Estúpido corazón

4.9K 438 82
                                    

- Makomo, no te pongas así... - Dijo acercándose a ella - sabes por qué lo he hecho.. -.

- N-no me toques.. -.

- Makomo, debes madurar, actúa de una forma más racional por favor - Sabito comenzaba a molestarse -.

- Sabito, siento que me están quitando todo lo que me hacía feliz, las cosas ya no son iguales en ningún sentido y odio esto, odio esta sensación de que mi vida también es una mentira -.

- Mako, sabes que lo hacemos por Giyuu.. -.

- ¿Qué es lo que hacen por mí? - preguntó intrigado.

El chico había asomado por la puerta en el instante menos preciso... No sabían que responder, no sabían cómo salir de esta. Makomo aún sostenía las cartas en su mano, las intentaba ocultar lentamente tras su espalda mientras Sabito se giraba para apoyarla en lo que hacía.

- ¿ Y bien? - Tomioka comenzó a fruncir el ceño - que guarden silencio vuelve todo aún más extraño -.

- Tomioka.. Yo.. - Sabito intentaba idear algo para cortar esta situación - he comenzado a salir con Makomo - la chica casi muere de la impresión - pero ella sufre por el que no podamos actuar como una pareja normal, sin estar a escondidas, y la verdad, eso debemos hacerlo por ti, para no herirte ni que creas que han jugado con tus senmientos - finalizó Sabito esperando que Giyuu creyera aquello -.

Tomioka sonrió.

- Tenía mis sospechas de ello - dijo, y se retiró lentamente de la habitación dejando a los chicos confundidos.

"En estos momentos debería sentirme mal, pero es como si nada cruzara por mi mente, temo estarme volviendo más frío que una roca, o quizás simplemente nunca logre ver a Makomo de otra forma" pensaba en la oscuridad de su cuarto.

"Tienes un corazón cálido, jamás lo olvides"..

Aquella dulce voz, esa ilusión que tantas veces le seguía, volvía a hacer eco en su cabeza. Le desesperaba, quizás padecía algún tipo de esquizofrenia, pero esa voz, esa maldita voz siempre venía a su mente y a sus pensamientos.

- Tsk, mejor me iré a entrenar.. -.

(...)

Ha pasado un año de todo lo acontecido, las chicas de la Finca mariposa habían terminado un duro entrenamiento. Ahora, Kocho Kanae era la pilar de la flor, y su pequeña hermana había participado hace 2 semanas en la selección final, de la cual había salido victoriosa.
La menor de todas, la pequeña Kanao estaba aprendiendo muy bien, pero aún le faltaba bastante. Esta muchas veces sacaba de quicio a Shinobu ya que continuaba sin hacer ni hablar más allá de lo que se le ordenaba, pero la verdad las 3 se amaban mucho.

De los chicos del agua no había mucho que decir, luego de los problemas vividos todo había vuelto a la normalidad. Makomo y Sabito podían ahora estar juntos sin ningún problema, a pesar que Tomioka si se había puesto un poco más distante.
Los 3 continuaban entrenando duro, no habían podido participar de la selección final de aquel año ya que no pudieron concretar lo que Urokodaki-sama les había pedido, partir una roca a la mitad. Por lo tanto Sabito y Tomioka se esforzaban día tras día con el fin de partirla y participar en la próxima selección.
Y pues, ¿Kocho? Aquel nombre había desaparecido de la boca de todos en aquella casa en un 100%...

(...)

Transcurridos dos meses, las hermanas decidieron que ya era momento de volver a su hogar. Estas habían desarrollado un gran cariño por quien les había entrenado, es por ello que al finalizar el año de entrenamiento decidieron quedarse un tiempo más para celebrar las fiestas de año nuevo con aquel hombre.

Caminaron durante dos días y por fin llegaron al pueblo, fijaron rumbo a la Finca Mariposa cuando de repente..

- Giyuu.. - los ojos de Shinobu, después de años, volvieron a brillar...

El chico venía caminando en dirección contraria a ellas, se encontraba a unos 10 metros aún pero eso no fue impedimento para que Shinobu le pudiera reconocer, él prácticamente se veía igual que hace poco más de un año, pero un poco más maltratado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El chico venía caminando en dirección contraria a ellas, se encontraba a unos 10 metros aún pero eso no fue impedimento para que Shinobu le pudiera reconocer, él prácticamente se veía igual que hace poco más de un año, pero un poco más maltratado. Cuando pudo llegar aún más cerca a él podía ver las vendas que cubrían sus manos y cuerpo y los hematomas en su rostro, de seguro debía estar tomando alguna medicina para soportar aquel dolor.

"¿Por qué? ¿Por qué después de tanto tiempo mi corazón sigue latiendo así de rápido? Maldición" pensaba mientras ocultaba su rostro por si el chico le llegase a reconocer.

Kanae que no era para nada ingenua se había dado cuenta de que algo raro estaba ocurriendo por la forma en que su hermanita miraba a ese chico. También pudo observar las vendas que le cubrían y analizando la dirección en que se encontraba caminando finalmente dijo..

- Buenos días Tomioka-san - le brindó una amable sonrisa mientras evitaba mirar a su hermana ya que de de seguro tenía puestos esos ojos asesinos sobre ella.

- ¿Te conozco? -.

- Ara, ara, que malos modales tienes con la propietaria de la Finca Mariposa que se ha encargado de proveer medicina para todos quienes lo necesiten -.

Tomioka abrió los los ojos impresionado, analizó a cada una de las chicas dándose cuenta de los característicos accesorios en sus cabellos, aquellas distintivas mariposas por las que todo el mundo conocía a las 3 hermanas.

- Sumimasen - dijo avergonzado por su actitud - pero ¿Cómo me conoce? -.

- Estas bajo la tutela de Urokodaki-sama ¿Cierto? - Kanae si que sabía manejar las situaciones bastante bien - Digamos que somos bastante cercanos. Yo le he ofrecido que cuando sus discípulos estuvieran mal heridos pudieran venir a recibir tratamiento acá -.

- Arigato -.

Kanae se acababa de dar cuenta.. Miró por sobre el hombro hacia el lado donde estaban sus hermanas, pero aquella Kocho que se encontraba todo momento mirando hacia el lado y abajo, ocultando su rostro... Ya no estaba..

- ¿Shino-chan? -.

- La chica que estaba con usted se marchó hace un momento -.

- Ya veo... - Kanae entendió que esta aun planeaba seguir ocultando su identidad frente a aquel chico.. "Aún está enamorada de él" - Nee nee ¿nos acompañarías a tomar el té? - preguntó al chico que la quedó mirando demostrando que no tenía la menor intención de hacerlo, pero ella mantuvo su dulce sonrisa.

- Esta bien.. - respondió en medio de un suspiro, ya había analizado a quien le estaba hablando y pudo observar aquellos botones dorados característicos en los trajes de los pilares de la institución.. No podía rechazar la invitación.

"La luna está preciosa" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora