.29.
HUIR DE LO INEVITABLE
(Miriam)
Aún no podía creer lo que le había sucedido a mi amiga, no podía creer que el padre de Junsu hubiese sido capaz de hacerle algo así, sólo para que se alejase de su hijo, de Minjae. Pues justo después de hablar con él, con el magnate, pudimos darnos cuenta de que así era.
Minjae estaba decaído después de saber lo que había ocurrido. Acababa de darse cuenta que por su culpa, Sofi lo estaba pasando mal. Y no parecía ser el mismo en lo absoluto.
Alex vino un poco más tarde, a buscarme, en su auto rojo, como siempre, y yo me sentí como una idiota en cuánto le vi. No dejaba de pensar que aquello era un error, esas citas que teníamos, obligados a estar juntos sólo por un plan amañado de nuestros padres, sin darnos cuenta de la realidad. Él aún tenía sentimientos por su ex novia, pero ... ¿y ella?
Me despedí de los chicos y me monté en su auto, mientras él hablaba por teléfono con su madre, la artista.
- Claro – aceptaba – se lo diré a Miriam, y supongo que iremos juntos – aseguraba, para luego mirarme, dedicándome una sonrisa – te veo en casa, te quiero.
- ¿A dónde iremos juntos? – pregunté, mientras él doblaba la esquina y ponía rumbo hacia mi casa.
- Hay una pequeña fiesta en mi casa, para celebrar el éxito que han tenido las esculturas, y mis madres querían que vinieras – me informó – también han invitado a tus padres.
- Si es este fin de semana, ellos no podrán – aseguré, pues sabía bien que tenían compromisos que atender en la galería.
- Es este fin de semana, ellos no vendrán, ya lo han hablado entre ellos – añadía – pero aún así, mis madres quieren que tu vengas.
- Alex, no sé si esto sea correcto – me quejé, haciendo que él mirase hacia mí, de reojo, pues no quería quitar la vista de la carretera – estas citas...
- Te pasaré a recoger el sábado a las 8 – aseguró, sin tan siquiera seguir escuchando lo que tenía que decirle – podemos hablar de todo esto después de la fiesta.
- Vale – acepté.
***
Aquella mañana se me pegaron un poco las sábanas, y como mis padres estaban liados en la galería, preparando el evento del día, no me avisaron.
Como fuese, me desperté, me preparé el desayuno y estuve hablando un rato por mensajería con Pau, mientras veía la tele. Al final Sofia se marchó a casa anoche, y ni siquiera se encontró con Minjae, que, por cierto, se marcharía del país ese mismo día.
De todas formas, no tenía muchas ganas de pensar en todo eso, pues necesitaba elegir un buen modelito para esa tarde-noche.
Apagué la tele y dejé el móvil sobre el sofá, para luego marcharme a mi vestidor, buscando un vestido. Lo encontré en seguida, era uno de Ventimiglio Asera, lo había comprado en primicia, y me encantaba. Era en tono perla, con las mangas de pedrería, y la espalda descubierta.
ESTÁS LEYENDO
Seduciendo a Sr. Hwan | COMPLETA
RomanceTodo comienza cuando Paula vuelve de sus vacaciones antes de tiempo, descubre a su prometido con otra y es convencida por sus amigas para salir de fiesta. Todo se complica y termina pasando la noche con un desconocido. Por si no fuese poco, cuando...