Canción en multimedia:
Josh A & Jake Hill - WORST MISTAKES
Estoy cansada. Me duelen los ojos y cuando duermo solo veo trabajo. Eso si consideramos las pocas horas que duermo. ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué estoy soportando esto? Todo lo que quería era cambiar un poco la situación de la empresa y no me arrepiento de lo que hice. Solo estoy aquí a la fuerza. Disfrutaba mi empleo pero ahora se ha convertido en la pesadilla.
No es solo eso. Cada día después del trabajo, cuando me quedo mas tiempo que las demás debido a las tareas sin completar siento como que alguien me observa. A veces creo que es mi imaginación, pero otras veces logro ver una sombra. Por un momento mi mente loca imagina que es Daniel el que me observa y que en el fondo se preocupa, pero sé que no lo hace. Encontrarse conmigo en el ascensor por la mañana es una desgracia para él.
Y aunque ahora la situación de las mujeres en la empresa ha cambiado, tanto al punto de que Carolina está siendo evaluada para otro puesto, la situación para mí sigue siendo la misma a causa del error que cometí. Y eso es injusto.
Cometí un error, pero lo hice por algo bueno.
Ya estoy hasta las narices. Está siendo injusto conmigo cuando es obvio que algo en él cambió. Y sé que le gusta el cambio. Si no fuera así, no estaría haciendo esto por las demás. Quiere aplastarme, hacerme besar el suelo y pedir perdón. Me quiere hundir. Y no tiene idea de cuánto me duele porque hacia él yo siento todo lo contrario.
—Esto ya es demasiado...
Me pongo de pie. Me tiemblan hasta las manos por la falta de sueño. Mi puesto en informática es el único hueco oscuro comparado con el resto, que ahora brilla por la luz.
—¿A donde vas? —pregunta Carolina mientras Aura me mira con curiosidad.
—Voy al baño. Ya vuelvo—trato de decir, y salgo de ahí tan rápido como puedo.
Las suelas de mis zapatos podrían fácilmente estar dejando marcas en el suelo por la ira que desprende. ¡No me quiere aquí, pero me obliga a quedarme para tratarme mal! ¡Si tanto quiere que le pague su cochina deuda podría hacerlo en otra parte! ¡Después de todo, lo único que le importa es el dinero!
Cuando llego frente a su puerta Jennifer me mira mientras mordisquea un lápiz.
—Uy, ¿de donde vienes? ¿Del loquero?
La ignoro. Incluso cuando traté de cambiar la situación de ella me trata de ese modo. Algunas personas pueden ser realmente desagradecidas.
Abro la puerta de un golpe y Jennifer palidece. Daniel se revuelve el cabello con desesperación mientras mira su escritorio, pero cuando entro alza la mirada.
—Lorena...
—¿Por qué? ¡Ya me disculpé! —le grito mientras cierro la puerta de un golpe. No quiero que la chismosa de Jennifer entre—. ¡Si quieres que pague tu deuda puedo hacerlo en otra parte!
Me tiemblan las piernas y las manos por la rabia. Sé que no me veo nada bien, pero ya no me importa. Solo quiero entender.
No dice nada. Me mira con miedo por alguna razón. Pero ya me cansé.
—¡¿Eso es lo que quieres?! ¡¿Qué me arrodille y te diga que lo siento?! ¡Pues no! ¡Porque eres un machista, descarado, arrogante...!
—Lorena...
—¡Insensible, malagradecido y un imbécil!
Creo que mi último grito pudo haberlo escuchado toda la oficina.
ESTÁS LEYENDO
Lorena contra el jefe
Short StoryLorena es una oficinista del área de informática que es feliz en su trabajo, pero ella al igual que muchas de sus compañeras tiene un inconveniente: Los hombres de ese lugar tienen el pensamiento de la época de las cavernas, donde las mujeres no ten...