-Nat, ¿qué haces aquí? Creí que habías dicho que no vendrías. -Tony intentó atravesarse en su camino para no dejarla entrar a la fiesta, pero ella era demasiado terca y el demasiado cobarde.
La pequeña pelirroja había decidido usar uno de esos vestidos de noche color azul marino que solían ser cortos, elegantes y que además no necesitaban tener un prominente escote para resaltar las curvas de quien lo usara. Se había esforzado mucho para llegar hasta ahí y ahora no pensaba dar vuelta atrás.
-No creí necesitar de tu permiso. ¿Steve está aquí? -Preguntó la pelirroja, observando a Tony más nerviosos que nunca.
-¿Steve? No recuerdo ningún Steve... -Stark habló nerviosos mientras caminaba junto a la rusa y pedía ayuda con sus ojos.
-No juegues con mi paciencia... -Nat gruñó ansiosa.
-Hermanita, vaya no creí verte por aquí, hace 4 meses que no te dejas ver
¿Estás bien? -Clint la abrazó eufórico, sintiendo su leve prisa por seguir su paso.-¿Lo has visto? -La rusa preguntó mientras buscaba con la mirada.
-¿A quién? -Nat sintió su paciencia agotarse.
-Si buscas a Thor o Bruce... No están por aquí, deben andar por ahi, disfrutando de la fiesta. -Clint agregó en tono indiferente.
-Solo díganme donde está y los dejaré tranquilos. -Nat soltó con una sonrisa fingida mientras Clint y Tony intercambiaban una mirada de preocupación.
-Entiende hermanita, fuiste tu quien lo boto hace 4 meses. El te buscó por cielo, mar y tierra, hasta que entendió que tu no lo querías cerca. Ahora es muy tarde. -Clint fue honesto.
-¿A que te refieres con muy tarde? -Nat arrugó el ceño.
-Digamos que él ya no es el hombre rubio, caballeroso y honesto que recuerdas. Steve cambió un poco. -Stark arrugó la frente de nuevo.
-De hecho cambió mucho. Dejará el equipo en una semana. -Clint chasqueó la lengua y negó en son de aprobación.
-¿Cómo que dejará al equipo? ¿A que se refieren? -Nat sintió una fuerte punzada en el estómago que le encogió el corazón.
-No hay nada que explicar míralo por ti misma... -Tony se rindió y apuntó con el dedo hasta una de las esquina del salón, en donde Steve yacía aplastadado en su lugar con varias botellas sobre su mesa y una linda rubia sentada en sus piernas.
-¿Sharon Carter?... -Natalie gruñó molesta al ver la mujer junto a él acariciar su mejilla mientras él ni siquiera la miraba.
-Su novia... -Clint tragó saliva para enseguida recibir la mirada más furiosa, decepcionada y rota que alguna vez pudo haber visto en Natasha.
-No me interesa, necesito hablar con él. -Natasha apretó los dientes con molestia mientras miraba a aquellos dos desde su posición.
-Déjalo tranquilo rojita. El se irá pronto, necesita alejarse de todo esto y tratar de recuperar su camino. -Stark abogó esta vez por Steve a quien había visto devastado, aunque muchas veces pretendiera pasar desapercibido.
-No, no puedo, cometí errores y regresé para enmendarlos todos. -La pelirroja sintió sus ojos llenarse de agua, pero era cierto, había creído que abandonar a Steve sería lo correcto para ambos, pero viéndolo como se encontraba y comparándolo a como ella se había sentido las ultimas semanas no podía simplemente irse y dejarlo tan dañado.
-Natasha déjalo en paz... -La palabras de Clint la hicieron terminar de sentirse peor de lo que ya estaba, llevándola a preguntarse que tan mal se encontraba Steve realmente.