Todo comienza cuando Paula vuelve de sus vacaciones antes de tiempo, descubre a su prometido con otra y es convencida por sus amigas para salir de fiesta. Todo se complica y termina pasando la noche con un desconocido. Por si no fuese poco, cuando...
Me vestí realmente sexy aquella noche, quería provocarle por cambiar de plan en el último momento, iba a hacerle desear no haberlo hecho. Llevaba un vestido negro de transparencias, el cabello aleonado, y un ahumado en los ojos, me maquilló mi hermana que era toda una experta, así que iba guapísima. Llevaba tacones de tachuelas.
Miriam se puso una falda de vuelo negra y una blusa en color hueso, el cabello ondulado y un bonito maquillaje en tono verde.
Sofía llevaba un vestido tupido negro, apretado, que apenas la dejaba moverse con normalidad y mi hermana uno rojo rompedor, haciendo que su marido no le quitase ojo en toda la noche.
Cuando llegamos al The Boss aquella noche, su secretario estaba en la puerta, nos dejó los pases y pasamos por la puerta de los vips, directa al interior. Estaba petado de gente, y había espuma cayendo aquí y allá, y ventiladores para crear un efecto guay.
Le vi en seguida, con aquellos amigos que aseguraba, por poco no me caigo allí mismo cuando vi a Lee Min Ho entre ellos.
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- ¡Es Lee Minho! – reconocía mi hermana, sin dar crédito, mientras yo asentía – acércate y salúdale – añadía – y dile que te lo presente.
- ¡¿Estás loca?! ¡No pienso hacerlo! – me quejé, mientras canciones de discoteca, bastante sensuales y sexys sonaban en aquel momento.
- ¡Me encanta esta canción! – aseguraba Sofi - ¡Vamos a bailar!
- ¿Y qué pasa con las bebidas? – preguntaba Beni.
Sofi tiró de mí y de Mirian hacia la pista, mientras yo lo hacía con mi hermana y ella con su marido, Yunho nos seguía sin más.
Nos detuvimos en el centro, entre la multitud, comenzando a bailar de forma provocativa. Me encantaba cuando Sofi se ponía a bailar en plan guarra, haciendo que todos los chicos se fijasen en ella. Me atreví a hacer lo mismo, pegándome a ella, como si nos deseásemos la una a la otra, haciendo reír a los demás.
Pronto nos hicieron el corrillo, justo como solían hacérselo a mi mejor amiga, bailaba de forma sexy, divertida, sonriendo por dentro, mordiéndome el labio al imaginarme la cara que él pondría si me viese de esa forma.
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