Seduciendo a Sr. Hwan | COMPLETA

.24. BENEFICIO DE LA DUDA

.24.

BENEFICIO DE LA DUDA

(Miriam)

En cuanto entré por la puerta y vi al pesado de Alex allí me arrepentí de haber ido. No quería tener nada que ver con ese tipo, absolutamente nada.

Nos metimos en el jacuzzi, charlando animadamente sobre las locuras que cometía Minjae a veces, como comprar aquello, y plantarlo en medio del jardín. Era agradable, estar con amigos. Lo que no lo era, en lo absoluto, era sentir su mirada, sobre la mía.

¿Cuándo iba a rendirse? Ya le había dicho unas cuantas veces que no estaba interesada en él, entonces... ¿por qué seguía insistiendo? Era todo un fastidio.

Paula y Junsu se salieron, así que aproveché la ocasión para marcharme tras ellos. Hacían una buena pareja, aquellos dos. Mi paz no duró mucho, pues Alex, llegó entonces, haciendo que le mirase, con cara de pocos amigos.

- No me gustas – recalqué, mientras él sonreía, divertido. Acercó su boca a mi oído y habló.

- Tener a alguien no significa poner tu mundo patas arriba por esa persona, simplemente es complementarla con él – aseguró.

- Hablas como si tener pareja fuese un collar – bromeé, haciéndole sonreír, divertido, justo en el momento en el que llegaba Sofía. Pero pareció sentirse incómoda, pues se fue en unos pocos minutos - ¿Cómo os conocisteis, Sofía y tú? – pregunté, intentando cambiar de tema.

- Fue en el trabajo – respondió – mi ... - se detuvo un momento, bajando la mirada antes de contestar - ... mi hermana y ella solían coincidir mucho, me habló de ella, así que la recomendé en un par de trabajos y ... supongo que nos hicimos amigos después de eso.

- No sabía que tuvieses una hermana – contesté.

- En realidad no es mi hermana – añadió – pero nos conocemos desde hace mucho, así que es como si lo fuera – asentí, en señal de que lo entendía – mis madres siempre la consideraron como una hija, y como ella...

- ¿Madres? – pregunté, con incredulidad. Él sonrió, levantando la vista hacia mí, justo antes de contestar.

- Sí – la gente no suele entenderlo cuando hablo sobre ello – mi madre biológica se quedó embarazada por inseminación artificial, porque su esposa, es una mujer. Ambas son mujeres.

- Entiendo – a pesar de la primera impresión. Él era un encanto – no pensé que fueras así – le dije, mirando hacia él, haciéndole sonreír.

- Por eso te dije que no podías decir que no te gustaba sin conocerme – sonreí. Él recibió una llamada en ese momento, se levantó, y comenzó a hablar por teléfono, con calma, mirando hacia mí.

Miré hacia Paula, la cual hacía manitas con Junsu, mordiéndose el labio. Aquellos dos iban a empezar a besarse de un momento a otro. Volví a mirar hacia Alex, dándome cuenta de que se había marchado a alguna parte.

Me puse en pie, y caminé hacia el jardín, di una vuelta por la zona de la piscina y luego rodeé la casa, hasta llegar al jacuzzi.

Sofía y Minjae estaban allí, mirándose con deseo, con las respiraciones agitadas. ¡Por Dios! ¿Qué ocurría entre aquellos dos?

Entré en el jacuzzi, sentándome junto a mi amiga, mientras él seguía devorándola, con la mirada, durante un buen rato, hasta que Alex llegó hasta nosotros. Estaba completamente vestido.