Después de haber pasado por el apartamento de Beatriz sin ninguna suerte porque no había nadie, regresamos a mi casa. - Buenos Bel, me voy para que te prepares para recibir a tu Ojitos. Más tarde me doy la vuelta otra vez para ver si veo a Bea, yo te aviso - Joselyn dice despidiéndonos con un abrazo. - Si ves a los gemelos les das un besote de mi parte - le digo, ella asiente y se marcha.
Emocionada voy a mi habitación para ver qué me voy a poner para recibir a Nasire. Hace tiempo que no sentía esta ansiedad por recibir a un hombre pues con Sam nunca sabía si llegaría o no, a veces me dejaba vestida con la cena preparada esperándolo como idiota. Me ducho, me rasuro me pongo loción y me subo en mis tacones, así, sin nada puesto para mostrarle mi cuerpo femenino que tanto le gusta. Nada más de pensar cómo va a reaccionar cuando me vea me excita, mi sexo está muy sensible listo para que lo alivien con el delicioso placer que su principiantes manos provocan.
Enciendo la música poniendo el volumen un poco bajo y me sirvo una copa de vino. Mi corazón comienza a latir fuertemente cuando escucho que la puerta del garaje abre. Se toma su tiempo en entrar y yo poniéndome más ansiosa con cada segundo que espero.
Cuando entra a la cocina se queda petrificado mirándome con un bello arreglo de flores en su mano. - Mujer...me he pasado todo el día pensando en ti, tratando de controlar mi miembro porque he estado demasiado excitado... - dice con voz agitada acercándose poniendo las flores en el mesón. - Llego y te encuentro así...no llegaremos a la habitación - dice volteándome pegándose a mí y me comienza a besar el cuello.
- Nasire...me hiciste falta - digo agitada, de momento siento como entra en mi con fuerza dejándome sin aire. - ¿Te lastimé? - pregunta rápidamente. - No...muévete... no te detengas... es solo que te deseaba demasiado - digo moviendo mi brazo para atrás y apretarle el trasero. Es tanto el deseo que ambos llegamos casi de inmediato al mismo tiempo.
- Cada vez te siento más delicioso - digo agitada sonriendo. - Mmm...me gusta saberlo - responde sonriendo volteándome para besarme. - Están preciosas las flores - digo pegada a sus labios. - No más que tú hermosa mujer - responde sonriendo sin despegarse de mis labios. - Déjame ponerlas en agua - le digo pero él no me suelta, solo me mira con travesura.
- Nasire...se van a aplastar las pobres - digo riendo y me suelta. Como sé que me está mirando, camino de forma coqueta para buscar el florero y me muevo de forma sensual mientras las arreglo. - ¿Cómo fue la reunión? - pregunto. - Bien - responde. - ¿Sólo bien? - pregunto sonriendo. - No te puedo responder más que eso en estos momentos, Ojitos se está levantando otra vez - dice sonriendo mirando hacia su miembro haciéndome reír. - ¿Tú haciendo un comentario así? - pregunto entre risas, él me mira sonriendo de medio lado y se encoge de hombros, y yo con deseos de comérmelo. - Vamos a nuestra habitación para encargarme de Ojitos que parece que ha estado muy inquieto hoy - digo mordiendo mi labio, lo tomo de la mano, él agarra una de las rosas y nos vamos a saciar nuestro deseo nuevamente.
- Quiero terminar lo que no pudimos hacer en la suite del hotel - dice enseñándome la rosa con sonrisa sensual. Muerdo mi labio y me acuesto en la cama. Cuando se comienza a desvestir voy a levantarme para ayudarle. - Shh...tranquila...cierra los ojos - dice humedeciendo sus labios, yo sonrío y obedezco.
De pronto siento la rosa acariciando mi rostro, mi cuerpo se pone alerta inmediatamente y más cuando sus labios rozan los míos, no aguanto y jadeo ansiosa por besarlo. Me besa lenta pero intensamente, dándole tiempo a mi lengua saborear su boca. Siento la rosa bajando por mi cuello, toda mi piel se eriza, mucho más cuanto acaricia mis senos...gimo. Su beso se detiene y al abrir mis ojos me encuentro con los suyos...jadeo ante tan intensa mirada.
La rosa continúa su camino por mi abdomen mientras su lengua por primera vez prueban mis pechos...gimo. La suavidad de los pétalos llegan a mi intimidad, me tiene muy relajada pero muy excitada...gimo...jadeo. - Voy a llegar Nasire - digo entre dientes y rápidamente él entra en mí haciéndome estallar. - Anabel... - susurra en mi oído. A pesar que no tiene mucha experiencia sabe llegar hasta ese punto mágico dentro de mí que me hace llegar al clímax o será el tiempo que llevo sin tener sexo. Me besa con una pasión, un deseo que me dejo ir nuevamente junto con él.
Estamos en la cama agitados y sudorosos. Este chico ha aprendido muy rápido, me ha dejado muerta pero muy satisfecha. - ¿Ya Ojitos está tranquilo? - pregunto. - Sí...por ahora. Has creado un monstruo - dice haciéndome reír a carcajada. - Nasire...yo sé que te dije que intentaríamos estar en una relación, pero dudo mucho que después de sentir el placer carnal quieras estar solo conmigo...yo no puedo aguantar otro engaño...Además para qué te quieres involucrar en la vida de una mujer que ha vivido y pasado por tanto, una mujer que ya no tiene aspiraciones profesionales porque ya está ahí, viviéndolo, una mujer que arrastra con los inconvenientes de un exesposo, una mujer con quien no puedes crecer y madurar a la par porque ya ella está mucho más adelantada que tú... - digo pero me interrumpe.
- Analicé todos los pro y los contra, más los contra que los pro para serte sincero. Estoy consciente de todo lo que tengo que luchar, sé por todo lo que tengo que pasar, sé que hay probabilidades de que te canses de mí porque no estoy a tu altura, sé que van a ver veces que me vas a hacer sentir como un niño, sé que te dará vergüenza decir que soy tu novio, si lo llego a ser. Sé que tendremos esta conversación otra vez en otra o muchas ocasiones más. Yo estoy dispuesto a todo por ti - responde dejándome otra vez sin palabras. Nos quedamos mirándonos en silencio por unos segundos.
- ¿Sabes con quiénes Joselyn nos comparó? - pregunto para romper el hielo. Él responde negando con la cabeza. - Con Hugh Jackman y su esposa - respondo sonriendo, él me mira confuso sin entender mi comentario. - Ella es mayor que él - explico, poco a poco se dibuja una sonrisa en sus labios. - En el amor no hay edad princesa, déjame amarte - dice sentándose y me besa. Suspiro y acaricio su rostro - Nasire... - digo sonriendo y lo abrazo. - No sabes lo bien que me siento en tus brazos - le digo. - No sabes lo bien que me siento entre tus piernas - comenta haciéndome reír a carcajada. - Hoy estás haciendo muchos chistes de doble sentido - respondo entre risas. - Solo hago esos comentarios contigo...te dije que has creado un monstruo - dice y muerde suavemente mi cuello. - Vamos a ducharnos quiero llevarte a un lugar al que acostumbro ir con Joselyn los sábados - digo levantándome de la cama, él asienta dándome su mano y nos vamos a refrescar.
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Azul
RomanceAzul es una historia de romance que comienza cuando Anabel Montoya, una mujer de 40 años, sugiere un viaje a Marruecos con sus dos amigas en una noche de borrachera. Un viaje el cual les cambia la vida a estas tres amigas, en especial a Anabel al c...