Seduciendo a Sr. Hwan | COMPLETA

.1. LA EXTRANJERA

Como lo prometido es deuda y estamos ya a mediados de semana... os dejo el primer capítulo, no sabía bien cómo ponerlo, y al final terminé uniendo los dos primeros capítulos en uno. Creo que los voy a hacer así, poniendo a los dos en un mismo capítulo, dando su opinión sobre la situación.

Espero que os guste, ya me comentaréis que os ha parecido.

Gracias.

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.1.

LA EXTRANJERA.

(Paula)

Esa noche era diferente a cualquier otra, para empezar, acababa de llegar de viaje, pero no era eso lo que lo hacía especial, tampoco tenía nada que ver con mi encuentro con las chicas, ni con la apertura del nuevo garito en el que nos encontrábamos, ni siquiera era por mi pronto matrimonio.

Iba por mi décima copa de la noche, Miriam y Sofía brindaban con las suyas, divertidas, uniéndolas a la mía para animarme.

Esa noche era fuera de lo común en todos los sentidos, debía estar feliz por todas las cosas que había conseguido en mi vida: Un buen trabajo que me había esforzado en tener, una casa nueva en la que vivía con mi pareja, y acababa de llegar de un viaje que llevaba media vida preparando, pero que siempre por motivos de trabajo, lo aplazaba. Gracias a mi nuevo ascenso, había podido permitirme coger vacaciones y viajar al país que tantas ganas tenía de visitar. Me lo pasé en grande, no creáis que fue una decepción, la decepción llegó mas tarde, justo cuando llegué a casa y encontré a Alfredo, mi prometido, en circunstancias sospechosas con otra mujer.

Os podéis imaginar mi estado. Estaba rota, dolida y hundida. Por eso fui a casa de Sofía, por eso no llamé a mamá como prometí, ni a Richard para preguntarle sobre la compañía, ni a Rachel para saber cómo estaban las cosas sin papá.

Me había pasado seis años de mi vida junto al hombre que pensé que era el definitivo, el amor de mi vida. Porque le amaba, aún lo hacía, a pesar de haber sido traicionada de aquella manera, aun le amaba. Esto no es una historia sobre una chica que nunca ha conocido el amor, o que se casa sin querer a su prometido, no es así, en lo absoluto. Yo estaba enamorada aun de ese patán, a pesar de haberlo descubierto teniendo sexo con su secretaria, yo aun quería casarme con él, sin saber bien cómo afrontar aquella situación.

Miriam y Sofía, por supuesto no estaban de acuerdo con mi decisión. "Es un patán" decían. Pero yo le amaba, eso no podía cambiarlo, a pesar de lo sucedido.

Por eso estábamos allí, en el nuevo garito que se inauguraba en el centro de la ciudad. Yo no solía salir a bares, no tenía tiempo cuando era una simple becada en la compañía, y luego empecé a salir en serio con Freddy, y ya no me apeteció hacerlo. Pero cómo os digo, aquella noche era una noche diferente, una noche especial, pues, por una serie de circunstancias ajenas a mí, me había visto en la obligación de aceptar la salida improvisada que mis amigas habían propuesto.

Ni siquiera quería pensar en que tenía que trabajar al día siguiente. en el jet lag, en el poco tiempo que había tenido para dormir en el avión, tras casi doce horas de vuelo, en lo rápido que llegué a Barcelona sin tan siquiera llamar a mi prometido, en lo que me encontré cuando llegué a casa sin avisar, en él, en ella, en lo que hacían sobre la mesa de la cocina. No podía pensar en eso, tan sólo quería beber, ahogar las penas en alcohol y olvidar todo, cómo si pudiese borrarlo, y volver a casa sin que nada de aquello hubiese sucedido.

Si tan sólo no me hubiese marchado a Seúl, quizás nada de aquello hubiese sucedido.

- Alegra esa cara, mujer – me animaba Miriam, dándome un codazo, para luego señalar a Sofía – mira a Sofi, está ligando con aquel tipo de allí, y le da igual lo que pasó la semana pasada – proseguía, explicándome la situación de mi amiga – le da igual que el papá de Pablo la haya dejado por alguien más joven, tener un niño de 5 años, y haber pasado por un cáncer de mama. Es una superviviente, Paula, ¿no te das cuenta? – asentí, porque era cierto. La verdad es que la admiraba, desde que éramos niñas siempre lo hice, incluso ahora.