Capítulo 8

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Luego de comer en el restaurante del helipuerto, llegamos al hotel y me indican que alguien acaba de llegar preguntando por mí. - ¿Por mí? – pregunto. – Ana – escucho la voz de Sam haciéndome sentir náuseas. - ¿Qué hace ese imbécil aquí? – pregunta Joselyn. Afortunadamente ella está conmigo ya que Nasire se quedó atrás conversando con el chico del valet. - ¿Qué rayos haces aquí? ¿Cómo sabías dónde estaba? – pregunto con coraje. Me fijo que Nasire entra y nos miramos, él sigue recto y se va para recepción. – Tu mensaje, te localicé y vine para hablar contigo – responde. – No ¿por qué? – digo agitada. – Necesitaba verte – dice queriendo tomar mi mano, pero no lo dejo. – Vamos a la habitación – digo con coraje. – Explícale a Nasire por favor – le pido a Joselyn en voz baja antes de subir. - Ana – dice queriendo hablar en el elevador, pero no lo dejo. – No – digo con coraje y continuamos en silencio hasta que llegamos a la suite.

– Sam – dice Beatriz asombrada. – Bea – responde el sorprendido también. – Déjanos hablar solos por favor Beatriz – le pido. Ella asienta y se va a su habitación. – Ana, yo tampoco puedo olvidarte, nunca fingí contigo como dices... - comienza a decir y lo interrumpo – Ay por favor Sam no quiero volver a hablar de lo mismo. Este viaje me ha aclarado tantas cosas. Sí, te dejé ese mensaje en un momento de vulnerabilidad, pero ya se acabó – digo. – Por favor Ana, tengo que decirte algo muy importante y necesito tu ayuda, mira te traje un pasaje de regreso para que volvamos a nuestro hogar... tú y yo – dice acercándose. Por un momento flaqueo y nos besamos, tengo que aceptarlo...Sam besa deliciosamente.

– ¡NO! ¿Qué te pasa? Ten aquí están los papeles de divorcio, ya no hay vuelta atrás – digo enojada sacándolos de la mochila. - ¿Por qué eres tan difícil Anabel? - dice con enojo también. – ¿Yo difícil? ¿O sea que tú piensas que el venir acá me iba a hacer olvidar tantos engaños y regresar contigo?...Vete a la mierda – digo con deseos de llorar y entro encontrándome a Beatriz con su equipaje listo.

- ¿A dónde vas tú? – pregunto confusa. – Recibí una llamada de mi madre, Cameron se ha caído y se quebró el brazo – dice. - ¡¿Pero está bien?! – preguntamos Sam y yo a la misma vez. – Sí, me tengo que ir – dice, la noto confusa. – Okay, por favor déjame saber cómo sigue – digo con preocupación. – Mis asuntos aquí terminaron, vamos voy contigo – dice Sam. Beatriz se despide de mí con un abrazo y sale de la suite, la noto que tiene deseos de llorar. – Adiós Anabel, nos veremos cuando regreses – dice Sam queriendo besar mi mejilla, pero me muevo para esquivarlo.

La puerta se cierra y las lágrimas caen por sí solas. Me duele el pecho, algo dentro de mí quiere salir corriendo para abrazarlo y perdonarlo, pero otra parte me hace entrar en razón. – Bel ¿dónde estás? – escucho la voz de Joselyn. – En mi cuarto – respondo entre sollozos. Entra y al verme rápidamente se sienta en la cama junto a mí y me abraza dejándome desahogar en llanto.

Cuando por fin me calmo lo primero que pregunto es si habló con Nasire. – Sí, no mostró ninguna reacción ante la situación, pero lo noté muy tenso. Ese chico es de los que esconde sus emociones pienso yo – responde jugando con mi cabello. – Pero me preocupé con lo de Cameron, espero que esté bien – continúa. – La Bea estaba tan rara debe ser que estaba en shock – digo pensando que no se veía tan alterada. – Ya nos llamará – digo encogiéndome de hombros. – Tengo que hablar con Nasire, espero que no se haya ido – comento levantándome de la cama. – Creo que estaba recogiendo sus cosas cuando hablé con él – me indica Joselyn. – Por favor ve y búscalo, me quiero duchar, con esta cara y esta peste lo voy a asustar – le pido haciéndola reír. – Esta bien ya regreso – responde y se marcha.

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