Los primeros minutos del viaje vamos callados, yo voy admirando su perfil acariciando su mano la cual está en el lugar perfecto...mi muslo. - ¿Quieres hablar de Samira? - pregunta despertándome de mis pensamientos sorprendiéndome. - Me intriga muchísimo...pero ahora no. Te estoy disfrutando, me hacía demasiada falta verte - digo sonriendo, él voltea la mirada a mí por unos segundos y me guiña el ojo. - Por tocarte - continúo acariciando su rostro. - Por olerte - digo acercándome a su cuello aspirando la mezcla de su olor y el perfume. - Por besarte y saborearte - beso su cuello y paso mi lengua por el lóbulo de su oreja notando como su mandíbula se tensa.
- Chis princesa, estás levantando a Ojitos - dice con humor haciéndome reír. - Si ese es el nombre de tu miembro... ¿qué nombre le pondremos a ella? - pregunto señalando mi entre pierna. Se queda pensando por unos segundos - Ya sé...preciosa - responde levantando una ceja acariciándome con su dedo meñique ya que está muy cerca...jadeo porque siento que esa pequeña caricia llega hasta lo más profundo de mi ser.
- Estoy muy sensible Nasire - digo mordiendo mi labio, él me mira y suspira. De pronto siento que el auto se hace un lado de la carretera. Toma mi rostro con ambas manos y me besa, nuestras respiraciones son rápidas a la vez que nuestras lenguas se acarician con desesperación. - Tenemos que llegar a la casa lo antes posible... - dice en medio del beso -...si no te tendré aquí y ahora... - está agitado -...porque este deseo que siento por ti va a explotar si no paramos de besarnos... - dice y nos quedamos pegados frente con frente a lo que nuestras revoluciones se calman. Nos sonreímos con complicidad y continuamos nuestro camino lo más tranquilo que podemos.
Llegamos a su casa, siento un hormigueo por todo mi pecho. Saca mi equipaje del auto y al entrar todos los recuerdos vividos en esta casa vienen a mi mente haciéndome sonreír.
- ¿Cómplice de tus pensamientos? - Nasire pregunta abrazando mi cintura desde atrás. - Recordando nuestros primeros días y momentos en este bello hogar - respondo. - Todavía no puedo creer que estés aquí...me das esperanza - dice moviendo mi cabello para besarme el cuello, cierro mis ojos disfrutando su cercanía. - Necesito sentirte en mi piel Nasire - digo entre dientes. Sus manos pasan de mi cintura hasta mis senos para acariciarlos de la manera que me gusta. Tiro mi cabeza hacia atrás para recostarla de su hombro y jadeo. - Vamos a tu habitación - digo sin aire. - Nuestra... - susurra en mi oído, su aliento es tibio erizándome la piel. Siento que su cuerpo se despega del mío, toma mi equipaje y con la otra mano toma mi mano y subimos.
Por más deseo que tengo de sexo le digo que le tengo una sorpresa pero necesito refrescarme y me gustaría hacerlo sola, él sonríe con travesura y asienta. Toma sus cosas personales y también se va a refrescar en el otro baño.
Me ducho con emoción, arreglo mi cabello un poco y me pongo un conjunto muy sexy de lingerie por supuesto color azul y negro, panty medias hasta el muslo y unos tacones plataforma muy altos. Antes de salir me pego a la puerta para ver si escucho ruidos, al escuchar unos pasos me vuelvo a mirar en el espejo y abro la puerta lentamente.
Está sentado en el filo de la cama solo con su pantalón pijama, su cabello está mojado y un tanto despeinado, enseguida su mirada se posa en mí. - Princesa - dice sin aliento mirándome de arriba a abajo haciéndome sentir la mujer más sensual existente y me encanta. - Estás hermosa - continúa acercándose a mí . - Wow...me parece que estoy en un sueño...parece irreal que una mujer tan guapa como tú esté con un chiquillo como yo - dice haciéndome sonreír. - ¿No será de la otra manera? - digo poniendo los ojos en blanco. - Mujer... - dice tan cerca de mí que siento sus aliento recorrer mi cuerpo entero. Mirando a mi ojos desliza su dedo índice por el medio de mis senos. Su solo tacto me hace jadear y cierro mis ojos, dejándome llevar por la caricia.
Luego mueve la tira del sostén para besar mi hombro, estoy flotando sintiendo que el tiempo se detiene. Lentamente da pasos para delante agarrando mi cintura ya que yo doy pasos para atrás, me está llevando hacia la cama besando todo mi cuello.
- Anabel...te necesito tanto - dice entre dientes y me besa apasionadamente, su excitación es mucho más evidente que la mía...muero por darle lo que me pide. Con cuidado me acuesta en la cama, besándome desde la boca bajando por mis pechos, luego mi abdomen deteniéndose cerca de mi intimidad para quitarme el panty mientras besa mis piernas, al no tocar mi intimidad me pongo mucho más ansiosa. De pronto siento su respiración en mi sexo seguido por lo que tanto deseo.
Parece experto en el arte del sexo oral...y yo encantada retorciéndome de placer en su boca. - Nasire...oh... - gimo y jadeo con cada orgasmo. - No puedo más...quiero sentirte...por favor entra en mí de una vez - digo entre dientes levantándome un poco para verle su rostro y esos ojos que me hechizan. Sin decir nada se acomoda entre mis pierna y... - Ohhh - jadeamos ambos a la misma vez al sentirnos. Lo siento mucho más delicioso, más intenso, mi corazón bombea más de lo normal, siento mariposas en mi pecho, quiero abrazarlo y no soltarlo, morderlo porque lo siento más mío que mi misma piel...
Tumbados estamos en la cama, mitad de mi cuerpo está encima del suyo con mi pierna entrelazada con la de él y mi cabeza recostada de su pecho. - Tú que te pusiste ese hermoso conjunto y yo casi ni te di tiempo de que lo modelaras - dice haciéndome sonreír. - Es que fue inevitable, te vi y me sentí como un lobo hambriento - comenta haciéndome reír. - Pues a mí me fascinó que me vieras como tu pedazo de carne - respondo haciéndolo reír también.
Me trepo encima de su cuerpo para sentarme a horcajadas en sus pierna. - Eres perfecto Nasire - digo mordiendo mi labio mirando su cuerpo. - No...tu eres perfección femenina...mira estos hermosos senos - dice sonriendo acariciándolos. Y yo que me preocupaba tanto por que los veo caídos...pienso. - Nasire me haces sentir tan bien...te q - el sonido de su celular nos interrumpe. Él lo mira y lo vuelve a poner en la mesita de noche. - ¿No vas a contestar? - pregunto. - Es Samira - dice encogiéndose de hombros. - Responde...no me molesta, tal vez se le ha quedado algo - digo, en realidad quiero ver su reacción a la conversación. - Está bien...si no le contesto seguirá insistiendo...la conozco - dice poniendo los ojos en blanco y contesta la llamada.
- Hola... sí estoy ocupado... no te preocupes...me tomaré el día libre para estar con Anabel... - al decir esto siento cosquillas en mi pecho. - Gracias por la invitación pero lo tengo que consultar con ella...te aviso...que descanses...adiós - se despide, pone el celular en la mesa de noche y vuelve a poner sus manos en mis senos. - Dice que se siente mal por su comportamiento y que quiere invitarnos a pasarlo en la casa de playa de sus padres, dice que Fatíma y Hernán han aceptado la invitación. No tienes que decir que sí si no quieres ir - dice como si nada mientras juega con mis pezones. - Sí...vamos... - digo entre diente viendo cómo disfruta de mi cuerpo. Su hombría está lista para recibir placer nuevamente, así que me levanto un poco y me dejo caer lentamente en su pene. Sus ojos se cierran y gime haciéndome mover más intensamente para darnos un placer más profundo. Siento que con cada movimiento un pedazo de mí se entrega más a él.
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Azul
RomanceAzul es una historia de romance que comienza cuando Anabel Montoya, una mujer de 40 años, sugiere un viaje a Marruecos con sus dos amigas en una noche de borrachera. Un viaje el cual les cambia la vida a estas tres amigas, en especial a Anabel al c...