-No... No iré a ningun lugar y tú también me gustas... -Nat sonrió al ver su mandíbula desencajarse por la sorpresa que le provocaron sus palabras.
Steve miró a todos lados a su alrededor en busca de algo inusual que lo hiciera saber que aquello no era real y que la Nat de carne y hueso no estaba ahí con él. Tenía que ser un truco sucio de su mente, uno más que lo torturaría al despertar y al encontrarse sólo en el living de aquella chosa.
-Ya no puedo más, voy a enloquecer... -Steve frunció el ceño y dejó caer su cabeza sobre el cojín del sofá para después cubrir su rostro con su antebrazo y apretar sus ojos en espera que que algo lo hiciera despertar.
Nat lo miró con ternura y se quedó quieta aún apoyada sobre su pecho, sintiendo su respiración subir y bajar un tanto ansiosa. La pelirroja sólo guardó silencio y esperó a que el levantara el rostro y la mirase nuevamente. Rogers, por otro lado, comenzó a balbucear un sin fin de palabras sin sentido, casi como si estubiese pidiendo un milagro para regresar a la realidad.
-De acuerdo... Contaré hasta 3 y ya no estarás aquí... -Nat lo escuchó susurrar tal y como si fuese un bobo infantil, así que retuvo la respiración, sus ganas de reír y esperó por su siguiente movimiento.
-Uno... Dos... Tres... -Rogers se descubrió el rostró miró el techo y se dejó inundar por el gran silencio, pero al levantar un poco la cabeza se topó nuevamente con esos ojos profundos y verdes que lo observaban con un toque divertido.
-¿Sigues aquí? -Steve soltó una mueca de frustración mientras ella se reía esta vez de él.
-Si... Ahora dime... ¿Qué te gustaría hacer conmigo, soldado? Si sólo soy una fantasía no tienes porque sentirte avergonzado. -Nat decidió jugar un poco, se irguió de su lugar y se acomodó con cuidado a horcajadas sobre su regazo.
-¡Lo sabía, esto no podía ser real! Natasha jamás se fijaría en mi, jamás me perdonaría lo que pasó en la mañana y mucho menos me diría que le gusto... Mírame soy un pobre diablo, anciano anticuado, aburrido, egoísta y ahora un total fracasado... -Rogers hizo una mueca y desvió unos segundos la mirada.
-Sabes... Creo que no conoces bien a Natasha, ella jamás te vería de esa forma. Y si me lo preguntas, estoy 200% segura que ella también tiene fantasías contigo. -Nat se mordió el labio y apoyó ambas manos sobre sus pectorales mientras se acomodaba mejor sobre su regazo.
-Tu tampoco la conoces bien... Sólo eres una proyección de la Nat que vive en mi cabeza, así que no la conoces... -El Cap bufó y rodó los ojos.
-La conozco mejor que tu, ponme a prueba... -Nat lo retó con la mirada.
-Dime cuantos años tiene...
-34...
-Su cumpleaños...
-22 de Noviembre.
-Comida Favorita...
-Pizza de queso.
-Color favorito...
-Azul...
-¿Gato o perro?
-Perro. -Nat sonrió.
-¿Dulce o salado?
-Picoso...
-¿Tony Stark o Steve Rogers?
-¿Eso qué?... -Nat soltó una carcajada dulce.
-Solo responde...
-Capipaleta Rogers... -El rubio adoró ver la sonrisa que se formó en sus labios.
-¿Sexo en el auto o sexo en la ducha?
-En la ducha, obvio... -Lo vió girar los ojos y despues reír.