.32. REENCUENTRO CON UN VIEJO AMOR

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.32.

REENCUENTRO CON UN VIEJO AMOR

(Miriam)

No me había arreglado mucho para aquella cita, pero eso no quiere decir que fuese de cualquier forma. Iba con una camisa de tachuelas y una falda verde botella, mi bolso de mano, unos pendientes de botón y el cabello recogido en un moño.

¿Cómo podía ser que hiciese ese calor tan asqueroso? Era un calor húmedo, y no había ni una nube en el ambiente, nada quedaba ya de la tormenta de la noche anterior.

Me detuve junto al puerto, justo en la cafetería en la que solía quedar con Fer en el pasado, justo en el lugar en el que habíamos quedado, mirando hacia el paseo, observándola entonces, con su larga melena pelirroja y sus ojos claros como el mar. Ambas sonreímos, alegres de vernos la una a la otra.

- Miriam – me llamó justo delante de mí, con una enorme sonrisa en su rostro – estás guapísima.

- Y tú radiante – piropeé, aunque era cierto, lo estaba - ¿cómo puedes haberte vuelto aún más bonita desde que no nos vemos? – bromeé, ella se rio al respecto y yo sonreí.

¿Cómo era posible que después de tanto dolor pudiésemos volver a vernos sin más, con una sonrisa en nuestros rostros? Con ella siempre fue así, siempre conseguía hacerme sonreír, aun en los casos más insospechables.

- ¿Entramos? – preguntó, asentí, y la seguí, sentándonos después en la mesa de siempre, y pidiendo lo mismo de siempre. Era como si el tiempo no hubiese pasado para ambas - ¿Terminaste la carrera? – preguntó, justo después de dar un sorbo a su bebida vegetal. Asentí, sonriente.

- Ahora trabajo en AIU Cosmetics como diseñadora de marketing – aseguré, ella se sorprendió, pues sabía que lo que realmente me apasionaba era otra cosa – pero me marcharé pronto, quiero hacer algo diferente, quiero...

- Siempre fuiste esa clase de persona, Miri – me cortó, de pronto – de las que no se conforman y siempre quieren más. Me alegra ver que sigues siendo la misma – aceptó.

- Siempre se puede mejorar – contesté, dando un sorbo después a mi batido de plátano con vainilla y chía – siempre se puede ser mejor.

- Es cierto, se puede ser mejor, pero no perfecta – añadió, dejándome claro que aún estaba dolida por el pasado – yo nunca quise a alguien perfecto.

- Eso forma parte del pasado – le corté, antes de que hubiese podido decir algo más – pensé que esto era una quedada de dos amigas que se reencuentran después de mucho tiempo.

- Lo es – admitió – que lo nuestro no funcionase en ese entonces, no quiere decir que ahora no podamos ser amigas.

Me puso al día de su vida actual. Ella era diseñadora en Paris, una de las grandes, y le iba bien, muy bien. Sólo estaba en la ciudad de paso, buscando un poco de inspiración para su última colección "Recuerdos del Pasado"

- Estoy preparando algo distinto para esta colección – me comentaba – no sólo quiero que los modelos paseen por el local con los prototipos que diseñé, también quiero que toda la sala esté decorada con cuadros de mi propia invención sobre el tema en cuestión.

- ¿Sigues dibujando? – pregunté, pues no lo había esperado en lo absoluto. Ella asintió, con una sonrisa en su rostro.

- Por eso estoy aquí, quería dibujar esto, pero no podía recordarlo todo con exactitud, quería venir aquí e inspirarme para ello – aseguró, asentí, en señal de que lo comprendía - ¿y tú?

Seduciendo a Sr. Hwan | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora