Luego de desayunar y preparar nuestras cosas, estamos de camino hacia la casa de los padres de Samira. Vamos disfrutando del paisaje escuchando música árabe. - Samira y yo fuimos novios por unos 5 años, ella es quien me ayudó a ser más organizado - comienza a decir atrapando toda mi atención. - No tenía prioridades, no tenía metas y no por culpa de mis padres, ellos nos han dado una educación excepcional, sino porque estaba joven y no sé por inmadurez. Pero al conocerle comencé a cambiar, teníamos muchísimas cosas en común. No te lo voy a negar, había mucho amor en nuestra relación, por ella vivía y respiraba - dice tragando fuerte y siento que mi corazón se arruga. - Pero luego ella decidió marcharse a Francia por una oportunidad de trabajo, nos separamos y ese fue el fin - se encoge de hombros, me quedo en silencio por unos segundos.
- ¿Así como si nada se marchó? ¿Y el amor que se sentían? - pregunto. - Por amor la dejé ir, ese era su sueño. Yo no me podía ir, ya tenía mis prioridades organizadas y no podía dejar mi plan... - responde poniendo su mano en mi muslo, aprovecho y la acaricio. Por alguna razón siento que le duele recordar esa etapa de su vida. - Eso fue el pasado, ahora el presente es perfecto porque has venido a mi y a pesar que te dije que fueramos amantes sin compromiso, mi lealtad y mi amor por ti no va a cambiar...o mejor dicho sí ha cambiado porque ha crecido - me mira y sonríe con su bella sonrisa. Sin pensarlo estoy pegada a sus labios con deseos de decirle tantas cosas...pero no es el momento todavía.
Al llegar Samira nos recibe muy amablemente. Su actitud es totalmente diferente, afortunadamente para mí, sus padres están de viaje. La casa es muy hermosa, estoy embobada con la decoración, ella lo nota y me comenta que su madre al igual que yo es decoradora de interiores.
Luego salimos a la playa donde nos esperan Fatíma y Hernán. De vez en cuando me siento un poco incómoda ya que parezco que soy la madre "chaperona" cuidando de los muchachos. Pero Nasire con su comportamiento me quita toda mi incomodidad, hasta que sale Samira con su despampanante cuerpo en un mini bikini.
- Vamos a jugar Volley - dice con emoción. - Yo los veo de aquí, no me gusta jugar volley - dice Fatíma, lo que significa que tengo que jugar para que los equipos estén parejos. - Vamos princesa - dice Nasire extendiendo su mano, al levantarme noto con la esquina del ojo que Samira me mira de arriba abajo ya que mi traje de baño es bikini, aunque no tan pequeño como el de ella.
- Te ves preciosa con ese traje de baño - dice Nasire en mi oído pegándose a mi cuerpo por detrás - O sea que me veo como mi sexo - digo con humor y nos comenzamos a reír cómplices de nuestra conversación. - Juguemos las mujeres contra los hombres - nos interrumpe Samira. - Te estaré mirando y deseando todo el tiempo - Nasire me dice al oído - Lo dices para desconcentrarme - respondo sonriendo, él me guiña el ojo y deja un beso en mi mejilla.
Nos acomodamos y me da la impresión de que Samira ha decidido separar los equipos de esa manera a propósito ya que estamos una al lado de la otra y a cada rato acomoda su bikini de forma coqueta, o al menos así lo veo yo. En momentos parece que Nasire y ella juegan solos, se llaman nombres, ríen, se señalan, la están pasando muy bien.
- Ya me voy con Fatíma al mar, ustedes dos son los únicos que están jugando - dice Hernán levantando la mano sonriendo - ¿Quieres venir Anabel? - me pregunta. - Sí en un minuto les alcanzo - respondo y me voy donde están mis cosas para retocarme el bloqueador solar.
- Te ayudo...me pican las manos ya que necesitan tocarte - dice Nasire tomando el bloqueador, se pone un poco en sus manos y al sentir su tacto en mi piel siento escalofríos. - ¿Ves lo que le haces a mi cuerpo? - digo en voz baja sonriendo. - Sí y me encanta...pero más me encanta cuando gimes mi nombre cuando te hago llegar - dice en mi oído causando en mí un orgasmo mental.
- Vengan...el agua está deliciosa - nos dice Samira. - ¿Molestosa la chiquilla? - digo poniendo los ojos en blanco. - Insistente, típico en ella. ¿Te quieres ir? - pregunta, dentro de mí digo que sí pero niego con mi cabeza para que no piensen que soy la "daña fiesta" del grupo. Cuando volteamos la mirada, Samira está saliendo, el agua rueda por sus curvas y la tela de su bikini está marcando cada detalle de su cuerpo. - ¿Seguro que ustedes nunca tuvieron intimidad? - no aguanto en preguntar. Él me mira y levanta una ceja - ¿Por qué me preguntas? ¿Dudas de mí? - pregunta tensando su mandíbula. - No dudo de ti, solo es que mírala...parece una Diosa de la sensualidad - respondo. - No te lo niego Samira es muy guapa pero lo de nosotros ya fue y ya se acabó. Aquí no hay espacio para nadie excepto tú - dice tocando su pecho.
- Cuando estuvimos juntos nunca tuvimos intimidad, ella quería llegar virgen al matrimonio y yo así lo respeté - me explica. - La verdad que te tuviste que aguantar bastante...Sam no hubiese perdido la oportunidad si tuviera una mujer así - comento. - Yo no soy como él - su cuerpo entero se tensa. - Lo siento - me disculpo rápidamente tomando su mano.
Tengo que hacerle una última pregunta y este es el momento - Después de lo que has vivido conmigo... ¿no te gustaría ser su primera experiencia? - pregunto. Su cuerpo se tensa mucho más - No Anabel, no me gustaría estar con nadie más...todas mis curiosidades las descubriré contigo, con nadie más... - responde mirándome muy serio y esa es la señal para que ya no hablemos más del tema. Me toma de la mano y nos vamos con ellos al mar.
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Azul
RomanceAzul es una historia de romance que comienza cuando Anabel Montoya, una mujer de 40 años, sugiere un viaje a Marruecos con sus dos amigas en una noche de borrachera. Un viaje el cual les cambia la vida a estas tres amigas, en especial a Anabel al c...