The Stripper - Juliantina (Adaptación)

Capítulo 47. El Lap Dance.

Final de la maratón.

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El mundo arderá en llamas.

"Yo creo que nada sucede por casualidad, ¿Sabes? Que en el fondo, las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos. – Carlos Ruiz Zafón, La sombra del viento.

Canción sugerida: Liar – Camila Cabello.

Scarlett.

Sonreí al mirar los ojos de Juliana que me miraban inocentes. Ella era demasiado inocente, vulnerable e incluso después de tantos años a mi lado, aprendiendo, seguía siendo de esa manera, algo que no coincidía con un mundo tan macabro y oscuro como el de Imperium. Podía sentir lástima por ello, pero no podía perderla. No a Juliana, ella era la fuente de deseo y la llave del poder de Imperium. Era su cuerpo, su baile y sus movimientos, lo que nos mantenía en la cima. Como un perfecto diamante pulido en las manos de Dios o un arma letal de pecado forjada por el mismísimo Lucifer.

Sonreí. – Supe que tomarías la decisión correcta, querida – hablé con entusiasmo, haciendo sonreír a Juliana.

Juliana sonríe. – Es una última petición – habla con una voz firme –, después de todos estos años, debía ser justa y aceptar.

– Por supuesto, eres una chica maravillosa, Jul. Estoy muy triste pensando que vas a irte, pero sé que quieres otros caminos en tu vida.

Ella asiente. – Tengo muchos planes, pero quiero que sepas que estoy tremendamente agradecida por todo lo que hiciste por mí, Scarlett.

La miro fijamente. – Lo sé, mi pequeño ángel. No te preocupes por eso. Quiero que sepas que las puertas de Imperium siempre estarán abiertas para ti.

Hablamos un poco del pasado y nos despedimos, asegurando que mañana la llamaría para informarle sobre el espectáculo. Me acompañó a la puerta y tras un abrazo me fui.

Tecleé a Kara tan rápido como entré en mi coche y dejé el edificio de Juliana. No tardó demasiado para que la otra mujer respondiera:

K: Voy para tu casa, tengo noticias.

S: ¿Puedo al menos saber sobre qué se trata?

K: Nuestra victoria está cerca. Abre la botella de champagne, quiero celebrarlo contigo.

S: Una botella y mi deseo te esperará.

Una vez en mi departamento, me duché y me coloqué una bata de seda para relajarme. Escuché el timbre e invité a Kara a pasar. Ella se acercó para besarme suavemente y enroscar sus manos en mi cintura.

Tras unas caricias y mimos, la invité a sentarse y le conté todo lo sucedido con Jul. Entusiasmada, me pidió que brindáramos y sacó la botella que traía, especialmente para esta ocasión.

Entre copas, nos fuimos acercando más y ella terminó sentada en mi regazo. – Tenemos que mantener la calma. La llamaré mañana y le informaré sobre su actuación. Ya cayó, eso es lo importante y cuando el día llegue, hallarás una manera para encontrarte con Valentina y llevarla a Imperium.

Kara me afirmó, que con lo arrogante e instintivamente celosa que era Valentina, caería redonda como una tonta. Valentina Carvajal se creía la dueña y señora del mundo, pero no podía controlar a mi stripper y ahora, lo entendería. – Tienes que estar ahí para consolarla – le pedí a Kara –. Solo así, podremos ganar.