-Buenos días, caballeros...
Natasha entró como cada mañana a la sala de entrenamiento, recibiendo un simple saludo por parte de los chicos, quienes ya se encontraban ejercitándose. La pelirroja vio su reflejo frente al espejo, coleta alta, shorts negros y camiseta blanca y holgada sin mangas, nada fuera de lo normal. La rusa miró el reflejo de sus dos idiotas favoritos, notando que se habían quedado momentáneamente callados después de que ella se integrara a la sala.
-¿Algo interesante para hoy? -Natasha se dirigió a ambos antes de subirse a la caminadora.
-Meh... Nada extraordinario... Ejercicio, comida, enfermeras sexies... -Susurró esto último pretendiendo que Nat no lo escuchara.
-¿Enfermeras que? -Natasha lo miró con una ceja levantaba y ojos serios mientras Rogers trataba de mantenerse ajeno a la conversación.
-¿Enfermeras? ¿quién dijo enfermeras? -Barton se hizo el occiso y siguió haciendo sus típicas abdominales.
-Claro... ¿Qué hay de ti Steve? ¿Alguna cita? -Se le revolvió el estómago sólo de recordar a las mujeres descaradas de ayer...
-No... Es Viernes así que pasaré el fin de semana en mi apartamento. -Rogers se encogió de hombros, se detuvo un rato y después siguió con su lagartija número 130...
-Claro... -Natasha chasqueó la lengua y fingió no sentirme ofendida por las mentiras tan mal armadas de aquellos dos idiotas.
-¿Y tú, alguna víctima para el fin de semana? -Clint jadeó cansado, deteniéndose para mirara a su amiga quien giró su cabeza en su dirección sin dejar de correr.
-¡Puede que si haya alguna... Será un fin de semana realmente LARGO! -Nat soltó aquella confesión, mitrando con el rabillo de ojo a Steve mirar hacia ella con él entre ceño fruncido, pero en cuanto Quizo encararlo su rostro giró rápidamente para evitar su mirada, lo que la hizo aguantarse una sonrisa divertida.
-¡Vaya! Pues mi más sentido pésame al desgraciado. -Barton soltó una carcajada que causó que Nat lo mirase mal y le lanzara su zapatilla deportiva en la cabeza.
-¡Oye! -Se quedó el arquero, lanzándosela de vuelta.
Natasha no pudo evitar sonreír después e haber atrapado su zapato con su mano, mirando nuevamente al rubio quien se encontraba más serio y concentrado que nunca. Así que decidió tentar un poco el terreno y ver su reacción.
-Como sea, lo conocí hace unas semanas. Es guapo y tiene el equipo necesario, ya sabes... Lindo auto, lindos dientes, brazos velludos, pelo en pecho, buen trasero, pies grandes... -La pelirroja se mordió el labio y evitó reír, concentrando toda su atención sobre la reacción de Steve, mirándolo a través del espejo.
-Que asco... Suena a que es todo un espécimen, macho alfa... -Clint vio una oportunidad de molestar al Cap también y no la dejó ir, sabia que al Capitán Dorito le gustaba su mejor amiga. Hasta un ciego podría notarlo.
Rogers, por otro lado, al escuchar toda esa descripción, lo primero que pensó fue en que él no tenía un auto... Sus dientes no estaba chuecos así que ese era un punto a su favor... Pero sus brazos lo hicieron preguntarse miles de cosas, para empezar... ¿Sus vellos dorados contarían? Y de pelo en pecho ni hablar, estaba más lampiño que rata de laboratorio... Después estaba su trasero, el que era como él de cualquier hombre de su complexión... Y finalmente estaban sus pies, ni siquiera sabía que tenían que ver, pero chuecos no estaban y tenia 5 dedos como todos... Rogers bufó frustrado, detuvo sus lagartijas y se dejó caer boca arriba sobre la colchoneta, cerrando sus ojos mientras pensaba que de macho alfa no tenía absolutamente nada.