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Todos tenemos secretos, aunque algunos sean mas grandes que otros. Y en la empresa Astaron todos sus integrantes sin excepción, tenían algo que ocultar.
Betty era una de las integrantes de mayor edad en la empresa y solía ser quien llevaba el café a los altos mandos, junto con Dora. Pero Betty tenía un secreto oscuro, y es que disfrutaba de la literatura erótica. Le fascinaba leer sobre relaciones tórridas y salvajes entre dos personas, las cuales le hacían emocionarse y sentir cosas que creía que no volvería a sentir. Aunque era un deseo culposo y se consideraba muy mayor para hacer muchas de las cosas que leía en los libros, le fascinaba ser una espectadora de semejantes muestras de pasión.
Juan David era uno de los ejecutivos mas serios de la compañía, pero cuando llegaba a su casa nada lo satisfacía mas que saludar a sus figuritas de anime. Tenía una enorme colección en un estante especial de su apartamento, y era feliz gastándose su salario en las figuras mas detalladas y bonitas del mercado. Ver a alguien cerca de su colección lo ponía muy nervioso, por lo que no solía invitar a mucha gente a su apartamento.
Los hermanos Santiago y Germán -uno jefe del área de informática y el otro de recursos humanos- se mostraban muy rudos y libres, pero en realidad ambos aún vivían con su madre y le tenían un gran respeto a la misma. Aunque esto no era malo, eran mas dependientes de su madre de lo que les gustaría demostrar, tanto que ésta aun tenía el poder de castigarlos sin ver televisión por una semana.
Stella dormía con su osito de peluche -aunque esto no era malo a ella le daba verguenza-, Ramón aún se chupaba el dedo a escondidas, Aura tenía una opinión pésima sobre los hombres a pesar de tener novio y Dora escupía en el café de Germán, su jefe, cuando éste no la estaba viendo.
Todos tenían secretos y el presidente de la empresa Daniel Acevedo no era la excepción. Pero déjame decirte que al día de hoy, ni yo como autora sé cual es el secreto de este hombre. Nadie sabe mucho sobre él en la empresa, pero la mayoría de sus colegas le tienen una gran admiración. Tenía un machismo muy marcado, eso estaba claro, y los demás integrantes hombres de la compañía seguían su ejemplo. Era tanto así que las mujeres que trabajaban para él no ocupaban cargos superiores además de unas cuantas rubias de bote y supermodelos cabeza hueca que hacían el papel de secretarias.
Las demás mujeres de la empresa solían estar ocultas en la oscura sección de informática.
Daniel Acevedo nunca escucharía la opinión de una mujer.
Suerte que Lorena tuviera la solución a eso.
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Les digo que: ¡Estoy que lloro! Ya había escrito esto en un documento de Word, pero mi computadora lo borró porque sí. Así como ¡puf! se desvaneció de la nada. Y yo no lo borré porque sí. No estaría tan loca.¿O sí? *carita pensativa* Pero sí, estoy escribiendo esto del tirón.
¡Hola a todos y todas! Hace rato que tenía ganas de escribir una novela ligerita, como para pasar el rato. Ya saben, capítulos cortitos pero sustanciosos. Los capítulos de mis novelas son como de tres mil palabras o algo así, pero quiero escribir algo mas cotidiano y suavecito, pero cómico.
¡Así que los invito a que pasen el rato conmigo! Sí es que quieren. Esta novela la iré escribiendo a mi ritmo y con calma, para pasar un buen rato. La iré subiendo a medida que vaya escribiendo, pero como pienso escribir un poquito cada día, es posible que haya actualizaciones diarias, o cada dos días.
Bienvenidos al primer libro de la saga Amores invisibles -o al menos la idea es que sea una pequeña saga-. Libritos pequeños pero llenos de amor y sustancia. ¡Espero que disfruten leyéndola tanto como la disfrutaré escribiendo! Y no importa si la leen o no, porque quiero disfrutarla, pero si alguien quiere acompañarme bienvenido sea ;)
PD: El título podría cambiar en el futuro, si se me ocurre algo mejor. La portada también podría sufrir cambios, porque ya saben, cosas del oficio :v Por lo general la primera portada siempre cambia luego.
Nos leemos muy pero que muy pronto. ¡Cuídense mucho! ♥ ♥ ♥
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Lorena contra el jefe
Short StoryLorena es una oficinista del área de informática que es feliz en su trabajo, pero ella al igual que muchas de sus compañeras tiene un inconveniente: Los hombres de ese lugar tienen el pensamiento de la época de las cavernas, donde las mujeres no ten...