El camino de regreso había sido difícil, Giyuu estaba agotado y Shinobu había perdido la conciencia un par de veces. Pero finalmente estaban llegando al pueblo.
Con aquel pequeño cuerpo entre sus brazos el pilar del agua cruzó el portón de la finca mariposa, donde un hombre alto y de rubia cabellera estaba esperando.
- ¡Shinobu-chan! - corrió hasta llegar al lado de ellos cuando les vio entrar.
- Esta inconsciente.. - no podía mirar a aquel sujeto a los ojos, extrañamente después de tantos comentarios recibidos no se sentía digno - por favor da aviso a las damas para que le atiendan -.
- ¡Claro, dame un momento! - le dijo mientras velozmente desaparecía tras el corredor.
"Creí que me diría algo por llevarla en mis brazos.. Quizás no sabe acerca de nosotros.."
Finalmente llegó hasta la enfermería y recostó a Shinobu en una de las camas. Las encargadas aún no llegaban así que colocando agua tibia en una fuente metálica comenzó a limpiar las manchas de sangre de su dulce rostro. Se veía tan tranquila mientras dormía, estaba completamente atrapado en su belleza que no había notado una presencia que llevaba un tiempo tras de si.
- Se ve bastante dulce cuando duerme ¿no te parece? - Rengoku llevaba un tiempo parado tras el - Muchas gracias Tomioka-san, de seguro pasaron por una situación muy complicada -.
- Solo cumplí con mi obligación - respondió este indiferente.
- No creo que tu obligación comprenda el lavar amorosamente sus heridas -.
Tras oír aquellas palabras Giyuu se detuvo, lo estaba haciendo inconscientemente, la verdad no quería causarle problemas a Shinobu, quería recuperarla pero no de esta forma.
- Sumimasen - dejó el paño en el recipiente y se levantó de aquel asiento cediendoselo al Pilar que se encontraba junto a él.
- ¿Puedo preguntarte algo, Tomioka-San? - Rengoku le sostuvo por un hombro evitando que este se fuera, el rostro de aquel hombre que solía sonreír estaba completamente serio.
- No quiero tener problemas Rengoku-san.. - se safó de aquel leve agarre y comenzó a caminar.
- No conseguirás nada si continuas huyendo sin actuar como un verdadero hombre -.
Tomioka se detuvo en seco sin voltear ni decir nada.
"¿Acaso el sabe todo?"
- Puedes adelantarte, esperaré a que lleguen las enfermeras - le dijo Rengoku quién ahora cuidaba las heridas de la pilar - si eres lo suficientemente maduro espero encontrarte en la fuente del jardín principal -.
Giyuu sin responder nada abandonó aquel lugar dejando a solas a la pareja.
Rengoku acariciaba el rostro de Shinobu mientras un par de lágrimas luchaban por escapar de sus ojos.
- ¿Estuvo difícil? - sostuvo una mano de la Pilar entre las suyas y la acercó a su frente, la tristeza le venció y las lágrimas finalmente cayeron por sus mejillas - Yo solo quiero que tu seas feliz.. -.
- Recuer..dame Tom.. mioka.. san- entre suspiros las palabras escapaban de sus labios.
- Esta claro lo que realmente quieres... ¿Verdad pequeña mariposa? -.
Rengoku podía sentir como su corazón dolía, pero la verdad, el siempre lo sospechó. Desde que Shinobu le contó toda la historia de lo vivido con Tomioka el entendió que algo más fuerte de lo que imaginaba les unía.
Claro, al igual que todos creía que Tomioka era un idiota. Pero a la vez no lo juzgaba ni criticaba, parte de él inclusive lo intentaba entender, aunque no lograba hacerlo del todo.
ESTÁS LEYENDO
"La luna está preciosa"
FanfictionEl tiempo ha pasado y no es el niño alegre que conocí, ni siquiera parece recordarme... -Nee Ne, Tomioka-San, esta noche la luna también está preciosa!- exclamé, como un intento desesperado por tocar sus profundos recuerdos. - Shinobu, tu... - [Este...