The Stripper - Juliantina (Adaptación)

Capítulo 35. Cosas del Pasado.

"Apareció en mi vida porque nos necesitábamos, nos hacíamos falta, yo debía madurar y él ser enloquecido".— Denise Márquez, Le conté a un pajarito.

Canción sugerida: I hate you , don't leave me - Demi Lovato. 

Valentina.

La mujer tomó una respiración profunda y sonrió cínicamente. – Quiero comprar Industrias Carvajal.

Por un instante imaginé haber oído mal o haber imaginado esas palabras saliendo de su boca, pero no. Ivonne Issartel realmente me hizo esa propuesta.

Suspiré profundamente, todavía contemplando a la mujer y pensando sobre la situación de hace unos minutos. Miré a Juliana que sabía lo que esa propuesta ocasionaría en mí. Con delicadeza, sus delgados dedos se posaron sobre mi mano acariciándome, como si me estuviera pidiendo que mantuviera la calma.

– Así es señorita Carvajal, ¿Qué me dice? – inquiere Caleb.

Caleb era uno de los accionistas de Issartel, quien insistió en la pregunta de Ivonne. Él sostenía su pose de empresario importante, cuando en realidad, no lo era. Sólo era otro hombre interesado en sí mismo.

– Déjala pensar, Caleb – me miró -. No necesitamos una respuesta inmediata, Valentina – dijo Ivonne con un tono de voz tranquila, con una sonrisa triunfante en su rostro y luego mirando directamente a Juliana.

– ¿Puedo hacerle una pregunta, señorita Issartel? – solté casi bruscamente.

– Sí, por supuesto.

Sonreí con sarcasmo, bajo los ojos atemorizados de Juliana. – Cuando pasó en frente de mi compañía o cuando caminó hacia aquí, ¿Vio algún tipo de cartel o documento que decía que queríamos venderlo? – cuestioné mordaz. – No, no he visto ninguno, pero... - intentó decir.

– Correcto – interrumpí -, entonces no logro entenderlo. ¿De dónde se formó esa idea tan absurda? – inquirí -. ¿De verdad pensó que vendería la mejor compañía del estado a usted? – ataqué.

Los accionistas presentes nos miraban con temor. Ivonne arqueo su ceja rubia delgada y me sonrió cínicamente. – Perdone, no la veo como una idea absurda. Issartel está creciendo y prácticamente igualando a Industrias Carvajal en las encuestas. Puedo asegurarle que tengo suficiente dinero para comprar su empresa, señorita Carvajal y hacer un imperio mucho más grande.

Arrogante y prepotente como de costumbre. Reí ante su respuesta sin ninguna pizca de humor, causando cierta sorpresa ante todos los que estaban allí presentes. La atmosfera no era una de las mejores, todos notaron rápidamente las miradas de odio entre nosotras.

– Es en estas ocasiones en donde veo su inmadurez en el negocio – le dije -. Issartel todavía no ha alcanzado el nivel de mi compañía, la cual actualmente es una de las multinacionales más exitosas, el dinero no compara nombres o experiencia, que de hecho tengo más que suficiente, pero no se preocupe, también tengo el dinero suficiente dinero para comprar la suya y la de otra cualquier persona que decida atreverse a tanto.

– Orgullosa de usted misma, ¿Verdad Valentina? ¿No tiene miedo que algo malo pase? – cuestiona, provocándome descaradamente.

– Tengo a la gente correcta a mi alrededor, nada irá mal – aseguro, sujetando la pequeña mano de Juliana, quien me miró algo nerviosa, mientras Issartel vió nuestro contacto y sonrió.

– Veamos hasta cuando la gente correcta estará a su lado.

Estaba contando hacia adentro de uno a cien. Controlando todos los impulsos primitivos gritándome que arrastrara por el pelo a la mujer provocativa fuera de mi compañía, pero no actuaría así, aprendí muy bien cómo salir siempre ganando. El único problema es que en este caso Ivonne también tenía experiencia en eso.