¿Kocho?

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Shinobu se despidió de todos en la casa, agradeciéndoles por aquellas semanas que la habían cuidado y los bellos recuerdos que se llevaba.
Makomo hizo que la despedida fuera más difícil, de hecho decidió acompañarla lo más lejos que Urokodaki-sama le permitiera llegar.
Caminaron juntas varios kilómetros, hasta que llegaron al puente mencionado por el hombre y tuvieron que despedirse.

- Me sentiré extraña sin ti Shinobu-chan - Makomo la abrazaba - se sentía muy bien tener alguien con quien charlar cada noche de temas que no puedo con Sabito o Tomioka-kun -.

Shinobu le regaló una sonrisa, solo a ella le había dicho cual era su nombre y se sentía bien escucharlo en su boca.

-También disfruté cada momento Makomo, me ayudaste a llenar la ausencia que Kanae nee-san había provocado - en eso recordó que su hermana tampoco estaría ahora que ella regresaba - Sigamos en contacto ¿si? -.

- Shinobu-chan... ¿Que pasará con Giyuu? - la expresión en su rostro había cambiado - ¿Te rendirás sin intentarlo?

Un millón de pensamientos y emociones cruzaron por su alma en ese momento, recordando con pesar todo el daño que había causado en aquella casa, entre aquellos amigos y por sobretodo, en aquel chico..

- Debo irme, Mako-chan.. - dijo con una falsa sonrisa.

- ¡Pe-pero! ¡Shinobu-chan!... - intentó detenerla pero no alcanzó, la chica había comenzado a caminar rápido para luego salir corriendo por el bosque.

- ¡Mako-chan! - la chica se detuvo en seco a unos 10 metros de la otra y agitó en alto su mano en señal de despedida- Makomo.. Dejo a Tomioka en tus manos.. -. Aun con la falsa sonrisa.

Dicho esto, siguió caminando por el bosque, quizás sólo largó a correr para que su amiga no pudiera ver la lluvia de lágrimas que caía por su rostro, o para amortiguar un poco toda la ansiedad que estaba sintiendo en el momento.

De verdad se había despedido para siempre de aquellos días de verano que tanto había amado.

Mientras Makomo no estaba, Sabito quedó a cargo de Tomioka. Entró a su habitación y se dispuso a cambiar las toallas de su frente.
Le dolía verlo así, le dolía mucho, recordó que aquella noche cuando su novia llegó corriendo a buscarlo temió lo peor, creyó que jamás volvería a ver a su amigo.

-Tsk.. Maldición! - dijo golpeando la pared.

El movimiento hizo que un sobre que se encontraba sobre la esquina del único mueble que había en la habitación cayera al piso. Sabito lo recoge curioso, y su ceño se frunció completamente al ver la firma de este.

"¿Acaso ella no entendió la idea? Se supone que debes desaparecer, no andar dejando cartas" pensó mientras la guardaba en su bolsillo.

Se dirigía hacia su habitación para poder deshacerse de ella cuando de pronto..

- ¡Kocho!.. -.

 -

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"La luna está preciosa" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora