(32) El costo de las Decisiones

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Puedes hacer lo que sea, ir al fin del mundo pero mientras yo tenga tu corazón atado al mío jamás encontrarás tu lugar.

P.V.O... Camilo....

¿Somos dueños de nuestro destino o el es quien nos elige?

¿Cuánto es que perdemos por cobardía?

La oportunidad de amar, de apostar por todo aquello que amamos, el pasado nos persigue nos inunda de pesadillas constantes, nos mantiene atrapados con cadenas invisibles ante los ojos de los demás.

De alguna manera u otra dejar de amar es como dejar de vivir y amar en silencio es una muerte inevitable. Luego de haber sentido su rechazo a flor de piel, de verlo con otra persona y llegar al punto de casi enloquecer de locura, entonces se va.

Dejándome vacío, ahora entiendo quizá eso fue lo que sintió cuando yo me fui, me alejé dos veces a costa de mis sentimientos creyendo que estaba en lo correcto.

He sido egoísta, narcisista, posesivo, he sido un imbécil un mentiroso con dos personas que lo único que han echo es amarme, a uno alejándolo de mi y la otra haciéndole creer que la amo, cuando nunca fue así.

He tocado fondo como aquella vez que confesé mis sentimientos y fui rechazado fue la segunda vez que sentí un dolor tan grande en mi vida, desde ese momento se me hizo imposible volver a entregarme.

Me llené de terror y la mejor opción fue huir.

Ha pasado un mes, un largo mes desde que Alex se fue y este tiempo me ha servido para pensar.

Aclarar mis ideas y sentimientos sobre todo lo que está pasando.

- Amor, nos vamos - Me sonríe.

- Sí claro - Y duele no lo puedo negar.

Abro la puerta del copiloto y entra, doy la vuelta y entro al coche. Esto es muy difícil para mí, estoy buscando las palabras correctas para no hacerla sufrir.

Llevo días pensando rompiéndome la cabeza sobre esta decisión, si no me pongo los pantalones y lo hago nadie será feliz, los tres estaremos viviendo un calvario.

No quiero morir siendo infeliz, no quiero seguir sintiéndome muerto en vida, no quiero seguir sufriendo, quiero al menos una vez en la vida que alguien me ame libremente.

Llegamos.

Un hermoso restaurante, para un mal momento, al menos haré las cosas como se debe.

Entramos y pido una mesa alejada, creo que es lo mejor.

- Bien amor, vas a decirme el motivo de esta cena - Se emociona y mi corazón se encoge.

Juego con el tenedor en mis manos, un nudo se forma en mi garganta esto duele, aunque no lo crean, si la quiero muchísimo pero no la amo y menos quiero hacerla sufrir a pesar de que ya hemos perdido demasiado tiempo juntos.

Han sido años de guerra entre tres corazones que se viven quemando día por día por ser amado, viviendo en una cárcel sin cuartel.

- Diana, perdóname mira no quiero que sufras eres una maravillosa mujer y te quiero te lo juro - Se cristalizan mis ojos, me siento fatal - Pero no puedo seguir con esto te juro que no quiero hacerte sufrir, lo intenté - Tomo su mano - Intenté olvidar pero no pude. Trate tantas veces de evitarlo y solo imaginar un futuro contigo, pero no imaginé que volver me revolveria todo por dentro devolviendo todo lo que una vez sentí, y aunque me dijiste que lo entenderías quizás no debí ilusionarte de esta manera sin saber que tanto quería a otra persona - Las lágrimas caen de sus ojos y sollosa - Pensé que el tiempo y la distancia me ayudarían pero no - Respiro profundo - Te quiero y me duele hacerte sufrir y verte llorar, por hacerte perder tantos años junto a mi, me siento miserable - Limpio sus lágrimas - Pero necesitaba decirte la verdad mereces a alguien que te ame de verdad, que haga lo que yo no puedo.

LIBRO #2 DE LA TRILOGÍA PSICÓPATA  (LOS FANTASMAS DEL PASADO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora