.11. IDIOTA

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11.

IDIOTA

(Junsu)


Aquello se me estaba yendo de las manos. No quería que ella se fijase en mí, no quería que se enamorase de mí, no quería hacerle daño, no quería...

Apreté la máscara que sujetaba en la mano, molesto, mirando hacia la barra, donde una rubia tomaba su copa, y me acerqué a ella, mientras el espantapájaros se ponía en posición. Necesitaba nuevo material, porque no quería usarla a ella para mis escándalos de mierda.

Acorté las distancias y comencé a desplegar mis encantos con aquella chica, que por supuesto, se dejó conquistar, como todas las demás, mientras Paula me observaba desde la pista, junto a sus amigas, sin dar crédito, pero ni siquiera podía preocuparme de aquello, no en aquel momento.

Apoyé mi mano sobre la barra, encima de la suya, e hice varios movimientos atrevidos para que el señor Kim pudiese captarlos. Incluso me acerqué a su boca, como si fuese a besarla, pero tan sólo pasé de largo, deteniéndome en su oreja, susurrándole lo preciosa que estaba, haciendo que la chica sonriese.

Mi celular vibró en mi bolsillo, indicándome que la sesión de fotos había terminado, haciendo que dirigiese la vista hacia Paula, pero ella ya no estaba allí, tan sólo sus amigas, que me observaban con cara de malas pulgas.

Dejé allí plantada a la rubia, me dejé caer sobre el otro lado de la barra, sacando mi teléfono, escribiéndole un mensaje a ella, pues ante todo no quería que pensase que iba a tener algo con la rubia de antes.

Yo:

"No saques conclusiones sobre lo que has visto en la barra"

Ella no contestó, a pesar de que estaba en línea. Me impacienté, quizás, estaba molesta, quizás... quizás había sido demasiado duro con ella.

Yo:

¿Van bien las cosas con tu prometido?

De nuevo ella no contestó, pero en aquella ocasión si pareció leerlo. ¿Por qué no decía nada? ¿Estaría enfadada?

Yo:

"Siento si he sido demasiado serio antes, ¿estás bien?"

No contestó, lo leyó, pero no dijo nada. Así que no me quedaba de otra, ¿no es cierto? Necesitaba saber que todo estaba bien, necesitaba quitarme esa pesadez que sentía en el pecho en ese momento.

- ¿Qué? – preguntó, en tono recriminatorio, al descolgar el teléfono - ¿te ha quedado algo por decirme?

- Paula – la llamé, confuso - ¿estás bien? ¿qué ha pasado? – Ella estaba demasiado nerviosa, demasiado molesta. Y me aterraba ser el culpable.

- No quiero hablar contigo – me cortó, dejándome altamente sorprendido, pues colgó el teléfono después de eso.

Miré hacia el aparato, sin dar crédito, odiándome a mi mismo por haberla apartado de mí. No quería alejarla, jamás fue esa mi intención. Entonces... ¿por qué cojones lo había hecho?

Salí del bar, cabreado, buscándola por los alrededores, pero ella no estaba allí. ¿Dónde demonios estaba?

Volví a marcar su número, para luego apoyar el teléfono en mi oreja, esperando, impaciente a que ella contestase.

- Olvidémonos de todo esto – pidió, haciendo que mi corazón se helase – de los besos y de ... - se detuvo, incapaz de continuar, aclarándose la garganta un momento después – yo no quiero ser un rumor, Junsu.

Seduciendo a Sr. Hwan | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora