.4. EL SEDUCTOR

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EL SEDUCTOR

(Paula)

Tuve una reunión a primera hora, nada más llegar a la empresa, al día siguiente. El señor Ortega, mi jefe, quería informarnos a toda la plantilla de que el señor Hwan se quedaría a supervisar nuestros proyectos unas semanas, en la empresa.

- ... Así mismo, se le asignará un despacho en la planta tercera – aseguraba, mientras yo dibujaba en mi libreta algunas mariposas, evitando su mirada, pues él estaba allí, de pie, junto a mi jefe – justo dónde estaba antes el despacho de contabilidad – proseguía – y creo que eso es todo – aseguró, para luego escuchar algo que el señor Hwan le decía al oído – Ah, claro, sí. Paula – me llamó, haciendo que levantase la vista para mirarle, con tanta rapidez, que me entró hipo – muéstrale los proyectos en los que estamos trabajando ahora – insistió – y ahora la presentación, para los que no lo conozcáis, él es el señor Hwan Junsu, el heredero de AIU Cosmetics.

Hubo un leve murmullo mientras nos poníamos en pie, dando por zanjada la reunión, volviendo a nuestros respectivos módulos para seguir con nuestro trabajo.

- Señorita Coelho – llamó hacia mí, haciendo que me detuviese en mitad del pasillo – mándeme por email todos los proyectos en los que su equipo trabaja ahora – pidió, levantando una tarjeta de empresa para que la tomase. Lo hice y me marché sin más.

La mañana fue un verdadero caos, pues los chicos no podían concentrarse en sus quehaceres. Para empezar Richar, que no paraba de salir al pasillo cada vez que escuchaba movimiento, esperando encontrarse con el señor Hwan. Luego estaba Miri, que su posición cerca de la puerta le permitía mirarle.

- Miriam – me quejé – ya basta. ¡A trabajar!

Pareció hacerme caso. Yo envié los informes a ese tipo, y luego me marché a la sala de descanso a por un café. Lo necesitaba, algo caliente para el estómago.

Presioné el botón de la máquina de café, justo después de meter la cápsula y esperé, pacientemente, escuchando unos pasos detrás de mí.

- Late con caramelo – dijo, haciendo que me diese la vuelta, asustada, y me percatase de que era él, sin chaqueta y con tan sólo la corbata – mi favorito.

Me di la vuelta, volviendo a prestar atención a mi café, sintiendo como acortaba los pasos y se posicionaba detrás de mí, agarrando un vaso de plástico y una cápsula, sin retirarse ni un poco, esperando a que terminase, poniéndome nerviosa.

Las palabras de mi hermana vinieron a mi mente en ese justo instante.

"Paula huye de ahí, ese tío es un seductor nato"

Agarré mi café y una cucharilla, mientras él tiraba mi cápsula, poniendo las suya después, y todo en su lugar para presionar el botón, observándome con detenimiento.

Le miré, dándome cuenta de que estaba demasiado cerca y no tenía forma de escapar. Levanté la mano y la puse sobre su pecho, apretándole para empujarle un poco hacia atrás, mientras él me observaba.

 Levanté la mano y la puse sobre su pecho, apretándole para empujarle un poco hacia atrás, mientras él me observaba

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Seduciendo a Sr. Hwan | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora