- Buenos días Anabel – escucho la voz de Nasire. Abro mis ojos y estoy a su lado en su inmensa cama. Por un momento me desoriento, pero después caigo en cuenta que me pidió que me quedara. Una noche diferente, pero hermosa. No hubo besos, no hubo sexo, no hubo caricias solo nos quedamos abrazados dormidos.
Lo miro y sonrío – Buenos días Ojitos – respondo haciéndolo sonreír. – ¿Dormiste bien? – pregunta. – Muy bien, pero mucho mejor despertar y ver tus hermosos ojos – digo risueña. Él me mira sonriendo y acerca su rostro, nuestros labios están a punto de rozarse y se detiene. ¡Nooooo! grito por dentro. – Ya el desayuno está listo, te doy tu privacidad para que te refresques, te espero abajo – dice besando mi mano y se marcha. Wow, no puedo creer que él sienta atracción por mí y que ni siquiera me ha besado, ¿será que la generación de ahora es así? Me pregunto. Aprecio su respeto, pero a la vez se me hace muy raro. Me levanto, voy al baño para enjuagarme la boca ya que ni los jeans me quité y bajo.
Decidimos desayunar en el patio ya que la mañana está muy bonita. - ¿Qué planes tienen para hoy? – me pregunta. – Nada en específico, quedamos en encontrarnos en la piscina a las nueve – respondo. – Te veré todo el día entonces – responde sonriendo. - ¿Y cuáles son tus planes? – pregunto con humor. – Estar pendiente de mi huésped favorita – responde. – ¿Sólo soy tu huésped? Prefiero que me digas tu curiosidad, se oye más misterioso – digo riendo haciéndolo sonreír. – Te quiero invitar esta noche a una reunión familiar – comenta haciéndome ahogar con el trozo de melón que acabo de comer. – ¡No!... ¿familiar?...no – digo negando con la cabeza. – Quiero que conozcan a mi curiosidad – dice mirándome con esos ojitos que me hipnotizan. – Nasire, no...no me pidas eso por favor – digo. – Si no quieres está bien, no tienes compromiso alguno – dice acariciando mi barbilla. – Gracias por entenderme – digo quedándome más tranquila.
- Muchas gracias por todo Nasire, fue una velada espectacular – le agradezco cuando llegamos al hotel. - ¿Segura? ¿No esperabas otra cosa? – pregunta. – Fue perfecta – respondo sonriendo. – Fue todo un placer – responde asintiendo la cabeza. – Nos vemos más tarde – me despido y me voy a la suite.
– ¡Oh my God! ¡Disculpen! – digo abriendo y cerrando la puerta rápidamente ya que Joselyn y Pablo están teniendo sexo y del bueno. Me quedo petrificada afuera de la puerta y me comienzo a reír. – Anabel entra ya nos estamos yendo a la habitación – escucho que Joselyn me dice después de unos segundos.
Les doy un poco de tiempo y entro caminando directamente a mi habitación. Busco lo que me voy a poner y me voy a duchar y a alistarme para ir a la piscina. Cuando salgo del baño me los encuentro otra vez, esta vez vestidos.
– Disculpa Anabel, no me quería ir sin disculparme contigo – dice Pablo. – No te preocupes, no vi nada que no haya hecho antes – comento haciéndolo reír. – Nos vemos más tarde – se despide de mí con un beso en la mejilla y Joselyn lo acompaña hasta la puerta. – Te espero en la piscina para escoger un buen lugar antes de que se llene – le digo mientras me pongo un poco de bloqueador solar. – Está bien, me cambio enseguida tengo algo que contarte – dice con emoción haciéndome sonreír. – Apúrate entonces que también me tengo que desahogar – le digo y me marcho.
Cuando voy a salir al área de la piscina Nasire está en la puerta. - ¿Me estabas esperando? – bromeo. – Sí, estás cinco minutos tarde – dice enseñándome su reloj sonriendo, efectivamente son las 9:05. - ¿Y Joselyn? – pregunta. – Se retrasó, pero ya viene – respondo. – Okay...ven, te acompaño hasta que ella venga – dice deslumbrándose con su perfecta sonrisa. – Esta es la mejor área de la piscina para mí, tiene una mejor vista del hotel y puedes también apreciar la playa – explica. – Tienes razón la vista es maravillosa – digo admirando todo alrededor. – Ya le dije a Ismail para que las atienda en todo lo que necesiten – me indica. Pero si lo que yo necesito lo quiero de ti, pienso, inmediatamente me siento mal por haber pensado eso después de que él ha sido tan respetuoso.
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Azul
RomanceAzul es una historia de romance que comienza cuando Anabel Montoya, una mujer de 40 años, sugiere un viaje a Marruecos con sus dos amigas en una noche de borrachera. Un viaje el cual les cambia la vida a estas tres amigas, en especial a Anabel al c...