.18. NO HAY NADIE MÁS

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EN ESTE CAPÍTULO ME INSPIRÉ CON LA BONITA CANCIÓN DE SEBASTIÁN YATRA (NO HAY NADIE MÁS), DE AHÍ EL TÍTULO.

.18.

NO HAY NADIE MÁS

(Paula)

Nos besábamos apasionadamente, mis nalgas en sus manos, apretándome contra su pelvis, yo a punto de la locura, él gimiendo sobre mi boca, y ambos con ganas de mucho más.

Me miró, separando su boca, apretándome un poco más, haciendo que me mordiese el labio, deseosa de hacerlo con él. En aquel momento me daba igual si me tomaba allí mismo, tan sólo quería saciar el deseo, sin pensar en nada más.

- Me encantas – aseguró, con voz ronca, en ese idioma que me volvía loca – porque sé que haga lo que haga, al final, no te asustarás – Sonreí, divertida, cazando su boca con la mía, mientras él metía las manos por debajo de mi falda, metiendo sus dedos entre mis nalgas, haciéndome estremecer. Gemí sobre su boca, al mismo tiempo que alguien llamaba a la puerta.

Nos detuvimos, sin separarnos aún, y ambos miramos hacia la puerta.

- ¿Quién es? – preguntó, escuchando la voz de su secretario en el exterior, fue entonces cuando se separó de mí y le dio a él el visto bueno para que entrase.

- Señor – llamó su secretario, mirándole primero a él, y luego a mí – sólo venía a dejarle el inventario de esta semana – aseguraba, levantando la carpetilla que traía consigo.

- Yo me voy, mis amigos me deben estar esperando – le dije, para luego hacer el intento de marcharme, pero él me cogió de la mano, haciendo que todos mirásemos hacia ese punto – te veo más tarde – él asintió, y me dejó ir sin más, justo después de dedicarme una sonrisa.

- Junsu – se atrevió a tutearlo, haciendo que este le mirase con desgana – si alguien se entera de esto, estarás en problemas.

- Ya no soy el heredero de AIU, así que me da igual.

- ¿Acaso no sabes por qué tu padre está haciendo todo esto? – se quejó, sin dar crédito a lo que oía – él espera que despiertes, que madures y dejes de refugiarte en los escándalos, que vuelvas a casa y recuperes tu legado – insistió.

- Le dejaré el legado a mi hermano pequeño – le dijo, para luego dejar la carpetilla sobre la mesa y marcharse sin más, antes de que su empleado pudiese haber dicho nada más.

Me senté en la mesa, ante la atenta mirada de todos, que dejaron de hablar en cuanto lo hice.

- ¿Dónde has dejado a Junsu? – preguntó Yunho, molesto con la situación. Me encogí de hombros, sin más.

- ¿Lo habéis aclarado? – preguntó Miri - ¿de verdad él es el tipo que te rompió el corazón? – Negué con la cabeza, al darme cuenta de que lo había confundido.

- No, no es el tipo que me rompió el corazón – aseguré, mientras ella me miraba sin comprender – es el que le puso una tirita y me ayudó a superarlo.

- Junsu era el amigo del idiota – aseguró mi hermana, que era la única a la que le hablé con exactitud sobre todo aquello – Se convirtió en un gran apoyo para ella cuando él la dejó por otra.

- ¿Y entonces por qué estabas rallada por él? – preguntó Miri, sin comprender las palabras de mi hermana.

- Creo que pasó algo entre ellos en hallowen – añadió Beni, pues mi hermana se lo había contado, como siempre. Con su marido no tenía secretos, así que no me importaba que se lo contase - ¿te beso?

Seduciendo a Sr. Hwan | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora