LIBRO #2 DE LA TRILOGÍA PSICÓPATA (LOS FANTASMAS DEL PASADO)

(20) Un viaje en el tiempo

Los caminos guían a un destino incierto, y muchas veces y sin quererlo varios destinos quedan conectados.

Lo había hecho de nuevo y no pude evitarlo ¡Por qué diablos tengo que estar ayudándolo! Otra paliza, a este paso no llegaré a la adultez pues mi padre se encargará de asesinarme antes de si quiera intentarlo.

Limpié mis lágrimas e hice todo lo posible por ponerme de pie aún con todo el cuerpo temblando, tomé la foto echa trizas y la coloqué en la pequeña caja donde hay cientos de ellas.

Siento un intenso terror al escuchar unos toques en la puerta y me acerco lentamente a la puerta y la abro Pero sin quitar la cadena.

- Hermano, ¿Estás listo? Vamos a la escuela

Agacho la cabeza sin poder decir ni media palabra.

- Hijo - Mi cuerpo tiembla al escuchar su voz - No molestes a tu hermano está enfermo y no podrá ir a la escuela unos días - Me mira con frialdad y desprecio - Toma, lleva excusa a su maestra.

Mi hermano me mira con una amplia sonrisa y luego de desearme mejorar sale corriendo y saltando con mucha alegría, escucho como mi madre lo recibe y salen de la casa.

Ese maldito hombre que se hace llamar mi padre me exige abrir la puerta y cuando me niego termina por romper la cadena, retrocedo sintiendo mi corazón latir desenfrenado.

- ¡Tu no entiendes, no haces caso a nada de lo que te digo y luego te quejas de los castigos!

- ¡No papá! N-no es así - Sollozo lleno de miedo - Solo intenté ayudarlo de esos matones

- ¡Te he dicho que no quiero verte cerca de esos chicos!

- ¡Yo nunca hice una cos....

Mi boca es cerrada de golpe de una bofetada que lanza mi miserable cuerpo contra el piso. Aquí viene otra vez, la misma maldita pesadilla de la cual pensé que iba a poder escapar.

Pero me equivoqué y lo confirmo cuando toma mi cuerpo lanzandome a la cama, se acerca lentamente con una sonrisa macabra y empieza a quitarme la ropa con una expresión que solo me provoca asco.

(.......)

Todos en la mesa, como una familia, miro a mi hermano feliz disfrutando de su comida y mis manos tiemblan de rabia y terror. No quiero que el tenga que vivir lo mismo que yo, y no encuentro forma de evitarlo.

Está creciendo y lamentablemente esto lo convertirá en la próxima presa del desgraciado que se hace llamar nuestro padre.

- Mamá, vamos a prepararnos para la escuela

- No - Interviene mi padre - Arreglé el papeleo para cambiarlos de escuela

- ¡Qué! - Exclamó asustado - Papá, es la quinta vez que nos cambian de escuela

- Agradecele eso a tu hermano que siempre se anda metiendo en problemas

- ¡Te odio, te odio me quitan todo por tu culpa, no puedo tener amigos!

Me mira con lágrimas en sus ojos y sale corriendo a su habitación. Cierro mi puño conteniendo las ganas de llorar de la gran impotencia que siento, pido permiso para retirarme por que tampoco puedo hacerlo sin permiso.

Estando detrás de la puerta hago el intento de cerrarla pero sería inútil eso no cambiaría nada, sin embargo me sorprendo al ver que mi madre es quien me viene a despedir esta noche.

Mi corazón se paraliza al enterarme de que mi padre fue con mi hermano, intento correr detrás suyo pero mi madre me detiene intento gritarle que detenga esto pero tapa mi boca y ambos caemos al piso llorando.