-¿Qué es eso? -Steve vio a Nat caminar de regreso al sofá con una pequeña charola, jabón, toallas y demás utensilios que dejó junto a él.
-Es todo lo que necesitaré para que vuelvas a ser el Steve Rogers que recuerdo.
-¿No te gusta el nuevo Steve Rogers? -Preguntó en son de juego mientras evitaba mirar sus piernas y se distraía con las tijeritas que ella había dejado entre las cosas.
-Me agradaba más el otro, lucía más joven y atractivo... Bromeó antes de entrar nuevamente al baño y salir corriendo de regreso hasta su maleta después de algunos minutos, llamando evidentemente su atención.
-¿Hey sucede algo? -Rogers no pudo evitar ponerse de pie e ir hasta ella.
-No, nada... Trató de esconder algo entre sus manos mientras giraba antes de que él llegara hasta ella para detenerlo con unas de sus manos sobre sus pectorales.
-Nat... -Gruñó mientras sentía que ella comenzaba a empujarlo para hacerlo caminar de espaldas de regreso al sofá.
-No es nada... -Sonrió divertida, dándole un último empujón que lo hizo caer sentado sobre el sofá para enseguida sentarse a horcajadas sobre él.
-¿Comoda, Señorita Romanoff? -Sostuvo su cintura mientras ella se apoyaba de sus hombros para acomodarse sobre su regazo.
-Ahora sí... -Le guiñó un ojo tratando de distraerlo, pero él ya conocía bastante bien cada uno de sus movimientos.
-A ver, a ver... ¿Desde cuándo tienes ese lunar? -Rogers no pudo evitar fijar sus ojos sobre la manchita oscura que había debajo de su mentón, aquella técnica de distracción si que lo agarró desprevenido.
-¿Qué lunar?... -Nat elevó sus cejas y levantó su mano libre para tocar su piel mientras buscaba sin éxito.
-Este lunar, Señorita... -El Cap ladeó la cabeza y llevó su dedo índice hasta la zona en dónde se encontraba la manchita, comenzando a rascarla cuidadosamente para revisar que era.
-No es nada... -Ella se mordió el labio mientras reía con inocencia.
-¿Chocolate? ¿En serio Natasha? -Le preguntó con evidente sorpresa e indignación de que no le haya dicho que tenía caramelos.
-Te daré un pedacito si te portas bien... -Nat río nuevamente mientras veía al Cap llevarse la manchita a sus labios para chuparse el dedo.
-No, Nat. Dame un pedacito ahora. -El rubio se quejó y arrugó el ceño con fingido enfado mientras la veía sonreír, amaba verla sonreír.
-De acuerdo, una mordida súper chiquitita... -Nat abrió la mano que venía escondiendo a su costado para mostrarle al Cap una pieza cuadrada muy pequeña envuelta en papel de aluminio color azul eléctrico.
-¿Desde cuándo tienes eso? -Quiso saber, disfrutando del movimiento grácil y cuidadoso de sus dedos delgados y largos desenvolver el caramelo.
-Desde hace dos noches, penzaba encerrarme en el baño y comérmelos todos yo sola, pero decidí guardar una para ti... -Le confesó con inocencia.
-¿Estás diciendo que te metiste al baño para comerte un chocolate?... -Rogers entre cerró los ojos y negó con la cabeza sin poder creerlo.
-5 chocolates... -Sonrió ella mientras se mordía el labio, evitando soltar una carcajada al ver su rostro de bobo indignado frente a ella.
-¡Pfff, no puedo creerlo! Creí que me querías, eramos amigos. -Bufó mirándola mal mientras ella elevaba la pieza entre ambos y sonreía con suficiencia.
-Somos amigos y te quiero mucho... Por eso me comí 5 y te guardé 1... Aquí está. -Nat le enseñó el chocolate y lo balanceo juguetonamente frente a su rostro.