Habían pasado ya dos semanas desde aquel incidente. Las cosas entre Natasha y Steve había vuelto a la normalidad ninguno de los dos volvió hablar de aquello, quizá por falta de tiempo ya que habían estado de misión en misión. Boris ya se encontraba mucho mejor, había sufrido únicamente una torcedura de tobillo y un susto enorme al pensar que sería asesinado por la agente Romanoff, pero la espía no le reclamó absolutamente nada.
Boris pensó que el capital Rogers se había encargado de arreglar todo y gracias a él se había salvado de sufrir una muerte muy dolorosa en manos de Black Widow así que decidido no mover más aquel asunto.
El ruso se encontraba de regreso en el trabajo, realmente se sentía agradecido con el Cap. Por lo que le había ofrecido un masaje Shiatsu. Había convencido al soldado que esta técnica japonesa lo ayudaría a restablecer el flujo de su energía y le ayudaría a soltar tensión muscular. Steve no estaba muy seguro, pero ante la insistencia de Boris no pudo negarse y pensó que experimentar algo del siglo XX no le haría ningún daño. Así que dijo que Sí.
Boris había agendado el masaje para el viernes en la noche debido a que los vengadores habían estado saturados de trabajo y un sinfín de misiones. Por un lado, ese fue el único día en el que Steve tuvo un tiempo para sí mismo y por otro ya quería que pasara esa incomoda insistencia de Boris para agradecerle. Éste preparó todo lo que iba necesitar, velas aromáticas, música relajante, incienso, preparo la tina, etc, ambiento todo a como siempre solía hacerlo con cada uno de sus clientes, quería preparar todo para su visitante VIP, después de todo estábamos hablando del primer vengador, tenía que esforzarse un poco más.
Steve asistió sin falta a su cita del viernes por la noche, se sentía un poco inseguro ya que el simple hecho de que un hombre le pusiera las manos encima no le agradaba mucho, pero esos eran pensamientos retrogradas de los 40s. Tenía que abrirse un poco más a la época moderna, aparte Boris era totalmente profesional, estaba seguro que sería como ir al Doctor, no había nada de qué preocuparse.
El hombre recibió al rubio en el Spa con una gran sonrisa.
-Добро пожаловать капитан Америка (Bienvenido Capitán América) -Tradujo Boris en seguida, le dio la mano al Cap y una palmada de hombres en la espalda, eso alivió un poco al soldado.
-Bien, comenzaremos. En esa puerta al fondo encontrará un cambiador, ahí podrá dejar su camisa y pantalón. Puede quedarse en ropa interior, no hay problema, cuando esté listo se monta boca abajo en la mesa de masaje, ¿bien? Saldré un momento a hacer una llamada, espero verlo listo en cuanto regrese. ¿De acuerdo? - Le dijo el ruso.
- Ok. -Respondió Steve sin más que agregar.
Boris salió un momento a la recepción a hacer su llamada telefónica, hasta que un pequeño pitido muy familiar lo sacó de sus pensamientos. Levantó la vista hacía la entrada y vio las puertas del ascensor abrirse, era nada más y nada menos que la agente Romanoff. Boris saludó a la agente que en seguida caminó hasta donde él se encontraba.
-Agente que placer tenerla por aquí. Pero me temo que no podré recibirla hoy ya que alguien más se encuentra en el spa. Espero que no le moleste, pero podremos agendar otro día, claro si le parece. -Boris pasó saliva con nerviosismo.
-Ohhh no te preocupes cariño. -Soltó Natasha en tono despreocupado.
-No vengo por eso. De hecho hoy es tu día de suerte. El capitán no podrá quedarse al masaje, salió una misión de improviso así que vine por él. Puedes retirarte, tienes todo el fin de semana libre, ordenes de Fury.
-¡Wow! Gracias agente. Espero que todo salga bien. Pero el Capitán... -Titubeó el ruso.
-Oh no te angusties, Rogers entenderá. Yo misma iré a informarle. ¿Ok? Así que no me hagas perder más mi tiempo y ve a casa. -Agregó Natasha.