Capítulo 26

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Estoy perpleja y desorientada ya que al despertar me di cuenta que Nasire se había marchado. Su lado de la cama estaba vacío y sus cosas ya no están en el closet ni en el baño. Miro hacia la mesita de noche de mi lado de la cama y veo una nota "Adiós Anabel...Tu amante sin compromiso".

- ¿Pero y él que se cree? - pienso con coraje, mucho coraje. Mi teléfono suena así que corro a contestarlo pensando que es él pero es Juliette. Tomo aire y contesto - Buenos días Juliette - trato de no mostrar la furia que hay en mí. - Buenos días Anabel, ¿te llamé en mal momento? - pregunta. - Para nada, ¿cómo estás? - pregunto aclarando mi garganta. - Muy bien gracias, te llamaba porque quería preguntarte si es posible que vayas con nosotros a la nueva casa ya que el arquitecto quiere reunirse con nosotros y contigo por si hay que hacer cambios - me explica. - Sí me parece perfecto, ¿para cuándo sería? - pregunto. - En quince días, espero que no sea corto el aviso - responde. - Verifico mi agenda y te confirmo, ¿a cuál aeropuerto tendría que llegar? - pregunto. - No te preocupes, vamos en nuestro bote ya que te gustó tanto - dice riendo. - ¡Genial! Muchas gracias por la invitación, te confirmo más tarde - digo con entusiasmo y nos despedimos.

Me quedo mirando el teléfono y recuerdo que Nasire me llamó así que tengo el número donde lo puedo contactar, lo pienso por unos segundos y le marco. - Anabel - responde, me quedo en silencio porque no sé si actuar normal o reclamarle el que se haya ido sin decirme nada.

- ¿Todo bien? - pregunto. - Sí princesa - responde como si nada. - ¿Por qué te fuiste sin despedirte? - pregunto. - No te quería despertar - responde y yo comiéndome de coraje por dentro. - ¿Y no que no te gustaba jugar con las mujeres? - pregunto. - Yo no estoy jugando Anabel...quiero darte espacio...después de lo de ayer me di cuenta que necesitas más tiempo...yo te estaba exigiendo demasiado...es lo mejor para ambos por ahora - responde. Yo no quiero que te alejes de mí, pienso. - Al menos me hubieses avisado para haberme despedido de ti - comento. - Sí lo pensé...pero preferí hacerlo de esta manera...así te quedas con deseos de mí - responde. - Ojitos...¿no te diste cuenta que siempre te deseo? - pregunto. - ¿Buenos entonces quieres venir conmigo? Estoy entregando la moto pero tengo tiempo de llamar un Taxi y buscarte para irnos juntos a Marruecos - propone.

Lo pienso por unos segundos - Por más que quiera no puedo...tengo mucho trabajo que terminar - respondo. - Tranquila, lo entiendo - dice. - Cariño aquí está la factura final por la renta - escucho que Magaly le dice y siento un poco de celos. - Te dejo ir para que termines...te voy a extrañar - se me sale. - Yo también princesa...te llamo cuando llegue. Te amo mujer hermosa - dice, por su tono de voz sé que se está sonriendo. - Adiós Ojitos - digo para despedirme aunque en realidad quiero seguir hablando con él. - Adiós Anabel - se despide y terminamos la llamada.

Me quedo sentada en la cama perpleja. Siento coraje, decepción, tristeza, desilusión...exactamente como me sentía en mi adolescencia cuando me rompían el corazón. Llamo a Joselyn y al contarle lo ocurrido, le da la razón a Nasire. Me hace entender que él al igual que yo necesitamos reorganizar lo que queremos lograr el uno con el otro. Hay veces que en nuestra conversación siento que estoy hablando con otra persona. La chica libre de alma soltera, de pensamiento aventurero, ha puesto los pies en la tierra, ya no es Salvaje Lyn. El viaje a Marruecos le hizo un bien, me luce que su vida se ha establecido y me alegro tanto por ella que termino la llamada sintiéndome mucho mejor. El resto del día me paso en mi taller trabajando y por supuesto pensando en Nasire, al parecer es mi musa porque los diseños que creo están increíbles.

Doy un salto cuando mi celular suena, es un número el cual no conozco y respondo rápidamente, debe ser Nasire. - Hola princesa - dice haciéndome sonreír. - Hola Ojitos ¿cómo te fue el viaje? - pregunto. - Bien...pero muy cansado - responde, se nota por su tono de voz. - Sí la verdad que el viaje es muy largo - comento. - Mucho más cuando estás solo...si hubiese viajado contigo el tiempo se me hubiese ido rápido - dice.

- Mi Ojitos... ¿Cuándo será que nos volvamos a ver? - pregunto negando con la cabeza. - Te dejo el control de ese momento a ti Anabel...tú solo déjame saber cuándo y dónde y yo me encargo del cómo - responde haciéndome sonreír. - Está bien así lo haré...gracias Nasire - digo tragando fuerte. - ¿Por? - pregunta. - Por siempre entenderme y procurar que yo me sienta cómoda, despreocupada...por ponerme en un pedestal - respondo. - Mujer hermosa...es lo que más quiero...eres quien más añoro tener en mi vida, desearte, amarte, hacerte mía, darte todo lo que quieras, entregarme completamente a ti mi bella mujer...tú tienes el timón del barco mi capitana - dice lo último con humor haciéndome reír. - Mi chiquito de ojos preciosos...cuánto me gustaría poder abrazarte y besarte en este momento - digo negando con la cabeza. - Bueno princesa...hablamos luego, te amo...que no se te olvide - comenta. - Te extraño - es lo único que puedo decir. - Adiós Anabel - se despide y terminamos la llamada.

Tengo muchos pensamientos encontrados. Quiero estar con él pero al mismo tiempo tengo mucho miedo de sufrir otra vez y la diferencia de edad se presta para esto último. Pienso que el hombre tiene que experimentar muchas cosas antes de entregarse por completo en una relación...y Nasire está comenzando esa etapa. Después de Sam entendí que cuando el hombre no está "cazando" y está comiendo de la misma "presa" se siente atrapado en su propio terreno. Y no hay sentimiento alguno que le haga sentir remordimiento porque son unos egocéntricos que solo piensan en satisfacerse para sentirse más hombre.

Pero por otro lado pienso en Nasire y en sus raíces. El matrimonio de sus padres que han estado juntos por tantos años y a simple vista se ve no solo el amor pero el respeto que siente el uno por el otro. Los valores que Nasire demuestra tener son casi extintos en estos tiempos y se me hace difícil pensar que él sea de este tipo de "cazador". Tengo un festín de pensamientos revolucionando toda mi mente pero voy a aprovechar que mi chiquito me ha dado espacio para poner todo en orden aunque sé que tengo que apresurarme y tomar una decisión sino quiero perder a mi tesoro marroquí.


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