"La luna está preciosa"

Las cartas

- Ya veo.. - sonrió Kanae luego de escuchar todo lo que había vivido en esas semanas la menor de las kocho - Pero Shinobu, respecto a lo de Himejima-san estas equivocada, solo siento una gran admiración y agradecimiento por el -.

- ¿Entonces ocurre lo mismo con lo que siento por Tomioka-san? - preguntó algo esperanzada.

Su hermana negó con la cabeza - yo creo que te has enamorado de aquel chico - al ver la tristeza en el rostro de su pequeña hermana decidió cambiar de tema - Ne, shino-chan ¿recuerdas que tenía algo importante que decirte?

La pequeña asintió, dejando evidenciado el interés y la curiosidad en su rostro.

- De seguro Urokodaki-sama te comentó sobre mi entrenamiento para ser pilar - vio que su hermana volvía a asentir - bueno, he decidido llevarte conmigo, quiero que entrenemos juntas Shinobu.

Una gran sonrisa se había dibujado en el rostro de la pequeña, por un lado su hermana no la volvería a dejar sola, y por otro ella podría realizar un verdadero entrenamiento.

- Te advierto eso si, esto no será fácil, recibirás el mismo entrenamiento que yo, y tendrás que seguir trabajando en tu alquimia. Urokodaki-sama me contó como salvaste a aquel chico mediante el veneno que desarrollaste, ahora es necesario que cada día que pase lo perfecciones aún más ¿Entendido? - su gentil rostro estaba a la vez lleno de determinación - partiremos en un mes, se que lo lograrás, estaré apoyándote ¿esforcémonos juntas si? -.

- Hai! - dijo abrazando firme a su neesan.

(.....)

Dentro de ese mes pasaron muchas cosas en las vidas de ambos chicos.

Tomioka entrenaba cada día más duro junto con Urokodaki-sama, Sabito y Makomo. El maestro se había puesto mucho más exigente luego del incidente ocurrido con la Luna Superior así que los 3 terminaban muy agotados.
Finalmente habían logrado convencerlo quizás a un 90% de que la tal chica Kocho fue sólo un delirio de su mente, y había dejado de hacer preguntas al respecto, pero a la vez, el se había vuelto aún más cerrado que antes.
Al finalizar los entrenamientos pasaba la mayoría de las tardes con Makomo, con el fin de mantener su promesa de corresponder sus sentimientos en algún momento. Habían veces en que parecía que de verdad estaba despertando una especie de interés por ella, pero entonces caía la noche, y en medio de sus sueños aquella silueta pequeña, lejana, rodeada de bellas mariposas se presentaba nuevamente "Tomioka-san.. No me olvides Tomioka-san" y era como si todo su avance por corresponder a la chica desapareciera, y eso mismo, lo hacía ser aún más cerrado.
Giyuu se estaba volviendo bastante fuerte, ya lograba dominar casi en su totalidad 5 posturas de la respiración de agua, pero la verdad, había alguien que estaba avanzando mucho más que él..