Nat estaba preparada, lo suficiente excitaba para comenzar y sentía que Roger también. Dejó salir un pequeño suspiro de aire contenido que había estado reteniendo, le obsequió una pequeña mordida en el lóbulo izquierdo de la Steve, dejando besos húmedo por todo el lugar, bajando por su cuello y subiendo por éste hasta llegar a su barbilla. El capitán solo pudo cerrar sus ojos y disfrutar de esos labios que tanto deseaba besar. La rusa soltó el cabello del Cap y posó sus manos en las mejillas de él, acercando sus labios y rosándolos para luego depositar en ellos un suave y cálido beso. Rogers tardó en responderle, no podía creer que finalmente estuviese probando de ellos.
El beso se fue volviendo más necesitado y ardiente. Natasha decidió profundizar más aquel encuentro, alentando el movimiento de sus labios, pero sin parar el baile de sus bocas, para así recuperar un poco el aliento. Nat depositó un último beso en los labios de su chico, para finalmente morder su labio inferior y estirarlo sensualmente, provocando que el Cap soltara un gemido de sorpresa.
-¡Auch, Na!... -Intentó decir pero la chica aprovecho su inocencia para introducir su lengua dentro de la boca de Steve, explorando cada centímetro de ella.
El capitán nunca había sentido algo parecido, pero definitivamente le gustaba. Ella comenzó a intensificar nuevamente el beso, acompañado de un vaivén de caderas sobre la gruesa erección de Steve. Éste solo pudo soltar un gruñido, bajando sus manos hasta los glúteos de ella, apretándolo con fuerza para pegarla más él.
-Steve te quiero dentro de mí, ahora. -Dijo sobre los labios de su compañero.
El soldado se armó de valor, tomando a Natasha en sus brazos sin cortar aquel apasionado beso. Nat solo pudo aferrar sus brazos a sus hombros, enredando sus piernas en su cintura. Bajaron de la cama de masaje, dirigiéndose al jacuzzy que se encontraba al fondo de la habitación. El agua estaba cálida y burbujeante. La espuma rebosaba en ella.
Steve bajo a Natasha, colocándola suavemente en al suelo para despojarse de la única prenda que separaba su intimida de la de ella. El cap puso una mano en el cuello de pelirroja y la otra en su cintura para luego bajar a besos por todo su cuerpo, provocando que Natasha se arqueara y retorciera entre sus brazos. El rubio bajó a besos pasando entre sus pecho, pera llegar a esos dulces pezones rosados y meterlos a su boca.
El soldado dejó varios besos húmedos sobre los pechos de su chica, succionando los y mordiéndolos con desesperación hasta endurecer por completo sus pezones mientras se ayudaba con sus manos para masajearlos también, repitió la misma acción en cada uno hasta hacerla desfallecer de placer. Cuando terminó de darle atención a esas bellezas, siguió su camino de besos por su abdomen, y pelvis, dirigiendo su boca a sus caderas hasta llegar al elástico de su ropa interior. Deseaba arrancarla con sus dientes, pero se contuvo de tan salvaje acto. Decidió morder y bajar el elástico de su ropa interior de forma lenta con sus dientes. Nat solo podía soltar suspiros ahogados, nunca imagino que Steve fuera tan apasionado.
La espía por otro lado, decidió ayudarlo a bajarse el bóxer, no podía creer que finalmente vería el gran y dotado amigo del capitán. Metió sus manos sobre sus glúteos apretándolos con fuerza, pegando la virilidad de Roger sobre su desnudez, regalándole una sonrisa ladina, levantando una de sus cejas hacía la chica. A Nat le sorprendió la reacción del él, pero decidió ignorarla, así que de un solo tirón desapareció su ropa tirándola por algún lado de la habitación. Steve la tomó en sus brazos haciendo que ella enredara sus piernas en su cintura, para así llevarla a la tina.
El soldado se sentó en la tina, bajo el agua con Nat sobre su hombría, rozando sus partes sin penetrarla aún, tomó su cabello para hacerse un pequeño moño, dejande caer algunos risos rojos sobre su cara, Steve estaba hipnotizado ante tanta belleza. Al terminar, ella comenzó a besar su cuello, moviendo sus caderas y provocando ligeros gruñidos en Steve mientras seguía subiendo hasta llegar a sus dulces labios. El Cap solo podía corresponderle y apretarla más a su cuerpo. El momento había llegado y se sentía más que listo. No más capitán virginidad.
Natasha levantó un poco sus glúteos, indicando que estaba lista. Él acomodó su miembro bajo su compañera para finalmente dejarla sentarse sobre su virilidad. Ambos soltaron un gemido de placer al arquear sus cuerpos, dejando ir su cabeza hacia atrás, para luego mirarse a los ojos. El deseo era inmenso, solo anhelaban comerse a besos. Natasha aún no se movía, estaba esperando el momento en el que su cuerpo se acostumbrara al gran miembro del Capitán.
Roger la tomó de la cintura, esperando que ella estuviera lista. mientras ella seguía besándolo, para luego comenzar a mover sus caderas sobre él. Iniciando un vaivén lento, erótico, rozando sus pechos contra los pectorales de él. Steve no se contuvo e introdujo uno de sus pezones en su boca mordisqueándolos y lamiéndolos, haciéndola gemir y jadear. La sensación era increíble. Los gemidos de ambos se escuchaban en toda la habitación, lo que excitaba aún más a ambos. Las estocadas se volvieron más rápidas y duras. Steve sintió que algo iba explotar dentro de él, pero no podía parar.
-Na, Nat... -Gruñó Steve, sintiendo un calor sofocante, algo en el iba a estallar.
-Solo déjate llevar Steve, haz lo que tengas que hacer. -Dijo Nat entre jadeos para luego aumentar la rapidez de sus movimientos, depositando besos y mordidas en el cuello de Rogers.
-Nat... -Gimió nuevamente el Cap.
-¡Hazlo Steve!
Juntos llegaron al orgasmo, viniéndose al mismo tiempo, su respiración se escuchaba entre cortada. Steve acuñó a Nat sobre su pecho, sintiendo su pulso y respiración agitadas, su corazón latía y chocaba con fuerza contra su tórax. No podía creer lo que acababa de suceder. Nat escondió su cabeza en el cuello de Steve depositando pequeños besos tiernos sobre toda el área. Él simplemente no pudo evitar sonreír y depositarle un beso en la frente, aferrándola aún más y estrechándola entre sus brazos. Nat levantó la mirada para observar al Cap, quien ya la estaba miranda fijamente, con una sonrisa enmarcada en sus labios.
-¿Qué somos ahora, Steve? -Soltó de repente Nat. Sin mostrar expresión alguna, su respiración ya se había normalizado y sus ojos brillaban de una forma dulce y cálida.
-Dime tú Nat, ¿quién puedo ser para ti?
Natasha no pudo evitar sonreír, apegando su cuerpo al de Steve, tomando sus labios por sorpresa.
- Que tal, un para siempre. -Steve sonrió sobre los carnosos labios de su chica devolviéndole un tierno y suave beso sobre sus labios.
Mi primer fondue en Wattpad, que osa. ❤️