Capítulo 33. Cayendo en tentación.

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"La vida no debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de llegar a salvo con un cuerpo bonito y bien conservado. Sino más bien llegar derrapando de lado entre una nube de humo, desgastado y destrozado, y proclamar en voz alta ¡Uf!, ¡vaya viajecito!" - Hunter S. Thompson.

Canción sugerida: Falling - Harry Styles.

Valentina.

Abrí los ojos mirando el fuerte movimiento en la entrada del club. Hoy era su día. Respiré hondo tomando el valor de ir en contra de mi orgullo, el cual gritaba que debía salir de allí. Los sorbos de tequila de los cuales Logan prácticamente me obligó a tomar, me dieron la fuerza para tomar la decisión de que yo estaba noche la necesitaba. Necesitaba a mi stripper.

Salí del coche encaminándome a Imperium. Todo era habitual, la música sensual, el aura erótica y los clientes hambrientos de deseo.

Al llegar me encontré con Kate, yo sabía que era una de las fieles escuderas de Juliana dentro de Imperium. Ella era su amiga. Apuesto que sabía toda la verdad desde el principio. Intenté disipar tales pensamientos de mi cabeza y la llamé.

La rubia se volvió hacia mí, abriendo en grande los ojos al darse cuenta de mi presencia. Ella parpadeo en clara señal de nerviosismo y entonces, se acercó. – ¿Desea alguna cosa? – cuestionó.

– Lo de siempre.

La mujer asintió, poniendo un vaso de whisky con hielo sobre el mostrador. - ¿Dónde está Juliana? – susurré a la mujer que me miró confusa.

Rodé los ojos con impaciencia. – Jul Sandoval, donde está.

– En el vestuario, preparándose para su presentación.

- ¿Puedo hablar con ella?

– Señorita Carvajal, no se permite el ingreso de ningún cliente a esa zona. A menos de que la bailarina haya dado la orden.

- ¿Eso es necesario? – cuestioné -. Ella querrá verme de todos modos.

Kate miró a ambos lados y se acercó. – Sería mejor hablar después de la presentación. Jul saldrá en pocos minutos.

Asentí con una sonrisa triste, mientras ella me daba una mirada comprensiva. Tomé el líquido de mi copa y ella la llenó una vez más. Me alejé de la barra dirigiéndome al escenario principal, donde Jul bailaría. En el camino me encontré con Scarlett que me miraba con curiosidad. La mujer se dirigió rápidamente hacia mí y yo solo resoplé. No estaba de humor para ser simpática.

– Buen, bueno, ¿Quién está aquí? – habló la mujer animada levantando sus brazos hacia mí.

Debía admitir que su belleza obnubilaba a cualquiera, pero mi mente estaba secuestrada por Juliana. Traté de darle una sonrisa, pero solo asentí. - ¿Has venido a admirar a mi preciosa piedra, Carvajal? – soltó la mujer con altivez.

Sonreí cínicamente. – Mía querrás decir, ¿No? – cuestioné con altanería.

Ella se río suavemente, encogiéndose de hombros. – Tuya y de todos los clientes que la ven.

Podía sentir el doble sentido de su frase, pero no dejaría que algo así me debilite. – No, se equivoca, sólo mía... Algo es nuestro cuando lo tenemos por completo.

Ella me mira con sus ojos verdes depredadores. - ¿Y tú la tienes? – preguntó casi desafiante.

Es mi turno de encogerme de hombros. – Si estoy diciendo que es mía, es porque lo es – cortó a la mujer con humor negro.

The Stripper - Juliantina (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora