonas de pies a cabeza.

Terminamos de disfrutar la copa de vino e Ismail se nos acerca para avisarnos que nos vinieron a buscar. Confusa camino agarrada de la mano de Nasire y nos subimos en un auto con los vidrios tan negros que apena se ve hacia afuera. El chofer guarda nuestros bolsos en el portamaletas y nos marchamos.

- Esto de los vidrios oscuros me gusta...me dan deseos de hacer maldades - le digo al oído haciéndolo sonreír. - Me di cuenta que desde afuera no se ve nada - continúo jugando con mis dedos en su muslo como si estuvieran caminando para el cierre del pantalón. - ¿Qué quieres hacer traviesa? - pregunta en voz baja. - Comerme a Ojitos, me hace falta saborearlo - respondo, noto que su piel se eriza a la vez que suspira y oprime un botón el cual cierra el espacio que nos divide de la cabina del chofer. - No tenemos mucho tiempo, a donde vamos no es muy lejos de aquí - comenta. - No hay problema, lo voy a hacer tan delicioso que no vas a aguantar mucho - digo abriendo mi cartera para sacar una goma de mascar. - La menta es tan fuerte que me ayuda a crear más saliva...ya verás - digo guiñando un ojo y comienzo a hacer mi magia con mi boca. Mientras degusto de su delicioso miembro, Nasire juega con mi cabello haciendo que mis excitación aumente con cada segundo.

Sentimos que el auto se detiene justo a tiempo. Ojitos ha quedado muy complacido y yo, muy deseosa por él y más porque me dijo que se va a encargar de mí tan pronto le sea posible. Como si supiera lo que estábamos haciendo, el chofer no abre mi puerta hasta que Nasire sale del auto.

Desorientada salgo del auto, no sé dónde estamos pero me parece conocido el lugar. Nasire toma nuestras cosas y entramos al edificio. - ¿Este es el helipuerto? - pregunto al recordarlo, él asienta sonriendo. - ¿Vamos a montar camellos otra vez? Me tengo que cambiar no creo que sea muy cómodo con este vestido - comento. - Es una sorpresa...lo que llevas puesto es más que perfecto...porque se me ha ocurrido una idea - responde levantando una ceja. Y yo que tengo las hormonas haciendo fiesta, me quedo embobada mirando lo sexy que se ve haciendo ese gesto.

El agente nos recibe amablemente, presentamos nuestros pasaportes y nos acompaña hasta la pista. El helicóptero es un poco más grande que el de la vez pasada pero igual me pongo muy nerviosa cuando nos subimos. El piloto enciende el motor, nosotros nos ponemos los audífonos y al Nasire indicarle que ya estamos listo, el helicóptero comienza a subir.

- El viaje te va a fascinar - comenta Nasire sonriendo, lo beso y agarro fuertemente su mano. Inmediatamente vemos toda la costa, la vista es realmente maravillosa. De pronto siento la mano de Nasire entrar por dentro de la falda de mi vestido, doy un pequeño salto y lo miro rápidamente. Señalo al piloto con mis ojos con sonrisa traviesa - Descuida, él está en otra frecuencia - comenta guiñandome un ojo. Lo pienso por unos segundo pero como estoy a punto de caramelo, abro un poco mis piernas para darle más acceso. - Disfruta del paisaje princesa - comenta metiendo su mano por adentro de mi panty y comienza a acariciar mi sexo llevándome literalmente al cielo.


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