-¡Hola, Nat! -Steve saludó a Natasha al entrar al elevador en el que casualmente ella venían bajando.
-Hola, Cap... ¿Otra cita?
-¿Cita? -El rubio se hizo tonto y evitó responder aquella pregunta.
Nat se interesó esta vez en el peculiar atuendo que venía luciendo su compañero. Jeans de mezclilla, camisa polo, buen peinado, zapatos varoniles y ese olor a loción fresca que tanto le gustaba sentir en un hombre. Natasha estaba completamente segura que se trataba de una cita, pero ¿con quien?... Esa quizá era la pregunta del millón y no estaba dispuesta a quedarse con la duda, no después de que Rogers rechazara salir con todas las chicas que le buscó según sus preferencias y gustos anticuados.
-Bueno, nos vemos mañana. -El Cap se despido y sin esperar una respuesta salió del elevador, dejando a Natasha con miles de palabras en la boca.
-¿A caso dijo mañana? O sea que no piensa regresar a dormir. -Sin haberlo pensado, la pelirroja se vio así misma frunciendo el ceño mientras el hueco de su estómago ardía ferozmente, de pronto se sintió enfadada consigo misma y ni siquiera sabía por qué.
-¿Alguno de ustedes sabe a dónde iba el Cap? -Nat soltó la pregunta al aire cuando llegó hasta la sala de estar del complejo.
-No, Nop, no lo siento, nada, ni idea... -Fueron algunas de las respuestas que se escucharon al mismo tiempo por parte de sus amigos que mostraron un sospechoso desinterés.
Sin mucho que poder hacer, la pelirroja decidió averiguar con Steve lo que había pasado, le preguntaría por su cita y lo molestaría un poco con el tema. Pero para sorpresa de Natasha al amanecer y bajar a desayunar, el rubio ya no estaba o quizá jamás llegó al complejo y eso simplemente la estaba matando ¿a caso era un broma? nadie parecía interesarse.
La noche cayó nuevamente y como si lo hubiese llamado con el pensamiento, Steve aprecio en el elevador, usando un conjunto de ropa completamente diferente al de la noche anterior.
-¿Vienes llegando? -Nat le preguntó al verlo salir y pasar junto a ella directo a su habitación.
-No, de hecho iba saliendo, pero olvidé algo. -Respondió sin mirarla siquiera para ir por ese algo que había olvidado y correr prácticamente de regreso al elevador.
Para el tercer día, Natasha decidió que no estaba dispuesta a lidiar con el sentimiento de querer matar a Steve y a la fulana que lo tenía comportándose como un completo idiota. Así que sin más que lamentarse por ser la única mujer del equipo y aparte soltera, improvisó una pequeña salida con ex amigo con el que había tenido algo ya hace bastante tiempo. La pelirroja se puso el vestido más sexy que encontró en su closet, entallado, por encima de las rodillas, escote de corazón y completamente descubierto de su espalda, arregló su cabello, se maquilló y se colocó sus zapatillas más altas, tomó su bolso, el celular un arma y algo de dinero. Preparándose para la borrachera más larga de su vida, ni siquiera tenía pensado regresar al día siguiente, de cualquier forma si el anciano y fósil de Rogers se divertía ¿por qué ella no?
-Vaya, vaya, vaya... Pero miren a quien tenemos aquí, ¿acaso hoy es noche de sexo alocado y no me enteré? -Tony preguntó burlón mientras todas las miradas de los chicos recorrían la piel blanca que se asomaba entre el pedazo de vestido de Nat.
-Saldré esta noche, no me esperen. -Nat tomó un vaso de agua y caminó directo a la salida, bajando por el elevador hasta la planta baja en donde para su mala suerte se encontraba el tonto rubio quien iba de salida también.
-¡Wow! Te ves bastante...
-Atrevida, sexy, atractiva... -Se cruzó de brazos e intentó ignorarlo.
-Linda... ¿Tienes una cita? -Se atrevió a preguntar, ganándose finalmente una mirada indiferente por parte de ella.