Capítulo 12

1 1 0
                                    

El sol comienza a salir, despacio me levanto de la cama para ir al baño y al ver la hermosa ducha me provoca refrescarme. Tomo el jabón y lo huelo, huele a Nasire que delicia. Estoy disfrutando del agua cayendo por mi cuerpo y el olor del jabón con mis ojos cerrados. ¿Será que le doy lo que tanto desea? Aunque creo que quien más lo desea soy yo...que estúpida he sido. Tuve la oportunidad de mi vida anoche y no la supe aprovechar. Termino de ducharme y voy dispuesta a enseñarle lo que es estar con una mujer, pero al salir me doy cuenta que ya no está en la habitación. Se me ocurre un plan, cuando suba a cambiarse, ahí le caigo para devorarlo. Así que me visto y salgo a la caza como una leona.

- Buenos días Anabel – escucho su voz detrás de mí. – Buenos días Ojitos – digo y al voltearme lo veo ya vestido para su día laboral en el hotel. ¡Mierda! Se me dañó el plan pienso. Él se acerca y besa mi mejilla. – Desayunemos en el patio, la mañana está muy fresca – dice tomándome de la mano. El mismo chico de la otra noche se nos acerca y nos sirve frutas, quesos y té.

– Nasire, quería disculparme por lo ocurrido...o mejor dicho lo no ocurrido anoche. Venías con una meta y yo frene ese deseo que tenías – digo mientras recuerdo sus palabras "enséñame a ser tu hombre". – Anabel, no tienes que disculparte...te entiendo y respeto tu decisión – responde acariciando mi mano. – Me conformo con haber tenido la suerte de abrazar, acariciar, besar, dormir y despertar con una mujer como tú – continúa y yo...que me quiero morir de arrepentimiento. – Ay Nasire...la verdad que eres un tesoro de chico – digo negando con la cabeza sonriendo, él sonríe y me guiña el ojo.

Luego de desayunar nos vamos al hotel, cuanto quisiera quedarme con él todo el día. Llegamos y tomamos caminos diferentes, pero antes me besa la mejilla – Quiero llevarte al aeropuerto para pasar hasta el último momento posible contigo – dice en mi oído erizándome hasta la última punta de mi cabello. – Me alegra saberlo, no me quiero alejar de ti – respondo haciéndolo suspirar. Nos miramos y entro al elevador para ir a mi suite. Huelo mi piel porque huele a su jabón y recuerdos de nuestra noche vienen a mi mente.

Al abrir la puerta de la suite me encuentro con Joselyn, está agitada. - ¿Estas bien? – pregunto. – Tuve un encontronazo con Pablo, acabamos de discutir – me dice. – ¿Por qué? – pregunto. – Es que él no entiende que yo tengo que regresar contigo, nosotras hicimos este viaje para estar juntas y no hemos compartido tanto. Llegamos tres y ahora solo somos dos y si me quedo más tiempo serás solo tú regresando. ¿Por qué Beatriz siempre daña los planes? Siempre cambia todo por su culpa, es tan egocéntrica – dice desviando completamente la conversación.

- ¿Estás enojada con Pablo o con Beatriz? – pregunto. – Por culpa de Beatriz estoy enojada con Pablo, así que con los dos...y conmigo misma...por no estar contigo todos estos días – responde. – Ya no te pongas así...tal vez no estuvimos juntas todo el tiempo, pero sin duda alguna nos trajo nuevas experiencias – respondo con una sonrisa de oreja a oreja. – ¡Oh...my...God! Tu cara me lo deja saber... ¿qué tal es Ojitos en la cama? – pregunta haciéndome reír. – Ni lo vas a creer...nunca ha estado con una mujer – respondo sonriendo. - ¿Él es gay? – pregunta haciéndome reír. – Pensé lo mismo, pero no...es...virgen – respondo. - ¿Que qué? – dice casi gritando. – ¿Es?...¿Y no se lo quitaste? – pregunta con los ojos que parecen se le van a salir. – No pude...su madre tiene casi mi edad – le explico. - ¿Y? – dice ella. – Y mis tetas...son viejas y flácidas...mis manchas...mis piernas...no pude, él necesita una chica joven, lúcida, bien puesta y no una mujer que puede ser...su tía para no decir madre – digo.

Ella me mira quedándose en silencio por unos segundos y luego se comienza a reír a carcajada. – Bel... ¿tú te estás escuchando?... joder...hablas y pareces que tienes 60 años. ¿Tú sabes el Sexo 101 que puedes tener con él?...Loca...eso es lo que eres...una loca y desquiciada si dejas que esos pensamientos absurdos te dominen...ay ojalá me tocara uno así a mí para amoldarlo a lo que a uno le gusta...y después con esa carita que tiene...wow no te puedo creer – dice saliendo al balcón para encender un cigarrillo. – Tienes que aprovechar hasta el último segundo con ese pollito – dice señalándome con el dedo como si me estuviera regañando. – Lo sé...lo sé...no sabes lo arrepentida que estoy por no haberme acostado con él – digo encendiendo un cigarrillo también. – Así que para que no te arrepientas y te sientas como una imbécil como yo, quédate con Pablo. No dejes perder esta oportunidad, a pesar que es un coqueto se ve que es un buen hombre. Yo creo que este es el que es para ti Joselyn – le digo emocionándola. – Gracias Anabel... - dice abrazándome. Y mientras terminamos el cigarrillo, me sigue dando clases de autoestima ya que está por el piso gracias a los engaños de Sam.

AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora